lunes, 6 de enero de 2025

PALABRA COMENTADA


 

Lunes después de Epifanía

1Juan 3,22-4,6



REFLEXIÓN

 

y hacemos lo que le agrada

Agradar a Dios: primer y segundo mandamientos en conexión mutua para desarrollo integral y conjunto.

Desde el primer Testamento se plantea que el segundo mandamiento es semejante al primero, pero es en el nuevo que se afirma que son uno y el mismo mandamiento.

No puede ser otra cosa en una economía de encarnación, en el que la divinidad no es un plano aparte, sino que convive íntimamente con el ser humano, en sus diferencias y en su entorno creatural.

Todo tiene como el rastro del paso de la Palabra creadora.

Cuando la conciencia ha tratado de buscar prolongadamente, en nuestra vida recorrida, el agrado del Señor, se puede decir, por esa voz de la conciencia, que es un respaldo por el cual guardamos la alianza, y así pedirle algo, no obstante que lo sabe, se hace con serenidad y confianza.

creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó

Creer en Jesùs es el equivalente del primer mandamiento: Amar al Señor con todo: mente y corazòn.

Pero Jesús manda amarlo en los demás, sobre todo en los más pobres, sin eufemismos.

La audacia de los cristianos, rechazada por otros no cristianos y aun cristianos de apariencia, es haber cifrado en Jesús el absoluto del creer, como se hace con Dios.

Así el primer mandamiento es: amarás al Señor Jesús con toda tu mente, corazón y ser. Y el segundo es semejante: y al hermano como Jesús lo ama.

El hermano es todo hombre y mujer, en particular los más vulnerables.

no os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios

Más que nada cuando se busca hacer el bien: hacer el mejor bien, el mayor.

Porque somos generosos en nuestro entusiasmo de arranque, pero el Maligno se cuela en la siembra, disimulando buenos propósitos, sobretodo cuando intensamente buscamos al Señor.

De modo que la prudencia en el discernimiento nos viene de perlas, para no dejarnos empujar en todo lo que nos pasa por dentro.

Algo en lo que todas las generaciones cuando son jóvenes pueden incurrir: inflación de entusiasmo. Nos corresponde aportar discernimiento en todos los ámbitos: familia, escuela, trabajo, participación ciudadana.

todo espíritu que confiesa a Jesucristo venido en carne es de Dios

Porque la carne ahora es, en Jesucristo, el sacramento de Dios.

Si pudiéramos hablar de una primera herejía fundamental se diría que es ésta: rechazar, resistir, repudiar la carne del Jesús pre-existente.

La confesión no parece tener problema, porque es solo asunto de boca.

Pero no era así entre los antiguos: quien habla en lo que habla se compromete, y lo manifiesta en el todo de la vida corriente.

Confesar a Jesús como el absoluto en la temporalidad de la historia implica un compromiso persistente de trascendencia y adoración, allí donde él quiere ser encontrado.

Y nosotros, debemos reconcerlo, no siempre estamos dispuestos a adorarlo allí donde él desea ser encontrado, en particular los más vulnerables.

En esa resistencia se nutre el anticristo, como una reacción contra el reino, por acción u omisión.

el que está en vosotros es más que el que está en el mundo

El miedo al desafío puede entrar y provocarnos, pero no debe quedarse.

Salmo responsorial: 2




REFLEXIÓN

Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy

Dicho originalmente a David, rey de Israel y Judá, se cumple plenamente en Jesús de Nazareth, rey del Israel final.

servid al Señor con temor, / rendidle homenaje temblando

El temor del respeto a la seriedad del compromiso, no del miedo que acobarda.

Mateo 4,12-17.23-25




REFLEXIÓN

El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló."

Dejamos la atmósfera de la infancia, recreada como un vestíbulo introductorio a la significancia mostrada por Jesús en su itinerario.

Ahora nos adentramos en el encuentro que se nos propone del Jesús misionero, que proclama el reino.

El cual se inicia casualmente con una acción de repliegue por parte de Jesús, que evita la suerte que le cayó a Juan Bautista.

Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí

"Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos."

Recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo

le seguían multitudes

Presta un servicio de palabra y sanación integral, un servicio a la carne que es ahora su morada y que debe ser restaurada en su dignidad original.

En su decir, en su accionar Jesús es el reino.

Sus discípulos caminando con él aprendieron a experimentarlo. Fueron construyendo una fraternidad solidaria.

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Lunes después de Epifanía

1Juan 3,22-4,6

Salmo responsorial: 2

Mateo 4,12-17.23-25

SAN CARLO DE JESÚS ACUTIS DE ASIS



 

De los Sermones de san Pedro Crisólogo, obispo
(Sermón 160: PL 52, 620-622)

AQUEL QUE QUISO NACER PARA NOSOTROS NO QUISO SER IGNORADO POR NOSOTROS

Aunque en el misterio mismo de la encarnación del Señor no faltaron claros indicios de su divinidad, la solemnidad que hoy celebramos nos descubre y revela de diversas maneras que Dios tomó naturaleza humana, para que nuestra condición mortal, siempre envuelta por las tinieblas de la ignorancia, no pierda por ignorancia lo que ha alcanzado tener y poseer sólo por gracia.

Pues aquel que quiso nacer para nosotros no quiso ser ignorado por nosotros, y por eso se nos revela, para que este gran misterio de amor no se convierta en ocasión de gran error.

Hoy los magos encuentran llorando en la cuna al que buscaban resplandeciente en las estrellas. Hoy los magos contemplan claramente entre pañales al que larga y re· signadamente buscaban en los astros, en la oscuridad de las señales.

Hoy los magos revuelven en su mente con profundo estupor lo que allí han visto: el cielo en la tierra, la tierra en el cielo, el hombre en Dios, Dios en el hombre, y a aquel a quien no puede contener el universo encerrado en un pequeño cuerpecillo. Y, al verlo, lo aceptan sin discusión, como lo demuestran sus dones simbólicos: el incienso, con el que profesan su divinidad; el oro, expresión de la fe en su realeza; la mirra, como signo de su condición mortal.

Así los gentiles, que eran los últimos, llegan a ser los primeros, ya que la fe de los magos inaugura la creencia de toda la gentilidad.

Hoy entra Cristo en las aguas del Jordán, para lavar los pecados del mundo: así lo atestigua Juan con aquellas palabras: Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Hoy el siervo prevalece sobre el Señor, el hombre sobre Dios, Juan sobre Cristo; pero prevalece en vista a obtener el perdón, no a darlo.

Hoy, como dice el salmista, la voz del Señor sobre las aguas. ¿Qué voz? Éste es mi Hijo amado, en quien tengo mis complacencias.

Hoy el Espíritu Santo se cierne sobre las aguas en forma de paloma, para que así como aquella otra paloma anunció a Noé que el diluvio había cesado en el mundo, así ahora ésta fuera el indicio por el que los hombres conocieran que había terminado el naufragio del mundo; y no lleva, como aquélla, una pequeña rama del viejo olivo, sino que derrama sobre la cabeza del nuevo progenitor la plenitud del crisma, para que se cumpla lo profetizado en el salmo: Por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con aceite de júbilo entre todos tus compañeros.

Hoy Cristo comienza la serie de sus signos celestiales al convertir el agua en vino. Más tarde, el agua se convertirá en el sacramento de su sangre, con lo que Cristo dará, a los que beban del vaso de su cuerpo, la auténtica bebida, dando así cumplimiento a las palabras del salmista: Y mi copa rebosa.