sábado, 13 de noviembre de 2021

BEATO CARLO

GRATUIDAD DEL PADRE Y ACCIÓN DE GRACIAS CON JESÚS

 De la homilía de un autor del siglo segundo
(Caps. 18,1-20, 5: Funk I,167-171)

PRACTIQUEMOS EL BIEN, PARA QUE AL FIN NOS SALVEMOS

Seamos también nosotros de los que alaban y sirven a Dios, y no de los impíos, que
serán condenados en el juicio. Yo mismo, a pesar de que soy un gran pecador y de que no
he logrado todavía superar la tentación ni las insidias del diablo, me esfuerzo en practicar
el bien y, por temor al juicio futuro, trato al menos de irme acercando a la perfección.
Por esto, hermanos y hermanas, después de haber escuchado la palabra del Dios de
verdad, os leo esta exhortación, para que, atendiendo a lo que está escrito, nos salvemos
todos, tanto vosotros como el que lee entre vosotros; os pido por favor que os arrepintáis
de todo corazón, con lo que obtendréis la salvación y la vida. Obrando así, serviremos de
modelo a todos aquellos jóvenes que quieren consagrarse a la bondad y al amor de Dios.
No tomemos a mal ni nos enfademos tontamente cuando alguien nos corrija con el fin de
retornarnos al buen camino, porque a veces obramos el mal sin darnos cuenta, por
nuestra doblez de alma y por la incredulidad que hay en nuestro interior, y porque
tenemos sumergido el pensamiento en las tinieblas a causa de nuestras malas tendencias.
Practiquemos, pues, el bien, para que al fin nos salvemos. Dichosos los que obedecen
estos preceptos; aunque por un poco de tiempo hayan de sufrir en este mundo,
cosecharán el fruto de la resurrección incorruptible. Por esto, no ha de entristecerse el
justo si en el tiempo presente sufre contrariedades: le aguarda un tiempo feliz; volverá a
la vida junto con sus antecesores y gozará de una felicidad sin fin y sin mezcla de tristeza.

Tampoco ha de hacernos vacilar el ver que los malos se enriquecen, mientras los
siervos de Dios viven en la estrechez. Confiemos, hermanos y hermanas: sostenemos el
combate del Dios vivo y lo ejercitamos en esta vida presente, con miras a obtener la
corona en la vida futura. Ningún justo consigue en seguida la paga de sus esfuerzos, sino
que tiene que esperarla pacientemente. Si Dios premiase en seguida a los justos, la
piedad se convertiría en un negocio; daríamos la impresión de que queremos ser justos
por amor al lucro y no por amor a la piedad. Por esto, los juicios divinos a veces nos
hacen dudar y entorpecen nuestro espíritu, porque no vemos aún las cosas con claridad.
Al solo Dios invisible, Padre de la verdad, que nos ha enviado al Salvador y Autor de
nuestra incorruptibilidad, por el cual nos ha dado también a conocer la verdad y la vida
celestial, a él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 12 de noviembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

VIERNES 32 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Sabiduría 13,1-9



REFLEXIÓN

Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista, y no reconocieron al Artífice, fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire leve, a las órbitas astrales, al agua impetuosa, a las lumbreras celestes, regidoras del mundo.

Cada generación vuelve a ser tentada de negación del Creador y su intervención creadora en el universo: en su firmamento, la tierra, los animales, el clima, el universo microscópico.

El conocimiento de los ritmos, frecuencias y detalles hace autosuficientes en el conocimiento de todo y así concluir que no es obra de nadie divino.

Admirados con nuestra capacidad investigadora nos arrogamos la autoría como si conocer fuera hacer, y dominar ciertas secuencias de la vida fuera ser creador.

sepan cuánto los aventaja su Dueño, pues los creó el autor de la belleza; y si los asombró su poder y actividad, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo

En base a sus cálculos hay quienes afirman que no hay más que esto conocido.

Otros por fe afirman que el Creador existe y que tiene un proyecto para nosotros, y lo que se ve es parte de ello.

se descubre por analogía el que les dio el ser

La analogía es la semejanza que construimos a partir de lo creado. Para unos es mero constructo por la necesidad de nominar y adjudicar el desconocimiento sobre un autor.

Para otros son señales que hablan de una entrega a través de lo creado. Se trata de un lenguaje amoroso que habla del cuidado que alguien mantiene sobre nuestra vida.

Este pre-conocido es ya una revelación gratuita a la que especificará mejor otra revelación por su palabra en palabras humanas.

Y como todo es mediado a través del ser humano tiene el valor de la ambigüedad y la ambivalencia pero no de la evidencia irrefutable.

Con todo, a éstos poco se les puede echar en cara, pues tal vez andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar; en efecto, dan vueltas a sus obras, las exploran, y su apariencia los subyuga, porque es bello lo que ven. Pero ni siquiera éstos son perdonables, porque, si lograron saber tanto que fueron capaces de averiguar el principio del cosmos, ¿cómo no encontraron antes a su Dueño?

No es legítimo pronunciar un juicio sobre el extravío, porque las intenciones las conoce el Señor. Sólo nos queda anhelar que puedan arribar a una definición, no sólo de conocimiento sino de vida, quienes ahora no cuentan con el Creador.

Salmo responsorial: 18



REFLEXIÓN

Sin que hablen, sin que pronuncien, / sin que resuene su voz, / a toda la tierra alcanza su pregón / y hasta los límites del orbe su lenguaje

Esto nos dice el Espíritu que habla en el salmista y que ora en nosotros con gemidos inenarrables: que el Señor habla sin hablar, sin pronunciar; y su voz resuena con su lenguaje propio. Podemos disponernos a escuchar, si acallamos nuestro ruido perturbador.

Lucas 17,26-37



REFLEXIÓN

Así sucederá el día que se manifieste el Hijo del hombre

El lenguaje apocalíptico habla de irrupción violenta e imprevista en la vida humana, y hace memoria de momentos míticos que aparecen en el Génesis, como imágenes del último día.

Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no vuelva

También en momentos de siniestro y desgracia vale lo mismo para conservar la vida, no volverse a buscar nada, y preguntarse por qué unos sí fallecen mientras otros sobreviven.

Es posible que las fuentes del evangelista estén reflejando una realidad posterior a Jesús, pero más cercana a la comunidad de Lucas: la invasión romana bajo Tito a Jerusalén para poner fin a la resistencia del gobierno Zelota.

Y para los creyentes cristianos, dentro y fuera de ese teatro de horror sangriento, significara la catástrofe un acontecimiento relacionado con el rechazo de Jesús.

Hoy nos cuesta hacer ese tipo de relación, porque de la bondad del evangelio del Reino nos hace suponer que no se puede desprender un daño pretendido para nadie.

Aunque del evangelio no, pero de su interpretación por los seres humanos sí.

El que pretenda guardarse su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará.

De cuál pérdida de vida se trata? De la que se gasta por el Reino. Es la que más hay que cuidar.

Hay algo superior a la muerte y por eso hay que relativizarla y trascenderla.

Todo esto nos invita en el Espíritu a solicitar sobretodo la misericordia del Todo Amor.

Vivir es una bendición, que solo tiene un sentido, y llegado el momento esa vida logra un acceso a una mejor calidad, entregándola por fe en quien la entrego antes: Jesús de Nazareth.

"Donde se reunen los buitres, allí está el cuerpo."

Una frase enigmática, que hay que mirar en el contexto de la desolación de la guerra y la muerte.

Los escuchas sienten la inquietud del aviso y la ubicación del desastre.

La respuesta puede querer significar que tal acontecimiento será notorio en su mortandad y se darán cuenta, como cuando los buitres se amontonan sobre los despojos.

Esta es una imagen muy fuerte para la cultura judía de entonces, porque un cadáver habría que sepultarlo para hacer una obra buena, con alguien que merece su descanso en el sheol.

Y en la guerra y los seísmos, con una mortandad generalizada, no hay muchas posibilidades de proceder al entierro de los cadáveres.

Por lo tanto se da una profanación generalizada, un escándalo. Tantos y tantas vagan buscando, escarbando, para encontrar a sus relativos desaparecidos.

Los creyentes cristianos dan al Hijo de hombre, Jesús, el significado del final de la historia. Después de él la muerte y la vida tienen otro sentido.

Cuando suceda nos daremos cuenta. Y la única preparación posible es preocuparse de salvar la vida que no termina, salvar el Reino.

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