martes, 11 de mayo de 2021

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Cirilo de Alejandría Sobre el Evangelio de San Juan 11,11


Todos los que participamos de la sangre sagrada de Cristo alcanzamos la unión corporal con él, como atestigua san Pablo, cuando dice, refiriéndose al misterio del amor misericordioso del Señor: No había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos y partícipes de la promesa en Jesucristo. Si, pues, todos nosotros formamos un mismo cuerpo en Cristo, y no sólo unos con otros, sino también en relación con aquel que se halla en nosotros gracias a su carne, ¿cómo no mostramos abiertamente todos nosotros esa unidad entre nosotros y en Cristo? Pues Cristo, que es Dios y hombre a la vez, es el vínculo de la unidad. Y, si seguimos por el camino de la unión espiritual, habremos de decir que todos nosotros, una vez recibido el único y mismo Espíritu, a saber, el Espíritu Santo, nos fundimos entre nosotros y con Dios. Pues aunque seamos muchos por separado, y Cristo haga que el Espíritu del Padre y suyo habite en cada uno de nosotros, ese Espíritu, único e indivisible, reduce por sí mismo a la unidad a quienes son distintos entre sí en cuanto subsisten en su respectiva singularidad, y hace que todos aparezcan como una sola cosa en sí mismo.

REFLEXIÓN

La unión espiritual tiene contra sí un siglo que exige evidencias para certificar la excelencia de alguna realidad. Es como un nuevo bautismo mediante el cual se declara excelente quien prueba alguna efectividad según los parámetros preparados por los que dicen saber. La unión espiritual no es viable entonces, a menos que por último y tras haber probado todo sin mayor éxito se admita la posibilidad de otra dimensión para la excelencia.

lunes, 10 de mayo de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 6 de Pascua

Hechos 16,11-15



REFLEXIÓN

Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.

Cuando se sigue en un mapa las localidades que Pablo visitó en sus viajes, y se leen detalles de ciertos personajes que se encontraron con él, se siente un ambiente de realismo y veracidad.

Hay mucho de una crónica de viajes al estilo moderno, pero salpicada de la mención del Espíritu de Dios, como viendo dos dimensiones en una, dos historias en una sola narración.

Una mirada de fe de Lucas, que documenta el paso del Señor a través de su apóstol en medio de gentes diversas, lenguas diversas, geografías diversas.

Y la respuesta multiforme de las conciencias al toque del Señor para convertirse más al verdadero Dios, el más cercano y convincente.

Cuánta gente humilde, trabajadora, con su corazón inquieto por la búsqueda de un Bien mayor, hasta que el Señor mediante su Espíritu los abre desde dentro, para recibir a raudales la luz que no se extingue y el gozo que no puede ser arrebatado.

El paso del Espíritu de Jesús de Nazareth glorificado es para abrirnos, como la mano que se abre para dar con generosidad y no se cierra como un puño posesivo y rígido.

Dejarnos llevar del Espíritu Santo significa trabajar por evitar la rigidez de la posesividad, de la acumulación codiciosa-no sólo de dinero- con la vista fija en el horizonte, desde donde el Señor nos ofrece signos de su inextinguible providencia.

Salmo responsorial: 149



REFLEXIÓN

porque el Señor ama a su pueblo / y adorna con la victoria a los humildes

Encontrar la victoria de los humildes y no de la prepotencia, es como leer la historia al revés de la trama.

Esa lectura la podemos hacer diariamente si queremos, cuando buscamos en los titulares la marcha del mundo.

Juan 15,26-16,4ª



REFLEXIÓN

también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo

Este criterio es el que se usará para la selección del apóstol reemplazo de Judas Iscariote. Se menciona también en Hechos de los Apóstoles.

Es un criterio básico y tiene mucho sentido: quién mejor que sus allegados y formados para presentarlo cuando ya no estuviera?

Impresiona que ellos aparezcan en las narraciones de los evangelios como torpes en su fe y al dar testimonio después, se manifiesten transformados.

Os he hablado de esto, para que no tambaleéis

La convicción del Espíritu, la que Él hace en nosotros, abarca la vida entera, como un acompañante.

La vivencia sicológica de abandono, como herida profunda, es la conducta opuesta, tolerable en la vida espiritual, con tal que no afecte lo más profundo.

Es importante tenerse paciencia en el malestar, como lo recomienda Ignacio en sus reglas de discernimiento respecto de la desolación.

En el proceso de maduración de la fe, para unos más largo que para otros, las ocasiones de probarla y estremecerla pueden hacernos tambalear.

Os excomulgarán de la sinagoga

Una situación que no corresponde al mismo Jesús, sino a sus seguidores y la iglesia del evangelista, pero que reconocen anticipada en la hostilidad de algunos dirigentes contra Jesús.

el que os dé muerte pensará que da culto a Dios.

Otros cultos, otras devociones, otros religiosos y creyentes, podrán atentar en nombre del verdadero Dios.

Entre hermanos se tiene una experiencia singular cuando confrontan entre sí lo que conocen del padre común.

Una situación de gran inseguridad, e incertidumbre, en la que la fe debe haber cubierto un proceso de fortalecimiento y robustez para hacerle frente a otras convicciones.

no han conocido ni al Padre ni a mí

Con el conocimiento que da la familiaridad del amor, la identidad y la pertenencia.

Aun el cuerpo con el que se ama conoce a quien se ama, por encima de otros. Cuánto más el espíritu.

El adulterio y la promiscuidad son señales, más bien, de no conocer por amor al otro u otra.

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