sábado, 13 de septiembre de 2025

DOCTORES DE LA IGLESIA

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Sábado, XXIII
De las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo
(homilía antes de partir en exilio, 1-3: PG 52, 427-430)

PARA MI LA VIDA ES CRISTO, Y LA MUERTE UNA GANANCIA

Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran tempestad nos amenaza: sin embargo, no tememos ser sumergidos porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se desate, no romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada podrán contra la barca de Jesús. Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La muerte? Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia. ¿El destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena. ¿La confiscación de los bienes? Nada trajimos al mundo; de modo que nada podemos llevarnos de él. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. No tengo deseos de vivir, si no es para vuestro bien espiritual. Por eso, os hablo de lo que sucede ahora exhortando vuestra caridad a la confianza.

¿No has oído aquella palabra del Señor: Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos? Y allí donde un pueblo numeroso esté reunido por los lazos de la caridad ¿no estará presente el Señor? Él me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas que me apoyo. Tengo en mis manos su palabra escrita. Éste es mi báculo, ésta es mi seguridad, éste es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es lo que ella me dice? Yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo.

Cristo está conmigo, ¿qué puedo temer? Que vengan a asaltarme las olas del mar y la ira de los poderosos; todo eso no pesa más que una tela de araña. Si no me hubiese retenido el amor que os tengo, no hubiese esperado a mañana para marcharme. En toda ocasión yo digo: «Señor, hágase tu voluntad: no lo que quiere éste o aquél, sino lo que tú quieres que haga.» Éste es mi alcázar, ésta es mi roca inamovible, éste es mi báculo seguro. Si esto es lo que quiere Dios, que así se haga. Si quiere que me quede aquí, le doy gracias. En cualquier lugar donde me mande, le doy gracias también.

Además, donde yo esté estaréis también vosotros, donde estéis vosotros estaré también yo: formamos todos un solo cuerpo, y el cuerpo no puede separarse de la cabeza, ni la cabeza del cuerpo. Aunque estemos separados en cuanto al lugar, permanecemos unidos por la caridad, y ni la misma muerte será capaz de desunirnos. Porque, aunque muera mi cuerpo, mi espíritu vivirá y no echará en olvido a su pueblo.

Vosotros sois mis conciudadanos, mis padres, mis hermanos, mis hijos, mis miembros, mi cuerpo y mi luz, una luz más agradable que esta luz material. Porque, para mí, ninguna luz es mejor que la de vuestra caridad. La luz material me es útil en la vida presente, pero vuestra caridad es la que va preparando mi corona para el futuro.

viernes, 12 de septiembre de 2025

PALABRA COMENTADA


 

Viernes 23 de tiempo ordinario

Año Impar

 

1Timoteo 1,1-2.12-14



REFLEXIÓN

 

Jesucristo, nuestra esperanza

 

Se expresa el gozo de la obra de Dios, como algo gratuito, por lo admirable de su intervención en elcurso de la historia de los hombres y los acontecimientos.

 

Con esta intervención Pablo se potenció para seguir a Cristo en trabajos, persecuciones y padecimientos apostólicos.

 

verdadero hijo en la fe

 

Se pueden criar hijos de carne y sangre, pero no necesariamente afiliarlos en la fe de Jesús.

 

Para eso se requiere la propia voluntad del candidato, movida por el Espíritu del Señor.

 

Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro

 

Una bendición que ensancha el corazón disponiéndolo para dar cabida a alguien mucho más grande: bondad, compasión y plenitud.

 

Son dones reconciliadores, sanadores, pacificadores, que mueven a la buena voluntad, a la colaboración, a la amistad, a la fraternidad.

 

que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio

 

yo antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente

 

En las cartas de influjo paulino se observa una subjetivación del proceso de conversión, expresado con fórmulas vivenciales en primera persona, y con la intención de comunicar intersubjetivamente el gozo de su hallazgo y encuentro con el Señor Jesús, en el camino de su existencia.

 

Pablo tropezó con una manifestación de Jesús vivo en su gloria, pero identificado con sus seguidores perseguidos, y vivió una desorientación que puso su mundo y orden patas arriba.

 

Volvió a nacer en el Espíritu, como en el evangelio de Juan se le dice a Nicodemo: para entrar en el reino hay que nacer de nuevo.

 

Dios tuvo compasión de mí, porque yo no era creyente y no sabía lo que hacía

 

No es un asunto de culpa sino de misericordia.

 

Hay malhechores que se arrepienten y entonces cobran un conocimiento y conciencia que no tenían, con una perspectiva nueva del daño inferido a otros.

Literalmente no sabían lo que hacían. Y aunque no debemos presumir que es el caso de todos, si podemos estar abiertos a considerar la verdad de la expresión: Perdónalos porque no saben lo que hacen, o que se hacen.

 

Porque el daño que hacemos a otros nos lo hacemos también, rasgando la unión fraterna y maltratando el cuerpo que todos somos.

 

Salmo responsorial: 15



REFLEXIÓN

 

Bendeciré al Señor, que me aconseja, / hasta de noche me instruye internamente

 

El creyente vivo en la fe se mece al compás del susurro del Espíritu, que lo toca misteriosamente con el influjo de los hechos y la sensibilidad del corazón.

 

Es una bendición lograr tal situación, porque se tiene la experiencia de habitar en un estrato en el que no hay soledad sino acompañamiento del Señor.

 

Lucas 6,39-42



REFLEXIÓN

 

¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

 

 

Pudiera estarse dando que somos ciegos conduciendo a otros ciegos, cuando nos aferramos o apegamos a nuestra ideología, filosofía, sabiduría, conocimiento, información, perspectiva o expresión de lenguaje, sin dejar ni el mínimo resquicio a la autocrítica, revaloración, re evaluación, re formulación o arrepentimiento y reconocimiento de un error.

 

Porque la soberbia es una ceguera, y la obediencia de fe es visión.

 

si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro

 

Estar en un aprendizaje tiene el riesgo de perder la perspectiva cuando se domina una etapa. Podemos alzarnos con lo que no es nuestro.

 

no reparas en la viga que llevas en el tuyo

 

Sin autocrítica que conduzca al cambio de mente es difícil ver ni mota ni ojo del hermano.

 

No aprendemos en los movimientos y activismo social, embriagados como estamos en la denuncia de la injusticia del otro.

 

Por eso caemos después en lo mismo que denunciamos.

 

¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano

 

O sea que somos hipócritas y que debo sacar mi viga que entorpece la visión correcta, para ver bien la mota y la pequeñez del otro que me saca de quicio y me hace intolerante.

 

Podría ser ciego por no ver, e hipócrita por no querer ver, pero pretender que veo para no dar mi brazo a torcer y rehuir el cambio necesario.

 

Hay situaciones en las que nos ensañamos con la culpabilidad de personas y colectivos, por el daño objetivo ocasionado, sin reconocer que no podemos ser sin más jueces puros e inocentes, sino que en todos tenemos algún grado de responsabilidad personal y social por acción u omisión.

 

Entonces brilla la sabiduría de la frase que dijo: el que esté sin pecado que tire la primera piedra.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1436285765068148748?s=20

https://x.com/motivaciondehoy  120925


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Viernes 23 de tiempo ordinario

Año Impar

 

1Timoteo 1,1-2.12-14

Salmo responsorial: 15

Lucas 6,39-42