Sábado 23 de tiempo ordinario
1Corintios 10, 14-22
14Por tanto, amados míos, huyan de la idolatría. 15Les hablo como a sabios; juzguen ustedes lo que digo. 16La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre
de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo? 17Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo;
porque todos participamos de aquel mismo pan. 18Consideren al pueblo de Israel: los que comen los sacrificios, ¿no
participan del altar? 19¿Qué quiero decir, entonces? ¿Que lo sacrificado a los ídolos es algo, o
que un ídolo es algo? 20No, sino que digo que lo que los Gentiles sacrifican, lo sacrifican a los
demonios y no a Dios; no quiero que ustedes sean partícipes con los demonios. 21Ustedes no pueden beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no
pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. 22¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos, acaso, más fuertes que El?
COMENTARIO
El cáliz de la bendición que bendecimos,
¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión
con el cuerpo de Cristo?
Estar
contigo y compartir entre nosotros genera algún grado de comunión, de
fraternidad.
Ya no
somos enteramente extraños, ni incomunicados.El compartir de la familia, de la
pareja, de los grupos con los con se tiene contacto profesional, ministerial.
Hay una
demanda de solidaridad en esos contactos, una salida del anonimato y una
construcción de redes sanadoras, positivas y amorosas, sopladas o inspiradas
desde dentro con una energía suave, pacífica, intensa y profunda.
los gentiles ofrecen sus sacrificios a los
demonios, no a Dios, y no quiero que os unáis a los demonios.
Hoy se
revalora la cultura indígena y sus sacrificios. Ya no se les llama demonios.
Pero
entre los mismos indígenas había cultos más humanos que otros, menos dañinos
que otros.
Como entre
nosotros, hay elementos de la cultura que favorecen y otros que no la
fraternidad y la comunión en Cristo.
No podéis beber de los dos cálices, del del
Señor y del de los demonios
Es como
el cojear que denunciaba Elías:baal y Yavé.
Pero
cómo evitar un crecimiento o decrecimiento en el sincretismo, que afirma uno y
debilita otro en un proceso de purificación o de degeneración.
¿Vamos a provocar al Señor?
Una cosa
es la maldad y otra la debilidad. Es lo que debemos discernir.
Salmo responsorial: 115
COMENTARIO
¿Cómo pagaré al Señor / todo el bien que me
ha hecho? / Alzaré la copa de la salvación, / invocando su nombre
Tú me
has sacado de la idolatría, así sea en intención y gracia.
Nos
queda irte agradeciendo con el alzar de la copa y la comida de tu pan, para que
este proceso no se detenga y se profundice tu purificación.
Cumpliré al Señor mis votos / en presencia
de todo el pueblo
Habíamos
hecho votos y promesas en tu presencia y no los seguimos cumpliendo. A menos que
en la práctica rutinaria de nuestra vida posterior, hayamos podido con tu
gracia entrar en el proceso de entrega de lo que una vez te prometimos, pero
sin una estructura determinada institucional.
Lucas 6, 43-49
43"Porque no hay árbol bueno que produzca fruto malo, ni a la inversa,
árbol malo que produzca fruto bueno. 44"Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porque los hombres no
recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza. 45"El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno;
y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia
del corazón habla su boca.
46"¿Por qué ustedes Me llaman: 'Señor, Señor,' y no hacen lo que Yo
digo? 47"Todo el que viene a Mí y oye Mis palabras y las pone en práctica,
les mostraré a quién es semejante: 48es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó
cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con
fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien
construida. 49"Pero el que ha oído y no ha hecho nada, es semejante a un hombre que
edificó una casa sobre tierra, sin echar cimiento; y el torrente dio con fuerza
contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa."
COMENTARIO
No hay árbol sano que dé fruto dañoso, ni
árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto
A la
vista de algunos resultados parciales en nuestro servir nos consuela esta
palabra, porque sostienes nuestra sanidad por encima de lo dañoso.
El que es bueno, de la bondad que atesora
en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal, porque
lo que rebosa del corazón, lo habla la boca
Viniendo
de ti es muy alentador esta palabra.
Por
encima de las constantes denuncias del acusador, quien logra desanimarnos y
deprimirnos, haciéndonos sentir indignos de ti.
Hacer el
bien esporádicamente puede ser improvisación, pero mantenerse en el bien obrar
no.
Por que me llamáis "Señor,
Señor", y no hacéis lo que digo? El que se acerca a mí, escucha mis
palabras y las pone por obra, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno
que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una
crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque
estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone por obra, se parece a
uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el
río, y en seguida se derrumbó desplomándose".
Escuchar
y obedecer la palabra, como construir sobre cimiento de roca, requiere una
dedicación, un tiempo. No es asunto de magia, sino de amor.