lunes, 30 de septiembre de 2024

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS

BEATO CARLO

 


Del Opúsculo de Orígenes, presbítero, sobre la oración
(1-2: PG 11,415-418)
Esto es lo que hay que pedir en la oración

Las realidades que, por su absoluta elevación, exceden al hombre y superan

ampliamente nuestra caduca naturaleza, y resultan imposibles de comprender a

la especie racional y mortal, estas mismas realidades se hacen accesibles por

voluntad de Dios y mediante la multiforme e inmensa gracia que él ha derramado en los hombres por Jesucristo, ministro para nosotros de la gracia infinita, y mediante la cooperación del Espíritu Santo. Y por cuanto le es imposible a la naturaleza adquirir la sabiduría, por la cual fueron creadas todas

las cosas —pues, según David, Dios lo hizo todo con sabiduría—, lo imposible se

hace posible gracias a nuestro Señor Jesucristo, al que Dios ha hecho para

vosotros sabiduría, justicia, santificación y redención.

¿Quién se atreverá a negar que le es imposible al hombre investigar las realidades celestes? Y sin embargo, esto que de suyo es imposible lo convierte en posible la multiforme gracia de Dios: pues el que fue arrebatado hasta el tercer cielo, ése tal vez investigó las realidades celestes, pues que oyó palabras arcanas, que un hombre no es capaz de repetir. ¿Quien osará afirmar que el hombre puede conocer la mente del Señor? Y si nadie conoce lo íntimo de Dios

sino tan sólo el Espíritu de Dios, resulta que al hombre le es imposible conocer lo íntimo de Dios. Cómo, no obstante, esto llegue a ser posible, escucha: Nosotros —dice— hemos recibido un Espíritu que no es del mundo, es el Espíritu que viene de Dios, para que tomemos conciencia de los dones que de Dios recibimos. Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en

el que enseña el Espíritu.

Una de las cosas imposibles, dada nuestra congénita debilidad, es, a mi

modo de ver, todo intento de tratar de la oración de una manera competente y

digna de Dios, clarificar y enseñar qué y cómo hemos de orar, qué es lo que en la

oración hemos de decir a Dios, cuáles son los momentos más adecuados para

dedicarlos a la oración a Dios y cuáles los más oportunos para la oración misma.

Pues —como dice el Apóstol— nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene.

Ahora bien, es necesario no sólo orar, sino además orar como conviene, y pedir lo que conviene. Pues aun cuando llegáramos a comprender lo que conviene pedir en la oración, ese conocimiento no sería suficiente si no añadiéramos a nuestra oración aquel como conviene. Y a la inversa, ¿de qué nos aprovecharía orar como conviene, si no supiéramos lo que nos conviene pedir?

De estos dos requisitos, el primero, es decir, pedir lo que conviene, pertenece al contenido de la oración; el segundo, pedir como conviene, atañe a la actitud del orante. Contenidos de la oración son, por ejemplo: Pedid cosas importantes, las secundarias se os darán por añadidura; pedid los bienes celestiales y los terrenales se os darán por añadidura; rezad por los que os calumnian; rogad al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies; cuando recéis no uséis muchas palabras, y otras cosas por el estilo.

domingo, 29 de septiembre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 26 de tiempo ordinario

Números 11, 25-29



REFLEXIÓN

"Señor mío, Moisés, prohíbeselo." Moisés le respondió: "¿Estás celoso de mí?"?¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!".

La primera comunidad cristiana asumió que ese deseo de Moisés se había hecho realidad mediante la participación de todos los seguidores de Jesús de Nazareth de su Espíritu.

Dejaba de ser un patrimonio exclusivo de unos cuantos y se participaba a toda persona de buena voluntad. En este sentido la voz del pueblo es la voz de Dios.

La buena nueva de Jesús significa una democratización del Espíritu que es libre de soplar donde quiere e ir donde quiera.

Somos nosotros en nuestra ambición de poder los que retenemos y nos apropiamos con exclusividad del Espíritu. Ponemos fronteras y límites que en este caso no valen.

Con ello se nos muestra siempre la libertad del Señor que rompe barreras y apartheids de todo tipo y de lo cual nos dio signos Jesús de Nazareth con sus palabras y obras.

Salmo responsorial: 18



REFLEXIÓN

La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable

Se puede pensar que con tal libertad del Espíritu nos sobreviene mucha inestabilidad porque toda nuestra organización se deshace.

Más bien debemos pensar que nuestras organizaciones e instituciones de cualquier tipo corren el riesgo de esclerosis y que es la novedad perpetua y estable, si se puede llamar del Espíritu, la que nos reinventa. 

Hemos de pasar sobretodo con los signos de este siglo a otra concepción de estabilidad.

Se trata de un desafío para todos, y al que hemos de atender sin prejuzgar.

Santiago 5, 1-6



REFLEXIÓN

¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!

los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros;

los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos

Los signos de nuestro tiempo apuntan a la desestabilización financiera que trae a varios lugares ruina y miseria.

Mientras unas medidas apuntalan el mismo sistema para volverle a dar estabilidad, un clamor creciente de insatisfacción retumba.

Un Espíritu está soplando para que se den cambios y ojalá no fuéramos sordos y ciegos.

Ya no son profetas individuales sino multitudes que claman por justicia.

Marcos 9, 38-43. 45. 47-48



REFLEXIÓN

porque no es de los nuestros

No se lo impidáis         

El lenguaje de inclusión de Jesús es más ambicioso y radical porque hace propiedad colectiva la buena nueva del reino. Nadie es su propietario exclusivo, todos pueden construirlo, aunque no sean de los seguidores de Jesús.

Se lanza así una plataforma de convergencia entre todos las personas de buena voluntad que deseen construir el reino de fraternidad del Padre de Jesús.

Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos la infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga

Hemos de enfrentarnos no solo a los pedófilos o pederastas que depredan pequeños niños. Sino a toda inclinación, tendencia, actuación propia y ajena, que atente con prepotencia contra la fe de buena voluntad que busca edificar el reino.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1442089259431776258?s=20

motivaciondehoy

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Domingo 26 de tiempo ordinario

Números 11, 25-29

Salmo responsorial: 18

Santiago 5, 1-6

Marcos 9, 38-43. 45. 47-48