lunes, 13 de diciembre de 2021

DOCTORES DE LA IGLESIA

 eres uno de los vírgenes que iluminas la gracia de tu cuerpo con el esplendor de tu espíritu
 
Del Libro de san Ambrosio, obispo, Sobre la virginidad
(Cap.12, 68. 74-75; 13, 77-78: PL 16 [edición 1845], 281. 283. 285-286)

ILUMINAS LA GRACIA DE TU CUERPO CON EL ESPLENDOR DE TU ESPÍRITU


Tú, que has salido de entre el pueblo, de entre la multitud, eres ciertamente una de las vírgenes que iluminas la gracia de tu cuerpo con el esplendor de tu espíritu (por eso, con toda razón, eres comparada a la Iglesia); así pues, en las noches, cuando estés en tu habitación, piensa siempre en Cristo y espera continuamente su llegada.

Así te desea Cristo, por eso te ha elegido. El entra cuando se le deja la puerta abierta; él, que ha prometido entrar, no puede faltar a su promesa. Abraza entonces al que has buscado, acércate a él y quedarás radiante; deténlo, pídele que no se vaya luego, suplícale que no se marche. Pues la Palabra de Dios suele pasar de prisa: si siente algún desdén, no se entrega; si no se le hace caso, se retira. Atiende con interés a lo que te diga, sigue con insistencia las huellas de sus palabras; pues suele retirarse pronto.

¿Qué dice la esposa del Cantar de los cantares? Lo busqué y no lo encontré, lo llamé y no respondió. Si se ha marchado muy pronto de ti aquel a quien llamaste, a quien suplicaste, a quien abriste tu puerta, no por ello pienses que le has desagradado, pues a veces quiere ponernos a prueba. ¿Qué fue lo que dijo, en el Evangelio, a las turbas que le rogaban que no se fuese? Es necesario que yo vaya a anunciar la palabra de Dios también a otras ciudades, porque ésa es mi misión. Así pues, si pareciere apartarse de ti, sal fuera y búscalo de nuevo por todas partes.

¿Quién más, si no es la santa Iglesia, puede enseñarte cómo retener a Cristo? Y ya te lo ha enseñado, si entiendes lo que lees: Apenas los pasé, encontré al amor de mi alma; lo abracé y ya no lo soltaré.

Y ¿cuál es la manera de retener a Cristo? No por la fuerza, no con los nudos de una soga, sino con ataduras de amor, con correas espirituales, con el afecto del alma es como se le retiene.

Si quieres tener a Cristo contigo, búscalo sin temor al sufrimiento; muchas veces, donde mejor se lo encuentra es en medio de los suplicios del cuerpo, entre las mismas manos de los perseguidores.

Apenas los pasé, hemos citado antes. Pasado un breve espacio de tiempo después que hayas escapado a los perseguidores, sin sucumbir a los poderes del mundo, Cristo te saldrá al encuentro y no permitirá que seas ya probada por mucho tiempo.

La que de este modo busca a Cristo, la que lo encuentra, puede exclamar: Lo abracé y ya no lo soltaré, hasta entrarlo en la casa de mi madre, en la alcoba de la que me llevó en sus entrañas. Esta casa y alcoba de tu madre no significa otra cosa que la parte más íntima de tu ser. Conserva bien esa casa, limpia bien sus rincones más escondidos, para que así, limpia de toda mancha, se levante como una casa espiritual, hasta formar un sacerdocio santo, consolidada por la piedra angular, y que el Espíritu Santo habite en ella.

La que de este modo busca a Cristo, la que le ruega, no queda abandonada por él; al contrario, él vuelve con frecuencia a visitarla, pues está con nosotros hasta el fin del mundo.

domingo, 12 de diciembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 3 de Adviento

Sofonías 3, 14-18ª



REFLEXIÓN

en medio(qereb:entre, dentro) de ti

Se anuncia una novedad: un Señor Dios que se ubicará entre nosotros como comunidad o fraternidad. Una presencia que habitará lo más profundo de nosotros mismos.

dirán a Jerusalén

Un repaso de la trayectoria de Jerusalén en la historia de salvación muestra etapas que bien pudiéramos asimilar a nuestra existencia, buscando paralelismos.

Desde los tiempos antiguos cuando era una ciudad cananea en las montañas, pasando luego ser posesión personal de David, a quien rinde su inexpugnabilidad. Transitando luego como sede del templo más famoso en tiempos de Salomón, hasta la desolación de su destrucción por Nabucodonosor. Luego su resurgimiento modesto hasta el famoso templo de Herodes en tiempos de Jesús, para terminar aniquilada definitivamente por los romanos en el año 70 después de Cristo.

Una ciudad de miles de años, que aún simboliza el deseo de posesión de pueblos enemistados, y el desafío para la unión de las religiones, y que en su nombre se vincula la palabra paz.

Toda una figura, arquetipo o  símbolo de una realidad sufrida y gloriosa, que busca un final feliz. Una realidad que anhela y espera que su suerte cambie.

Todo un símbolo para el adviento, de gentes, ciudades, pueblos que por millones anhelan paz.

Interleccional: Isaías 12, 2-3. 4bcd, 5-6



REFLEXIÓN

confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación

Y así como esta ciudad ha sido agredida pero ha escapado muchas veces, también nosotros viendo nuestra existencia desde antes hasta este punto, podemos celebrar que hemos sido sostenidos, más allá de los riesgos y peligros.

sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación

De Jerusalén se narra el tener un abastecimiento de agua que la hacía superar los sitios de los enemigos.

Nosotros desde la fe en quien nos asiste desde dentro y entre nosotros, nos abastecemos sin extinción, del favor y la fuerza del Señor.

Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel

Celebra nuestro adviento la llegada de lo pequeño, que en medio de nosotros se hará grande.

Filipenses 4, 4-7



REFLEXIÓN

Que vuestra mesura(epieikia:equidad) la conozca todo el mundo

La equidad es la capacidad de encontrar la justicia, en la aplicación del espíritu de la ley.

Es nuestro modo fraterno de proceder, el cual no se improvisa ni se planifica rígidamente, sino que se inspira en el Espíritu que domina la historia.

Celebramos en adviento la llegada de ese don de Dios que nos permite vivir en equidad.

Jerusalén como símbolo, ahora que está reducida, es más capaz de inspirar equidad en medio de la ambición y pugna de tantos intereses. Porque Jerusalén no es una urbe rica, si acaso estratégica.

Y de nuestro Señor de la historia, aparecido en el niño que va a nacer, celebramos el genio estratégico para intervenir oportunamente en la historia.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús

Roma está al servicio de Jerusalén. Tiene importancia provisional, entretanto se rehabilite la misión de paz de Jerusalén.

Al final de los tiempos?

Lucas 3, 10-18



REFLEXIÓN

"¿Entonces, qué hacemos?"

"El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo."

"No exijáis más de lo establecido."

"No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga."

Él os bautizara con Espíritu Santo y fuego

Por el mensaje concreto de Juan Bautista inferimos una postura de equidad que se exhortaba a sus oyentes, en cuanto a lo que estaba mandado: propiedad, impuestos, ejército.

También enfocaba al mesías que anunciaba como un juez que condenaría los injustos.

Era la visión de Juan, pero era provisional, preparatoria y al servicio de la Palabra que se encarnaría en Jesús.

Pero con ese advenimiento las previsiones del Bautista fueron relanzadas a dimensiones insospechadas. El tipo de equidad basada en el orden establecido no sería el parámetro fundamental sin un Espíritu de equidad fundamentado en el ágape.

El ágape que resulta del habitar del Señor en medio de nosotros, dentro de nosotros.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1469991514029834241?s=20