La Asunción
Apocalipsis 11,19a;12,1.3-6a.10ab
REFLEXIÓN
Se abrió en el cielo el santuario de Dios
En
contraposición al templo judío reservado en su santidad al Sumo Sacerdote, la
novedad es la santidad misma de Dios a disposición de todos
apareció el arca de la alianza
El arca
fue, mientras se habló de ella en los textos, el símbolo de la presencia
compañera de Dios en medio de su pueblo.
Ahora
vuelve a aparecer en el contexto de la novedad de la apertura del cielo.
Reiteradamente
el mismo Señor de Señores ha abierto el acceso.
Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con
doce estrellas.
Es un
símbolo del nuevo Israel, ahora la comunidad cristiana.
La
humanidad puede tener en algunas de sus culturas imágenes, iconos o
figuraciones de su imaginario que semejan esto que dice el Apocalipsis, o se
muestra en relatos de apariciones diversas.
Con lo
cual nos preguntamos: es un producto de nuestra imaginería y fantasía humana,
que proyecta, sueña, anhela o moviliza símbolos de su inconsciente? Habla más de
lo que anhelamos y preguntamos que lo que recibimos y se nos responde? Hay algo
trascendente en ello?
Fenómenos
de parecida naturaleza nos vuelven al punto cero: creer o no creer.
Estructuramos la existencia en base a una fe tenida como don y gracia, o vivimos
la existencia sin este prejuicio y asumimos plenamente nuestra horizontalidad.
Personalmente,
como tantos, preferimos asumir que transitamos la existencia con un
acompañamiento desde la concepción, que no se agota en lo meramente humano,
sino que conlleva un tú divino, trascendente; un tú del Señor, quien comparte
con nosotros un proyecto colaborativo, de transformación final de vida creada,
que ya está en proceso.
Un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y
siete diademas en las cabezas
Los
iconos que señalan realidades de transformación positiva como los de la mujer
apocalíptica no son los únicos, sino que se dan imágenes de terror, pánico y
daño como la del dragón, que podemos reconocer en las expresiones de culto
satánico y la afición por lo horrendo que se viene dando en nuestras culturas.
Por así
decirlo los hombres y mujeres de este siglo, seguimos proyectando ante nosotros
creaciones que enaltecen o envilecen.
En el
mecanismo de evasión que recompone nuestra dinámica inconciente, tales
creaciones pueden constituir realidades extremas vividas como el hambre, la
violencia, la opresión en mil formas, que deseamos conjurar con mitologías de
demonios y el género del terror.
El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar luz,
dispuesto a tragarse el niño en cuanto naciera
Pero se
mantiene el poder sangriento del enemigo del reino.
Todo cambio tiene un acechador y una acechanza,
dispuesta a destruirlo, burlando la esperanza que se engendra.
Se
muestra en el libro final de la Palabra, lo que apareció en el primer libro, el
Génesis: una confrontación entre la madre y la vida que da a luz y la fuerza
opuesta a la vida, la muerte en sus diversas presentaciones. Eros y Tánatos.
Ejes básicos del devenir humano de la creación.
Hay una
tenacidad del maligno pero tembién un empecinamiento y profundización del
benigno, el dominio celeste del Señor de la Historia y sus agentes y enviados.
barrió del cielo un tercio de las estrellas,
Con
parte del nuevo pueblo de Dios, que son aquellos fieles que van cayendo
martirialmente en la lucha. Son la avanzada de la nueva creación.
Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro
a los pueblos.
Pero no
elimina el futuro de esperanza que aguarda al nuevo pueblo, trazando un
paralelo con el comienzo de la creación, en Génesis. De principio a fin nos
atraviesa la esperanza.
Hoy
gustaríamos que no sólo el varón sino la mujer, también esté en capacidad de un
gobierno que traiga esperanza.
La mujer
es hoy vista como una alternativa de logro ante los fracasos del varón al
frente de sus responsabilidades.
Sucede
con la mujer-esperanza como los sepulcros blanqueados que los fariseos ofrecían
a los profetas, que sus padres habían apedreado. Una complicidad sorda que
pretende lisonjear superficialmente mientras la realidad es de opresión y
victimización.
Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios
Lo cual
pone a salvo la obra del Señor, su designio de salvación para el pueblo.
El
vástago está bajo la custodia del Señor.
La
resurrección de Jesús podría ser uno de los momentos de manifestación de esa
protección.
En esta
vida se manifiesta el trasfondo de acechanza, el arrebato hacia el Padre y un
reinado de Dios, mediado en Cristo y ya establecido.
En estos
movimientos o dinámica estamos insertos: todo nos habla de ello. Somos llevados
a escrutar cuál signo es de qué, para que nuestras decisiones sean alumbradas
por su designio salvífico.
Experimentamos
resistencias y dilemas porque está en juego una realidad definitiva que
trasciende la apariencia. Pero en lo definitivo también nos la jugamos, con
posibles desviaciones.
Por eso
hacemos bien en actualizar constantemente nuestra petición de acompañamiento.
La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado
por Dios
Su
pueblo entretanto también goza de la cercanía del Señor.
El
desierto es el lugar simbólico donde la sabiduría del Espíritu lo encuentra.
Y en efecto ocurre una estrategia de rescate del
cambio, que de todos modos se realiza, aunque aparentemente-huida al
desierto-no parezca tal. No toda derrota deja de ser una victoria.
Los caminos del Altísimo van más allá de nuestros
cálculos. El nos lleva a una lectura que trasciende nuestras lógicas
previsibles, pero estériles.
Se oyó una gran voz en el cielo: "Ahora se estableció
la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su
Cristo."
En el
elegido de Dios, formado en el pueblo elegido, el Mesías, se abre el cielo, la
comunicación con el Señor ha quedado reestablecida.
La
comunidad eclesial cristiana desde antiguo rescató estos textos para ubicar en
María, la madre histórica de Jesús, un sentido específico de revelación y
concluyó que ella como Jesús eran Mesías, elegidos para la comunicación del
Señor con su pueblo.
Aunque
ningún texto en directo alude a la resurrección de María, un sentido popular le
otorgó a ella lo de Cristo.
Aunque
las imágenes-apariciones de la virgen utilicen algunas de las vestimentas
apocalípticas, éstas tiene un sentido genérico del pueblo cristiano en lucha de
fe, pero un sentido más específico, en torno a María, se fue imponiendo a lo
largo de los años.
La
devoción a María, madre de Jesús, no debiera desarraigarse de este contexto más
amplio, en el cual ella tiene relieve y protagonismo.
Pero se nos convoca y provoca a generar una mayor
esperanza por la promesa de la voz en el cielo, de que su poder prevalecerá.
"Ahora se estableció la salud y el poderío, y el
reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo."
Se proclama
la esperanza sobre el triunfo de la vida que será dada a luz. No obstante el
sufrimiento y los peligros, la vida triunfará. No cualquiera, sino la
transformada.
Salmo responsorial: 44
REFLEXIÓN
de pie a tu derecha está la reina
El
programa de género puede caer en el callejón sin salida de la prescindencia del
varón, y encallar en una versión prometeica de la realización de la mujer.
Escucha, hija, mira: inclina el oído
No
desprecies lo que la vida te ofrece como material de transformación.
prendado está el rey de tu belleza
Ignacio
de Loyola en ciertos coloquios especiales de los ejercicios espirituales,
ubicaba la intercesión de María como una cierta garantía de que la oración
sería recibida por el Padre Dios de Jesús Cristo y su madre.
Se añade
el sentido de eficacia que se muestra en la dinámica humana, cuando lo que
hagas con la madre, lo agradece el hijo.
Es un
motivo más de confianza que enriquece nuestra ofrenda.
Oramos
en, con y através de María como un tributo de credibilidad a nuestra fe, que
entiende la mujer como una representante de la marginación milenaria. En ella
también se entiende, que lo que hagamos con una de estas pequeñas, lo hacemos
con María, en Jesús.
1Corintios
15,20-27ª
REFLEXIÓN
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de
todos
En Cristo se dio el cambio fundamental muerte-vida
definitiva
primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva,
todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios
Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza
La
aclamación popular multisecular más que la posible manipulación de la jerarquía
católica llevó a ubicar a María entre las primicias, como la resurección de
Jesús.
Él está
volviendo para todos y cada uno, individualmente, en la muerte de cada uno, y
todos quedamos a la espera del momento en que devuelva al Padre su reino.
Cristo
puede haber vuelto ya en la resurrecciòn de los suyos que se va efectuando a
medida que la historia corre. Entre ellos María la madre.
En cada
uno suyo que muere, Cristo vuelve y lo transforma para estar con él.
Y se abre con El un proceso de
cambio en contra del poder que se opone al cambio profundo.
Lucas 1,39-56
REFLEXIÓN
"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de
tu vientre!
Bendita
en todo sentido, como el estar a la derecha de su hijo en la vida transformada.
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Una base
para el título de madre de Dios.
la criatura saltó de alegría en mi vientre
La
visita de María se reconoce como portadora de alegría, señal de presencia del
Espíritu Santo.
Las
apariciones, en su carácter teológico, prolongan este rasgo de la visita de
María, quien derrama Espíritu y gozo que contribuye al crecimiento eclesial de
su hijo.
Sería
una base para el título de madre de la Iglesia.
Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el
Señor se cumplirá.
María
muestra la felicidad de creer en la Palabra de Dios.
Qué hubiera sido de este último proyecto de Dios si
María no cree? Ella lo posibilita como paradigma de fe, porque Jesús beberá el
proyecto de Dios de sus pechos.
Hay un
gozo especial en poder vivir la existencia estructurada desde el prejuicio de
fe.
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se
alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su
esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso
ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a
sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa
a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los
humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide
vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo
había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia para
siempre."
Los
motivos de acción de gracias en María: su propia vida transformada, la contemplación
de la justicia de Dios y el amor fiel del Señor por su pueblo elegido.
En esto
María es nuestro paradigma de acción de gracias, como el Padrenuestro es el de
Jesús su hijo.
Es la
proclama de una revolución que viene prometida desde antiguo, desde la primera
alianza: los olvidados, los invisibilizados … al poder!.
Para que
no se mantenga la maldición por la que unos se aprovechen de otros, en base al
poder que adquieren.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1559152139561275394?s=20&t=TqNXHEKcBvREJBsVAelN6w