martes, 22 de octubre de 2024

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS

JUGAR AL FÚTBOL COMO ALGO PROPIO DE SU VIDA CORRIENTE ES UN AMAR QUE SANTIFICA



De los sermones del Beato Guerrico de Igny
(Sermón 5.6.7 en la solemnidad de Todos los Santos: SC 202, 508.510.512.514)
¡Oh preclara herencia de los pobres!

Gloriémonos, hermanos, de ser pobres por Cristo; pero procuremos ser

humildes con Cristo. Nada más detestable que un pobre soberbio, nada más

miserable: pues ahora lo atenaza la pobreza y la soberbia lo esclavizará para

siempre. En cambio, un pobre humilde, si bien es abrasado y purificado en el

crisol de la pobreza, exulta con el refrigerio que le procura la riqueza de la

conciencia, se consuela con la promesa de una santa esperanza, sabiendo y

experimentando que es suyo el reino de Dios, que lo lleva ya dentro de sí como

en germen o en raíz, a saber, como primicia del Espíritu y prenda de la herencia

eterna.

Le habéis sacado, si no me equivoco, gusto a vuestra tarea: adquiriendo los

bienes supremos a cambio de cosas despreciables y dignas tan sólo de ser

arrojadas por la ventana. Efectivamente, no reina Dios por lo que uno come o

bebe, sino por la justicia, la paz y la alegría que da el Espíritu Santo. Y si

estamos convencidos de esto, ¿por qué confesamos paladinamente que el reino

de Dios está dentro de nosotros? Lo que está dentro de nosotros es realmente

nuestro, pues nadie puede arrebatárnoslo contra nuestra voluntad.

¡Oh preclara herencia de los pobres!, ¡oh dichosa posesión de quienes nada

tienen! Ciertamente no sólo nos proporcionas todo cuanto necesitamos, sino

que abundas en toda clase de gloria, desbordas todo tipo de alegría, como la

medida rebosante que os verterán: Realmente tú traes riqueza, fortuna copiosa

y bien ganada.

Vosotros, pues, que sois amigos de la pobreza y os es grata la humildad de

espíritu, habéis recibido de la Verdad inmutable la seguridad de poseer el reino

de los cielos, aseverando, que es vuestro y guardándooslo fielmente en depósito,

a condición sin embargo de que vosotros mismos conservéis en vuestro pecho

esta esperanza hasta el final con la cooperación de nuestro Señor Jesucristo, a

quien sea el honor y la gloria por todos los siglos de los siglos.


lunes, 21 de octubre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 29 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 2, 1-10



REFLEXIÓN

estabais muertos por vuestros delitos y pecados

el espíritu que ahora actúa en los rebeldes contra Dios

nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él.

estáis salvados por su gracia y mediante la fe

para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos.

La Palabra nos habla a una conciencia de fe por la cual captamos un tiempo teológico: un antes y un después.

Un antes de muerte por nuestra responsabilidad en cuanto a delitos y pecados, es decir, una dimensión teológica no penal.

Ese antes no se ha ido porque se mantiene en vigencia un espíritu activo en la rebeldía contra Dios. Una rebeldía teológica, no cualquier rebeldía. Una rebeldía que atenta contra la vida y su fuente.

Un después que se manifiesta ahora como vida y glorificación en Jesús el hijo del Padre y en las buenas obras teológicas.

De manera que podemos distinguir a qué espíritu nos adscribimos: al de la rebeldía, cuyas obras van contra la vida de Dios o el de la fe en Jesús, con obras que muestren su vigencia en la historia del mundo.

Por tanto el examen de nuestra fe y del espíritu al que nos unimos debe consistir en escrutar nuestras obras teológicas.

Salmo responsorial: 99



REFLEXIÓN

él nos hizo y somos suyos,

Se trata de una verdad teológica que hemos de hacer historia vivida: somos suyos.

Decir teológico/a implica que optamos por mirar desde la fe como Dios mira y desea que las cosas sean. 

Necesitamos mostrarnos a nuestra conciencia y a nuestro entorno que somos un espíritu de Jesús, por medio de nuestras obras teológicas.

Las buenas obras teológicas están inspiradas en la fe, la esperanza y el amor de ágape.

Lucas 12,13-21



REFLEXIÓN

dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia

guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes

Hay que estar atentos a cualquier señal de hacerse seguro, pero dependiente, en base a la acumulación de bienes vibles e invisibles. 

Pueden quitar la vista de lo fundamental: la dependencia exclusiva del Señor.

"Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios."

Grandes obras, para tener más, no para distribuir mejor. 

Es la filosofía de la acumulación corporativa, etiquetada como capitalismo neoliberal 

Pero que es más profunda en su acechanza que eso, porque se asoma en cualquier sistema conocido en la historia, hasta el más santo.

La proclama del Reino de Dios nos debe golpear como fuerte contraste, para que en el uso de las estrategias del Espíritu y la buena voluntad, breguemos a la construcción de una mejor disposición de los bienes para muchos.

Nos rasgamos las vestiduras en hipócrita señal de escándalo por la voracidad codiciosa de las medidas neoliberales a través de sus obras socioeconómicas: fusiones, compras, consumo. 

Pero no examinamos nuestra complicidad y el contagio que promovemos con nuestras obras personales.

Señalamos y anunciamos la muerte del fatídico sistema y entonamos eufóricos los cantos que celebran el mesiánico nuevo sistema solidario, sin verificar que no vayamos a contagiar con la codicia de nuestro corazón toda estructura remozada que iniciemos.

Vamos con vino viejo a odres nuevos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1581966650168918018?s=20&t=rTJi9kpL4kyJxAwMqQrcpQ


motivaciondehoy


COMPARTIR LA PALABRA

Lunes 29 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 2, 1-10

Salmo responsorial: 99

Lucas 12,13-21