Viernes 17 de tiempo ordinario[i]
Jeremías 26, 1-9
1Al comienzo del reinado de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta
palabra del SEÑOR: 2"Así dice el SEÑOR: 'Ponte en el atrio de la casa del SEÑOR, y habla
a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del SEÑOR, todas
las palabras que te he mandado decirles. No omitas ni una palabra. 3'Tal vez escuchen y cada uno se vuelva de su mal camino, y Yo me arrepienta
del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus obras.' 4"Tú les dirás: 'Así dice el SEÑOR: "Si no Me escuchan, para
andar en Mi ley que he puesto delante de ustedes, 5para que escuchen las palabras de Mis siervos los profetas que les he
enviado repetidas veces, pero no los han escuchado, 6entonces pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición
para todas las naciones de la tierra."'"
7Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir
estas palabras en la casa del SEÑOR. 8Cuando Jeremías terminó de decir todo lo que el SEÑOR le había mandado que
hablara a todo el pueblo, lo apresaron los sacerdotes, los profetas y todo el
pueblo, diciendo: "De cierto, morirás. 9"¿Por qué has profetizado en nombre del SEÑOR, diciendo: 'Esta casa
será como Silo y esta ciudad quedará desolada sin habitante alguno?'" Y
todo el pueblo se congregó contra Jeremías en la casa del SEÑOR.
COMENTARIO
Ponte en el atrio del templo y di a todos
los ciudadanos de Judá que entran en el templo para adorar, las palabras que yo
te mande decirles; no dejes ni una sola
Un
profeta puesto en el sitio más populoso de la ciudad, proclamando de parte de
Dios un mensaje que tiene poco de adulación demagoga.
Una
vocación como la del profeta es para identificarse con el designio del Señor,
en contra de otros planes.
Es una
lucha para persuadir los oyentes sobre un designio superior que no está alejado
de las aspiraciones más profundas de todos por la realización de sus sueños.
No se
trata de estafar con baratijas a los incautos, sino de mostrar la única
realidad sólida:la justicia y misericordia del Señor.
entonces trataré a este templo como al de
Silo, a esta ciudad la haré fórmula de maldición para todos los pueblos de la
tierra
Esta
profecía ya cumplida se plasma después que Jerusalén y su Templo han sido
destruídos por el Imperio Neobabilonio hacia el mediados del siglo VI antes de
Cristo.
Es
posible que fuera puesta por escrito por quienes recogieron las palabras del
profeta ya muerto, recordando sus
advertencias para confirmarlas.
Las
consecuencias históricas negativas o desfavorables para el bienestar, salud o
vida están abiertas a muchas intepretaciones.
Pero la
Palabra ofrece la causa más profunda: si nos hubiéramos convertido de nuestra
mala conducta la historia sería diferente.
lo agarraron los sacerdotes y los profetas
y el pueblo, diciendo: Eres reo de muerte
Las
realidades que salen a nuestro encuentro en nuestra existencia son como
mensajeros del Señor.
De
nuestra parte figura la responsabilidad de asumirlas como llamadas a la
conversión de una conducta más cónsona con el bien común.
No
obstante que la Palabra se dirija a nuestra conciencia ética, las decisiones
deben refractarse en la red social tejida en nuestra existencia.
Salmo responsorial: 68
COMENTARIO
¿Es que voy a devolver / lo que no he
robado?
Si hemos
actuado correctamente vamos a culparnos si nos confrontan por haberlo hecho?
Por ti he aguantado afrentas, / la
vergüenza cubrió mi rostro. / Soy un extraño para mis hermanos, / un extranjero
para los hijos de mi madre; / porque me devora el celo de tu templo, / y las
afrentas con que te afrentan caen sobre mí
Es la
desolación de Jesús, su cosecha de profeta.
Un
trabajo mal remunerado aparentemente, con la mirada puesta en un valor
definitivo: la vida orientada por la Palabra.
Pero mi oración se dirige a ti, / Dios mío,
el día de tu favor; / que me escuche tu gran bondad, / que tu fidelidad me
ayude.
Jesús
oraba constantemente para arrostrar esa desolación y seguirse convenciendo que
era más valioso, era lo más valioso jugársela por el reino de la Palabra y su
designio.
Mateo 13, 54-58
54Y llegando a Su pueblo, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal
manera que se maravillaban y decían: "¿Dónde obtuvo Este tal sabiduría y
estos poderes milagrosos? 55"¿No es Este el Hijo del carpintero? ¿No se llama Su madre María, y
Sus hermanos Jacobo (Santiago), José, Simón y Judas? 56"¿No están todas Sus hermanas con nosotros? ¿Dónde, pues, obtuvo Este
todas estas cosas?" 57Y se escandalizaban a causa de El. Pero Jesús les dijo: "No hay
profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa." 58Y no hizo muchos milagros allí a causa de la incredulidad de ellos.
COMENTARIO
"¿De dónde saca éste esa sabiduría y
esos milagros?
El
entorno común y sencillo de Jesús ocultaba la fuente de su calidad de Palabra.
Era relativizable como cualquier palabra humana. Ausencia de prepotencia que se
ponía a cuenta de su debilidad.
Como a
lo largo de toda la Promesa y Alianza en las Escrituras, la debilidad se
mostraba como el signo de la gloria del Señor.
¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su
madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas?
Jesús
fue un humano entre los humanos, y las fuentes no esconden su entorno común,
pero admirable y contrastante. Entonces ¿por qué en los siguientes siglos se
fue dando la tendencia a encumbrarlo y divinizarlo a la manera de los dioses
paganos? Fue el costo de evangelizar en la cultura helena?
Sólo en su tierra y en su casa desprecian a
un profeta
El coterráneo cree conocer todo por conocer las
circunstancias de tiempo y lugar de una persona.
Es muy común desconocer o resistirse a aceptar que los que
fueron una vez vecinos y conocidos han crecido y se han transformado para bien.
Un género
de envidia y maledicencia del que no se escapó Jesús.
Y no hizo allí muchos milagros, porque les
faltaba fe
Cuando
la fe es don de lo alto no menosprecia las realidades más humildes por las que
puede llegar la comunicación del Señor y su designio.
El
enfoque inclusivo de nuestro tiempo manifiesta algo de esta mirada que le
debemos a todas las realidades humildes, porque se trata de acoger minorías y
ver el mundo desde su perspectiva disminuída por la dominancia: Mujeres,
indígenas, homosexuales, discapacitados, empobrecidos, inermes.
Todos
los excluídos de la mesa de festín de los dominantes.
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