martes, 23 de mayo de 2023

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


San Basilio el Grande Libro sobre el Espíritu Santo 9,22-23

¿Quién, habiendo oído los nombres que se dan al Espíritu, no siente levantado su ánimo y no eleva su pensamiento hacia la naturaleza? Ya que es llamado Espíritu de Dios y Espíritu de verdad que procede del Padre; Espíritu firme, Espíritu generoso, Espíritu Santo son sus apelativos propios y peculiares. Hacia él dirigen su mirada todos los que sienten necesidad de santificación; hacia él tiende el deseo de todos los que llevan una vida virtuosa, y su soplo es para ellos a manera de riego que los ayuda en la consecución de su fin propio y natural. Él es fuente de santidad, luz para la inteligencia; él da a todo ser racional como una luz para entender la verdad. Aunque inaccesible por naturaleza, se deja comprender por su bondad; con su acción lo llena todo, pero se comunica solamente a los que encuentra dignos, no ciertamente de manera idéntica ni con la misma plenitud, sino distribuyendo su energía según la proporción de la fe.

REFLEXIÓN

Ser dignos del Espíritu Santo, de su santificación, es un reclamo de los que administran los actos de santificación en nombre del mismo Espíritu. O sea sus ministros, llámense pastores, obispos, sacerdotes, eclesiásticos, religiosos …Pero sobre los que se declara la dignidad, quienes no han sido ungidos como voceros del Espíritu, permanece la incertidumbre sobre su propio proceso de santificación, porque los criterios que se les aplican pueden ser varios, desde muy estrictos a muy laxos. Es decir, sienten depender de los ungidos su propia justificación. Y ésta puede entrar en contraposición sobre lo que dicta la propia conciencia.

Simple en su esencia y variado en sus dones, está íntegro en cada uno e íntegro en todas partes. Se reparte sin sufrir división, deja que participen en él, pero él permanece íntegro, a semejanza del rayo solar cuyos beneficios llegan a quien disfrute de él como si fuera único, pero, mezclado con el aire, ilumina la tierra entera y el mar. Así el Espíritu Santo está presente en cada hombre capaz de recibirlo, como si sólo él existiera y, no obstante, distribuye a todos gracia abundante y completa; todo disfrutan de él en la medida en que lo requiere la naturaleza de la criatura, pero no en la proporción con que él podría darse.

REFLEXIÓN

De qué capacidad se trata? Porque al acoger a todos los que deseen al bautismo en nombre de Jesús, se parte del reconocimiento del propio pecado, por propia voz o por un vocero o vocera. Pero para lo que venga después en orden al crecimiento de la vida santa, sólo se dispone de mandatos, exhortaciones, consejos, que se mantienen fuera del propio reconocimiento. Si éste no se abre paso a la confesión explícita de la pecaminosidad, nadie puede juzgar del interior. Sólo especular.

Por él los corazones se elevan a lo alto, por su mano son conducidos los débiles, por él los que caminan tras la virtud, llegan a la perfección. Es él quien ilumina a los que se han purificado de sus culpas y al comunicarse a ellos los vuelve espirituales. Como los cuerpos limpios y transparentes se vuelven brillantes cuando reciben un rayo de sol y despiden de ellos mismos como una nueva luz, del mismo modo las almas portadoras del Espíritu Santo se vuelven plenamente espirituales y transmiten la gracia a los demás.

REFLEXIÓN

Porque el Espíritu Santo suaviza lo rígido, como dice la secuencia de su fiesta, y los corazones entenebrecidos, sólo por su unción se abren a recibir la santificación y hablar de su responsabilidad en el tejido de injusticia, en el que todos somos protagonistas.

De esta comunión con el Espíritu procede la presciencia de lo futuro, la penetración de los misterios, la comprensión de lo oculto, la distribución de los dones, la vida sobrenatural, el consorcio con los ángeles; de aquí proviene aquel gozo que nunca terminará, de aquí la permanencia en la vida divina, de aquí el ser semejantes a Dios, de aquí, finalmente lo más sublime que se puede desear: que el hombre llegue a ser como Dios.

REFLEXIÓN

Son signos de vivir bajo su influjo. Sólo así se puede vivir en el Misterio sin sentirse en el absurdo.

lunes, 22 de mayo de 2023

PALABRA COMENTADA

 Lunes 7 de Pascua

Hechos 19,1-8



REFLEXIÓN

"¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?" Contestaron: "Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo."

Los relatos marcan la diferencia. Uno es el bautismo de Juan, por agua solo. Otro el bautismo del Espíritu, en el cual no siempre se menciona el agua.

La recién estrenada comunidad de Jesús glorificado, ostentaba fuertemente el énfasis del Espíritu Santo como su distintivo.

Era una forma precisa de proclamar la novedad que se estaba viviendo y cómo asumían la realización de la promesa de Yavé a Israel, desde Abraham.

Las iglesias de corte cristiano, incluyendo la cátolica romana latina y oriental, ubican en lugar de honor la vigencia del Espíritu Santo, como el que rige la vida en el espíritu de los creyentes.

Se dan de tiempo en tiempo avivamientos de fe que se atribuyen al Espíritu Santo, durante los cuales toda la praxis creyente se llena de energía y entusiasmo, mediante los dones atribuídos al Señor.

Sin embargo, como en todo lo que los humanos emprendemos, muchas de estas prácticas saben a magia, porque se pretende lograr la ostentación de la posesión del Espíritu Santo a base de clamores, devociones, exorcismos, ritos de sanación, tal como se podría dar en una feria supersticiosa.

Porque la vivencia del Espíritu más bien se manifiesta en la discreta caridad. En el amor discernido.

Cuando Ignacio de Loyola elaboró las constituciones de su mínima Compañía de Jesús, fue de lleno al núcleo de la vida cristiana.

Ninguna ley ni constitución escrita se sostiene sin la interna ley del amor, que escribe el Espíritu Santo en los corazones de hombres y mujeres de este mundo.

Se trata de un don del Señor, no de un cerco que impongamos. Se trata de su amor increado y gratuito, no de un objeto de magia.

"El bautismo de Juan era signo de conversión, y él decía al pueblo que creyesen en el que iba a venir después, es decir, en Jesús."

Estos dos bautismos permanecen en vigencia, como enfoques de la fe en Jesús de Nazareth.

El de Juan, que es conversión se queda a las puertas del reino.

El del Espíritu hace el reino por medio del ágape y la fraternidad.

Ubi charitas et amor, ibi Deus est.

Donde hay caridad y amor, allí está Dios.

se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar

Eran gestos y señales atribuídos al Espíritu santo y su posesión.

Hoy también son apetecidas estas señales. Incluso timbre de orgullo para quienes las manifiestan.

Hemos de recordar que en el pasado según las Escrituras hubieron falsos de todo: Profetas, sacerdotes, reyes y pueblo.

Y distinguir los falsos de los auténticos era un trabajo de discernimiento y tiempo.

Hablar en lenguas se considera una manifestación de la presencia del Espíritu Santo. Es algo muy apetecido, como don, por grupos pentecostalistas. No parece significar gran cosa para quienes no pertenecen a eso. Es que tiene una versión actual?

Parece estar asociado a un hablar inspirado por Dios que todos entienden en su propia lengua. Una unificación operada por el Espíritu de Dios que supera la división de la torre de Babel.

Es un carisma para la construcción de un cuerpo desde la diversidad de naciones y mentalidades. Un mensaje oportuno siempre para hacer frente a nuestros conflictos, discordias, guerras y venganzas.

Salmo responsorial: 67



REFLEXIÓN

Padre de huérfanos, protector de viudas,

Dios prepara casa a los desvalidos

La preparación es en el tiempo del Señor, en la eternidad, en el eón futuro y trascendente.

Traducirlo a nuestro cronograma nos acarrea tensión por la espera. La fortaleza de la esperanza es un requisito indispensable.

Y la esperanza para fortalecerse necesita nutrirse. Lo hace con los gestos y signos que aportan calidad de vida al desvalido.

Un asilo puede representar- como símbolo -la casa del Padre, porque allí encuentran cobijo los desventurados que no tienen quién los provea.

Juan 16,29-33



REFLEXIÓN

no usas comparaciones

Solo podemos echar mano de las comparaciones por ser criaturas cuyo lenguaje es la creación. Aun el maestro Jesús así lo practicó.

Si lo aceptamos a él como revelador del Padre, pero utiliza comparaciones, quiénes somos para menospreciarlas?

Las comparaciones abren un resquicio, un umbral mínimo por donde se cuela la luz de la vida eterna.

Por eso los discípulos en los momentos del encuentro con Jesús viviente apreciaron que se estaba dando un más allá de las comparaciones. Habitaron por un tiempo incontable la luz de la vida que no se apaga, ni termina.

"¿Ahora creéis?

os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo

Pero curiosamente la vivencia transitoria del eón definitivo no es garantía de congruencia de fe. Puedo subir hasta el séptimo cielo y proceder contra la fraternidad del ágape.

Por eso nuestra fe no brilla por la pirotecnia que las señales atribuídas al Espíritu Santo ofrecen, sino por las obras.

no estoy solo, porque está conmigo el Padre

Jesús es el hombre nuevo, el hombre sano. Todo lo contrario del hombre enfermo aun mentalmente, por el conflicto con la imagen del Padre.

Porque el Padre para los hombres y mujeres es el compendio de los padres y cualquier figura que ejerza un rol parental.

Cuando se profundiza en el malestar mental de nuestro tiempo, que tanto afecta las buenas y maduras decisiones, aparece el conflicto no resuelto con el Padre y Madre.

Por eso los creyentes que comparten el ágape en fraternidad, van restaurando la imagen parental y rehabilitantdo su sana vigencia.

En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo

Si este acaecer que me conflictúa es parte de vivir el evangelio, las aflicciones son manifestaciones del paso del Señor Jesús.

Pero aún en eso no hay seguridad, porque el propio amor, querer e interés del ego se mantiene imbricado y resta todavía por purificar.

Tener valor es necesario para subsistir en esta purificación y deconstrucción de mi hombre viejo.

La paz con lucha, la gloria con cáliz. Esto se nos promete. Pero no estamos solos sino fortalecidos por el Espíritu.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1660609434740031489?s=20

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Hechos 19,1-8

La fraternidad conremporánea con los miembros de la sinagoga es una benéfica sinergia que enriquece a los gentiles, pero tiene un límite: la confesión de Jesús como el Mesías que había de venir, proclamado como Hijo de Dios igual a Dios por los gentiles. Estamos ante un problema o desafío para la unidad que se nos presenta complejo por los ethos en relación: judaísmo y cristianismo. Ambos credos de fe con posibilidades de ideologías dominantes.

Salmo responsorial: 67

Mientras los guerreristas disputan la supremacía del poder, en todo tiempo y lugar, aun los santos, las víctimas se multiplican como legión de damnificados, condenados a una vida sin calidad, y un futuro que imprime miedo y angustia.

No es sólo alabar y rogar por la Paz, sino también cooperar con ella en todo tiempo y lugar, aun los santos.

Juan 16,29-33

La ironía joanea se manifiesta en el contraste de las afirmaciones de los apóstoles y de Jesús. Es la técnica dialéctica por excelencia de este autor, por la cual verifica que la profundidad del mensaje , no está en sólo entender, ni en comunicar perfecto. Nos ayuda en nuestro servicio a la Palabra eterna, saber que Jesús se sabe solo en la correcta comprensión, y a los que le siguen no se les depara algo distinto.