Santos Inocentes
1Juan 1,5-2,2
Queridos
hermanos: Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin
tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las
tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo
que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de
su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos
engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es
fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si
decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra.
Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos
a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de
propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por
los del mundo entero.
REFLEXIÓN
el mensaje que hemos oído a Jesucristo
Poner cuidado en esas
palabras es relevante y significativo. Poner atención a la palabra que nos
llega, como un servicio de fidelidad a la escucha del maestro, nos debería
motivar a la escucha y la sintonía.
Nos ayudaría a descansar
en el sentimiento de pertenencia a la familia del Padre, hermanados en el
seguimiento de Jesús.
Dios es luz sin tiniebla alguna.
Como el
Acto Puro de Aristóteles retomado por Sto.Tomás de Aquino.
Concibe a Dios como un ser sin composición
alguna, ni física ni metafísica, de ahí que lo piense como acto puro y pura
forma, y por tanto eterno e inmutable. Dios es acto puro porque en El no se
encuentra ninguna potencialidad sino que es forma plenamente realizada http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Aristoteles/Acto.htm
Acto Puro es denominación
aristotélica (usada por los medievales y comentadores tomistas) que designa al
ser que carece de potencia, en el sentido real, es decir, de imperfección o
restricción en su ser. http://seminariodeantropologia.org/index.php/Acto_Puro
Pero el cuerpo de
escritos joaneo menciona más bien la Luz sin tinieblas, como expresión simbólica, aunque no exenta de ideología
gnóstica.No para prolongarla y diseminarla más aún, sino para contrarestarla y
oponerse.
Así la luz gnóstica vive
en pleito con las tinieblas, disputándose el señorío de la creación.
La luz joanea es única,
superior, eminencial, por encima de toda tiniebla que la opaque.
Así es Dios, más allá de
toda potencialidad, es pura realización. Plenitud.
No es de
Él la oscuridad, ni aun la temporal, ni el ocultamiento de la luz.
Tenemos
que buscar en nuestra propia responsabilidad, en nuestras decisiones y
motivaciones, que son las que oscurecen, muchas veces intencionalmente, para
acallar la conciencia de la luz.
si vivimos en la luz, lo mismo que él está
en la luz, entonces estamos
unidos(koinonian:comunión) unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos
limpia los pecados
No se
trata de un asunto filosófico, sino ético. Vivir en Dios, que es luz, significa
vivir en la luz, en unión, en el perdón de los pecados y su purificación.
Porque
no es suficiente el perdón-reconocimiento de nuestra injusticia-sino es
necesaria la proactividad que trabaja por eliminar o transformar el perjuicio
de la iniquidad de la que hemos sido cómplices.
Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos
y no somos sinceros
Es lo
más propio de nosotros, aun con apariencia de bien.
De ahí
la sospecha benigna, la reserva paciente, para ejercer la criba y el juicio.
si
confesamos(homologeo:pronunciar juntos) nuestros
pecados, él, que es fiel y justo, nos
perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia
Si tal
confesión es, no un acto de transparencia para el mundo, sino un acto de
conciencia en vías de regeneración, se dé por el medio que se dé.
Tantos
confesamos a confidentes nuestro pesar, precisamente como el SOS que se emite
en peligro de muerte.
La clave
de la vida en Jesús, en el Padre, en la luz es la comunión mutua entre unos y
otros: la fraternidad.
Una
fraternidad que no está exenta de desviaciones, pero para la cual es posible el
perdón y la regeneración, ganada por la sangre de Jesús, si juntos reconocemos
esa desviación o pecado: la autocrítica.
Es la
fórmula del cambio de estructuras tan anhelado por nuestro siglo, pero vana y
estérilmente emprendido, por omitir la fraternidad autocrítica.
La cual
tiene que estar motivada también, por el deseo honesto de revertir el mal
ocasionado a favor de las víctimas.
si alguno peca, tenemos a uno que abogue
ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por
nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo
entero
Al ir
viviendo y afrontando desafíos en la existencia, vamos comprobando la dimensión
de la tiniebla, y tememos por el pecado, expresión de complicidad con la misma.
Podemos
llegar a la parálisis del buen obrar por la duda creciente y persistente sobre
la posibilidad de la luz en nuestras vidas. Jesucristo es quien nos salva, con
su propiciación, de esta desesperanza.
La
mirada de Jesús a Pedro, cuando éste lo traicionó, la noche de la pasión, es el
gesto elocuente del perdón que hace la diferencia entre el dolor y la
desesperación de la culpa.
Salmo responsorial:
123
R. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del
cazador.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira
contra nosotros. R.
Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el
torrente hasta el cuello;nos habrían
llegado hasta el cuello las aguas espumantes. R.
La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio
es el nombre del Señor, que
hizo el cielo y la tierra. R.
REFLEXIÓN
Si el Señor no hubiera estado de nuestra
parte, / cuando nos asaltaban los
hombres, / nos habrían tragado vivos: / tanto ardía su ira contra nosotros
Las
tinieblas apuestan por tejer en nuestro entorno la crispación, la duda, el
miedo, la culpa y el colapso final de la confianza en la redención.
La trampa se rompió, y escapamos
La
trampa que nos hacía caer en la postración del desvío del designio, por Jesús y
nuestra fraternidad autocrítica, se rompió.
Y
seguirá rompiéndose mientras nos mantengamos.
La
intervención del Señor a nuestro favor viene por lugares y detalles inéditos,
sorpresivos, aparentemente fortuitos.
Mateo 2,13-18
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció
en sueños a José y le dijo: -«Levántate, coge al niño y a su madre y huye a
Egipto;quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño
para matarlo.» José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a
Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el
Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse
burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños
de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo
que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta
Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes;es Raquel que
llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»
REFLEXIÓN
"Levántate, coge al niño y a su madre
y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar
al niño para matarlo."
Saramago
en su obra El evangelio según JesuCristo, intepreta la acción de José como
sospechosa de mezquindad y egoísmo, porque habiendo sabido previamente lo que
le sucedería al niño Jesús, no hizo nada para evitar la matanza de los
inocentes.
Así,
José no resultó ser tan justo, porque no avisó a los moradores de Belén lo que
sabía por el sueño que tuvo sobre la matanza próxima.
La
novela puede ser creativa en su actualización de los hechos. Pero implica
elegir una óptica: no hay hechos especiales ni comunicaciones especiales, como
la de los ángeles, porque pertence a una mentalidad mágica, mitológica, poco
científica, racional, impropia de un humano en el mundo actual. Y así se elige
un enfoque supuestamente más apto y congruente con el ser humano de hoy.
Por lo
tanto se cierra la posibilidad de una comunicación de Dios a sus elegidos. De
una intervención que procura el bienestar y la preservación de lo bueno.
Imagen
de hombre e imagen de Dios, ambas en relación no excluyente sino implicada,
porque de una depende la otra. Cuál elegimos?
Este
reproche es semejante al que se puede escuchar respecto de ciertas actitudes
piadosas que lamentan las desgracias, y acuden a asistir con solidaridad, pero
son pusilánimes en evitar y prevenir los males para que no se sigan dando
víctimas.
Es el
enfoque de la lucha por la liberación que trabaja por las causas individuales y
estructurales de los perjuicios, y no sólo en la sanación de los perjudicados.
Independientemente
del juicio que nos merezca la obra de este premio nobel, nos debe hacer
reflexionar sobre el giro mental que vivimos en nuestra época signado por la
sospecha sobre las intenciones de los demás.
Hemos de
reconocer que no es aceptable lo que sucede con las víctimas de este mundo por
razones de violencia o pobreza.
Y mucho
menos si una proporción de esas víctimas las encontramos entre la niñez, que
representa la inocencia o no culpabilidad, de los males que le tocan en suerte:
hambruna, desnutrición, maltrato y abuso, aborto.
Nos debe
hacer pensar, examinar y resolver en nuestro seguimiento ético de Jesús y el
evangelio del reino de Dios, para que se vaya convirtiendo en una acción
íntegra, justa y equitativa en toda la extensión del término justicia.
En este
sentido son de admirar las acciones honestas de los que se dedican a luchar por
los derechos humanos desde diferentes trincheras, denunciando los poderes
coadyuvantes injustos.
Sin
embargo, habría que vigilar y superar la división que puede darse entre la
gente de buena voluntad, entre los que se comprometen más en la denuncia
solidaria, y los que actúan preferentemente en la asistencia a las víctimas. Ambas
expresiones de solidaridad pueden –rectamente motivadas- contribuir a la buena
noticia del reino.
Las
víctimas inocentes son el objetivo a salvar, por denuncia y sanación. Su dolor
y su sangre claman a nuestras entrañas para superar nuestra indolencia.
La mente
de la Iglesia es que poseemos diversidad de carismas, expresión de la riqueza
del Espíritu Santo, que buscan servir a la comunidad en unidad.
Sin
embargo dejarnos llevar por la mentalidad de suspicacia que busca achacar
culpas, es alejarnos de la confesión del propio pecado.
Se trata
de la falta de autocrítica, sin la cual no se puede restaurar la comunión
mutua, la fraternidad.
montó en cólera y mandó matar a todos los
niños de dos años para abajo
Aparece
aquí una re-edición del faraón en tiempos de Moisés, quien se salvaría de un
genocidio semejante.
"Un grito se oye en Ramá, llanto y
lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo,
porque ya no viven".
Hemos de
reconocer que si algo cambia con Jesús es el sentido de víctima, porque él se
hace víctima para que muchos se salven, y no se escuda en la muerte de muchos
para salvarse él. Toda una lección de solidaridad fraterna.
Damnificados
que perdieron sus hijos en calamidades naturales lloran sin consuelo, porque
este efecto es difícil de aceptar, tanto más que las causas son múltiples, pero
el nombre es común: pobreza.
La
tentación de castigar y eliminar la voracidad de los causantes de la pobreza es
muy grande.
Pero no
parece el mejor camino de construir la paz, como el bien supremo que permite la
convivencia próspera.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1343525787148943361?s=20