lunes, 15 de noviembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

LUNES 33 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

1Macabeos 1,10-15.41-43.54-57.62-64



REFLEXIÓN

disimularon la circuncisión, apostataron de la alianza santa, emparentaron con los paganos y se vendieron para hacer el mal.

Hoy no se da importancia religiosa a las tradiciones culturales, sobretodo en occidente.

No se ve la conexión, si la hay, entre la fe íntegra y la observancia de alguna costumbre, como en este caso la circuncisión.

Porque en occidente se vive una secularización, que ha devenido en un secularismo y laicismo. Evolución natural? Evolución sana? Algo imparable e inofensivo?

Quedamos un poco en la incertidumbre sobre esta relación entre fe y cultura, con la necesidad de vivir un discernimiento de fe que nos ayude a ponderar y aquilatar las costumbres culturales que se arraigan en la fe, y por lo tanto deben ser nuestra moral: praxis y comprobación de nuestra fe.

decretó la unidad nacional para todos sus súbditos de su imperio, obligando a cada uno a abandonar su legislación particular.

Como el posible sentido malicioso de una globalización imperada hoy por motivaciones economicistas.

Porque a la bonanza económica global, de unos más que otros, que va arrasando las economías locales, como las cadenas y corporaciones arrasan la tiendas de barrio y las parcelas campesinas, se sucede la debacle y ruina, para las cuales ciertos valores raizales que han sido ya desgajados y olvidados, no están presentes para modelar un sentido de vida alternativo.

Esta fue la crítica de los profetas y de Jesús, tanto al poder corruptor dominante y expansivo, como al pueblo idólatra, que como juncos se mecía al compás de vientos más livianos.

No es posible parar el expansionismo imperialista-de turno- sólo con denuncias altisonantes, sino que es preciso cultivar valores populares de familia unida, trabajo honesto y fraternidad de ágape, para configurar una resistencia robusta.

quemaban incienso ante las puertas de las casas y en las plazas; los libros de la Ley que encontraban, los rasgaban y los echaban al fuego, al que le encontraban en casa un libro de la alianza y al que vivía de acuerdo con la Ley, lo ajusticiaban, según el decreto real

Puede parecer respetuoso de otras creencias quitar crucifijos de ciertos lugares, pero también su imposición es irrespetuosa para los valores de fe de muchas comunidades y personas.

Y pueden llegar días, no obstante la historia sangrienta de guerras de religión que la humanidad ha vivido y vive, en que retorne el testimonio martirial como resistencia a esas imposiciones.

Y entonces, estaremos disponibles en la fe para dar tamaño paso?

Salmo responsorial: 118



REFLEXIÓN

Sentí indignación ante los malvados, / que abandonan tu voluntad

Se siente un conflicto muy fuerte en la vivencia de la fe, cuando se confronta el rechazo de conductas que parecen contra la alianza, pero son relativizadas por algunos como meramente culturales e inocuas.

Los lazos de los malvados me envuelven, / pero no olvido tu voluntad

Este envolvimiento puede ser una estrategia de la iniquidad para suspender nuestro juicio y evitar asumir un compromiso

Lazos y cadenas que intentan sujetar y disminuirnos cualquier empuje motivado por la fe.

Viendo a los renegados, sentía asco, / porque no guardan tus mandatos

Y qué decir cuando uno en varias decisiones de la vida se ha colocado en un sitio de renegado, no obstante que pueda parecer que se dan atenuantes.

Siempre estará a nuestra disposición entonces, el díptico de la desesperación del renegado: Pedro y Judas Iscariote.

Uno creyó en la misericordia y el otro parece que no, hasta donde sabemos.

Lucas 18,35-43



REFLEXIÓN

cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le explicaron: "Pasa Jesús Nazareno."

Este relato se expresa en lenguaje inclusivo: desde la ceguera. Asume la vivencia del ciego que oye pasar mucha gente y se asombra hasta el punto de pedir que le expliquen lo que sucede.

Se menciona el pasar de Jesús uno de Nazaret, cuya mención resuena en el ciego porque le pide un favor.

Ya no era cualquier Jesús sino un taumaturgo, un hombre de prodigios.

Y cuánto mejor que las limosnas que el recobrar su visión e integrarse plenamente a la vida común.

"¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!"

La palabra de los acompañantes de Jesús, de las que el ciego se fía, lo llevan a la confesión de quien contempla la identidad de Jesús, como hijo de David, a pesar de su ceguera.

Si David era el paradigma de un mesías, Jesús actuaba como si fuera su heredero y sucesor.

Los que iban delante le regañaban para que se callara

Contemplación de la verdad profunda del acontecimiento Jesús, que supera las dificultades interpuestas por otros que no captan su proceso.

¿Qué quieres que haga por ti?"

Cuál es tu prioridad, ciego? Somos tan ciegos que ni sabemos cuál es nuestra prioridad, para que él tenga misericordia.

Necesitamos al Espíritu que pide por nosotros.

"Señor, que vea otra vez." Jesús le contestó: "Recobra la vista, tu fe te ha curado

Hacia dónde va nuestra fe, la que mueve nuestra oración? Su objetivo, su impulso, su tendencia.

Es una fe que debe ser reeducada para que sea eficaz.

Por eso el Señor Jesús nos enseñó cómo orar, más que qué orar.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1460205783988289543?s=20

BEATO CARLO

BEATO CARLO RUEGA POR NOSOTROS
 
Del tratado de san Fulgencio de Ruspe, obispo, sobre el perdón de los pecados
(Libro 2,11, 2--12,1. 3-4: CCL 91 A, 693-695)

EL QUE SALGA VENCEDOR NO SERÁ VÍCTIMA DE LA MUERTE SEGUNDA

En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque de la última trompeta, porque
resonará, y los muertos despertarán incorruptibles, y nosotros nos veremos
transformados. Al decir "nosotros", enseña Pablo que han de gozar junto con él del don de
la transformación futura todos aquellos que, en el tiempo presente, se asemejan a él y a
sus compañeros por la comunión con la Iglesia y por una conducta recta. Nos insinúa
también el modo de esta transformación cuando dice: Esto corruptible tiene que vestirse
de incorrupción, y esto mortal tiene que vestirse de inmortalidad. Pero a esta
transformación, objeto de una justa retribución, debe preceder antes otra transformación,
que es puro don gratuito.
La retribución de la transformación futura se promete a los que en la vida presente
realicen la transformación del mal al bien.
La primera transformación gratuita consiste en la justificación, que es una resurrección
espiritual, don divino que es una incoación de la transformación perfecta que tendrá lugar
en la resurrección de los cuerpos de los justificados, cuya gloria será entonces perfecta,
inmutable y para siempre. Esta gloria inmutable y eterna es, en efecto, el objetivo al que
tienden, primero, la gracia de la justificación y, después, la transformación gloriosa.
En esta vida somos transformados por la primera resurrección, que es la iluminación
destinada a la conversión; por ella, pasamos de la muerte a la vida, del pecado a la
justicia, de la incredulidad a la fe, de las malas acciones a una conducta santa. Sobre los
que así obran no tiene poder alguno la segunda muerte. De ellos, dice el Apocalipsis:

Dichoso aquel a quien le toca en suerte la primera resurrección, sobre ellos la segunda
muerte no tiene poder. Y leemos en el mismo libro: El que salga vencedor no será víctima
de la muerte segunda. Así como hay una primera resurrección, que consiste en la
conversión del corazón, así hay también una segunda muerte, que consiste en el castigo
eterno.
Que se apresure, pues, a tomar parte ahora en la primera resurrección el que no quiera
ser condenado con el castigo eterno de la segunda muerte. Los que en la vida presente,
transformados por el temor de Dios, pasan de mala a buena conducta pasan de la muerte
a la vida, y más tarde serán transformados de su humilde condición a una condición
gloriosa.