Miércoles 25 de tiempo ordinario
Proverbios 30, 5-9
5Probada es toda palabra de Dios; El es escudo para los que en El se
refugian.
6No añadas a Sus palabras, No sea que El te reprenda y seas hallado
mentiroso.
7Dos cosas te he pedido, No me las niegues antes que muera:
8Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas, No me des pobreza ni
riqueza; Dame a comer mi porción de pan,
9No sea que me sacie y te niegue, y diga: "¿Quién es el SEÑOR?" O
que sea menesteroso y robe, Y profane el nombre de mi Dios.
COMENTARIO
La palabra de Dios es acendrada, él es
escudo para los que se refugian en él
Vivimos
y combatimos. Combatimos para vivir. Vivimos combatiendo.
Son
expresiones que surgen de la experiencia de vivir en la cotidianidad, luchando
por los bienes necesarios, aspirando a los bienes imperecederos.
Vivir a
plenitud requiere esfuerzo y conciencia, sin dormirse para no perder.
En ese
contexto la Palabra del Señor se ofrece a acompañarnos como un soldado
experimentado.
Y nos
brindará protección y fuerzas más allá de cualquier ensalmo mágico o
supersticioso, tan socorrido por gentes de toda clase y cultura.
No añadas nada a sus palabras, porque te
replicará y quedarás por mentiroso
Jesús de
Nazareth asumió el programa de simplificación de la Palabra de Dios,
exageradamente adornada con leyes y reglamentos farisaico.
Por eso
los escuchas lo oían con gusto y admiraban que hablaba con autoridad por sí
mismo, no como los escribas que se apoyaban en otras autoridades.
Jesús
nos legó pocas cosas: dos mandamientos que son uno: Amar a Dios y al prójimo.
El resto sobra.
no me des riqueza ni pobreza
Se refiere
a la riqueza escandalosa como la que actualmente poseen los tres mil
millonarios del mundo o a la escandalosa miseria de millones de personas en
diferentes continentes?
Podría
ser, pero hemos de verlo en nuestra escala y localidad, para ubicarnos en aquella
situación bendita que no se olvida de dar gracias al Señor, ni tampoco lo
maldice.
Salmo responsorial: 118
COMENTARIO
Considero tus decretos, / y odio el camino de la mentira.
R.
Detesto y aborrezco la mentira, / y amo tu voluntad
Se nos
amonesta sobre el proceso y su final, tanto para lo bueno como para lo malo.
Hay que
odiar el camino que lleva a la mentira, detestable y aborrecible. La mentira
que daña y perjudica al prójimo. No la que se ha convertido en la obsesión de
la libertad de expresión, que busca la recompensa del mercado.
Hay que
amar la voluntad del Señor para tener favorablemente en cuenta sus decretos y
leyes. Porque su voluntad es un proceso de discernimiento que nos da el sentido
y la intención del legislador en las leyes.
Lucas 9,1-6
1Reuniendo Jesús a los doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre
todos los demonios y para sanar enfermedades. 2Los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. 3Y les dijo: "No tomen nada para el camino, ni bordón, ni alforja
(bolsa), ni pan, ni dinero; ni tengan dos túnicas cada uno. 4"En cualquier casa donde entren, quédense allí, y sea de allí su
salida. 5"En cuanto a los que no los reciban, al salir de esa ciudad, sacudan
el polvo de sus pies en testimonio contra ellos." 6Entonces salieron, e iban por las aldeas anunciando el evangelio y sanando
por todas partes.
COMENTARIO
les dio poder y autoridad sobre toda clase
de demonios y para curar enfermedades
Envía a
hacedores de bien empoderados por el Espíritu, porque el combate es contra el
anti-reino de Dios, mezcla de pecado y enfermedades.
La
unción de los enfermos como signo de la cruzada contra el anti-reino tiene
sentido.
En esa
perspectiva nuestra fe no debe reducirse a una culpa individual, y desligar la
enfermedad del pecado.
proclamar el reino de Dios y a curar
a los enfermos
anunciando el Evangelio y curando en
todas partes
Jesús curaba cuando se pensaba que la enfermedad no se
podía desligar del pecado: ser enfermo es ser pecador y estar condenado sin
remedio, a nivel de culpa individual o parental.
Hoy se piensa que es una situación autónoma, que tiene
sus causas próximas, cada vez mejor conocidas.
Pero esto descarta que también se asome en la
enfermedad el pecado? Y si es así, qué tipo de pecado?
Es sólo cultural como mentalidad o es teológico, en el
designio de la antropología creyente?
Es decir, si será un dominio que esclaviza como
negación,impedimento u oposición del dominio amoroso del Padre?
Occidente está troquelado en sus categorías mentales
por la libertad individual absoluta. Pierde de vista la responsabilidad
colectiva, social, que nos compete por vivir en red social, en cuerpo.
Más bien nuestra fe nos abre a una invasión del
Espíritu del reino de Dios en nuestro mundo e historia, afrontando los malos
espíritus que subyacen en las anomalías de este mundo.
La comunidad inicial de seguidores de Jesús de Nazareth asumió una
delegación de poder y autoridad.
Hasta hoy diversas iglesias y congregaciones se disputan por ser
reconocidas como la única y verdadera delegación.
Pero en nuestro tiempo hay mucha resistencia en reconocer a alguna tal
cosa, en parte por los escándalos. Aunque éstos han existido en cada época, la
nuestra tiene que pasar por su propia crisis sobre esto.
Lo que se debe enfatizar es que tal delegación de poder y autoridad se
entendió concedida para un servicio de erradicación de los males del mundo:
demonios y enfermedades. Y así proclamar el reino.
Quizá si nos juntáramos más en este servicio, lo de
las delegaciones se resolvería con más facilidad, porque en fin de cuentas lo
otro es una pelea por el poder dominante.
Ellos de
pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y
curando en todas partes.
Ponerse
en camino y servir es el antídoto para no seguir profundizando nuestra babel de
delegaciones.