Jueves, XXXIV semana
San
Juan Crisóstomo Homilías sobre el evangelio de san Mateo 33,1.2
Mientras
somos ovejas, vencemos y superamos a los lobos, aunque nos rodeen en gran
número; pero, si nos convertimos en lobos, entonces somos vencidos, porque nos
vemos privados de la protección del Pastor. Este, en efecto, no pastorea lobos,
sino ovejas, y, por esto, te abandona y se aparta entonces de ti, porque no le
dejas mostrar su poder. Es como si dijera: «No os alteréis por el hecho de que
os envío en medio de lobos y, al mismo tiempo, os mando que seáis como ovejas y
como palomas. Hubiera podido hacer que fuera al revés y enviaros de modo que no
tuvierais que sufrir mal alguno ni enfrentaros como ovejas ante lobos, podía
haberos hecho más temibles que leones; pero eso no era lo conveniente, porque
así vosotros hubierais perdido prestigio y yo la ocasión de manifestar mi
poder. Es lo mismo que decía a Pablo: Te basta mi gracia: la fuerza se realiza
en la debilidad. Así es como yo he determinado que fuera». Al decir: Os mando
como ovejas, dice implícitamente: «No desmayéis: yo sé muy bien que de este
modo sois invencibles». Pero, además, para que pusieran también ellos algo de
su parte y no pensaran que todo había de ser pura gracia y que habían de ser
coronados sin mérito propio, añade: Por eso, sed sagaces como serpientes y
sencillos como palomas. «Mas, ¿de qué servirá nuestra sagacidad –es como si
dijesen– en medio de tantos peligros? ¿Cómo podremos ser sagaces en medio de
tantos embates? Por mucha que sea la sagacidad de la oveja, ¿de qué le
aprovechará cuando se halle en medio de los lobos, y en tan gran número? Por
mucha que sea la sencillez de la paloma, ¿de qué le servirá, acosada por tantos
gavilanes?» Ciertamente, la sagacidad y la sencillez no sirven para nada a
estos animales irracionales, pero a vosotros os sirven de mucho.
REFLEXIÓN
La física
cuántica ha llegado hasta el último bastión de la encriptada materia, haciendo
muchos esfuerzos tecnológicos para escudriñar micro y telescópicamente, en un
derroche de tenacidad e ingenio, generacionalmente. Se encuentra con un
misterio, nuevamente, porque por ahora el estado elemental, es uno doble:
corpúsculo y onda. Refraseo de Hamlet con sus dilema ser o no ser. Aquí más
bien es ser así y así. Como un patrón, una huella del Misterio Creador que
participa a sus criaturas también espirituales: si son ovejas del rebaño
deberán ser sagaces y manos, como serpientes y palomas. Todavía tenemos pocos
ejemplos de este tipo, incluso entre las ovejas.
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