Miércoles 2 de
tiempo ordinario
Año Par
1Samuel 17, 32—51
REFLEXIÓN
El Señor, que me ha librado de las garras del león y de las
garras oso, me librará de las manos de este filisteo
David
es para Israel el paradigma de una guerrero. Su valentía, audacia y astucia son
aun para el Israel moderno, una inspiración de lucha. Condensa la expectativa
de un régimen exitoso y próspero en medio de las naciones. Un dominio
mesiánico, inclusive en lo civil y administrativo.
Pero
la Palabra lo destaca y lo guarda para las futuras generaciones como alguien
creyente fiel, que debe su éxito a la confianza puesta en el Señor, y en el
reconocimiento de su soberanía y señorío.
Para
la Palabra se trata de un ejemplo de mediador, de asistente, de rey en sentido
salvífico. No dueño absoluto de un poder, sino lugarteniente de Dios, fiel
administrador y subordinado.
todo el mundo reconocerá que hay un Dios en Israel; y todos
los aquí reunidos reconocerán que el Señor da la victoria sin necesidad de
espadas ni lanzas, porque ésta es una guerra del Señor
El
reconocimiento del Señor es el objetivo fundamental del testimonio de confianza
en la lucha. La guerra del Señor se cambiará a la viña del Señor, con Jesús de
Nazaret. Pero los enemigos de la causa se mantendrán y contra ellos y sus
mediadores, las mínimas armas de Dios, son suficientes.
Así venció David al filisteo, con la honda y una piedra; lo
mató de un golpe, sin empuñar espada.
La
desproporción como una parábola en acción debe provocar la admiración hacia la
gloria del Señor.
Salmo responsorial: 143
REFLEXIÓN
Defiéndeme de la espada cruel.
Hay
que reconocer que nuestro mundo y nuestra realidad no es un lecho de rosas, y
además de los males hay malas intenciones de perjudicar, dañar y hacer
iniquidades. Tanto desde las personas como desde las colectividades. Basta que
se persiga un bien en forma exclusiva y egocéntrica, sin mirar el bien al que
otros tienen derecho, para que la injusticia se desprenda como fruto maduro.
Por
eso la Palabra en su invitación a la confianza en la defensa del Señor a sus
ungidos, los bautizados en el nombre de su hijo, nos aporta un gran descanso y
estabilidad. Una visión más serena de los conflictos.
Marcos 3,1-6
REFLEXIÓN
Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo.
La
transgresión material del sábado por parte de Jesús es lo que obsesiona a sus
adversarios. La escala de valores y sus prioridades no son las mismas para
Jesús y sus enemigos. Es comprensible que en un sistema teocrático, con un
templo magnífico como insignia de santidad y progreso material, ubique la tradición
del sábado, transmitida durante cientos de años, como una piedra miliar.
La
dedicación de este tiempo al Señor invisible preservó a Israel en el exilio. Es
como si a los cristianos nos ofendieran en el rito sacramental del bautismo o
la eucaristía.
Pero
cuando estos medios se hacen fines y se olvida para quién y para qué están
destinados, se trastocan los valores.
Jesús
de Nazaret significa el rescate del ser humano desde su pobreza, en toda su
riqueza semántica, para ponerlo como fin de los desvelos salvíficos del reino
del Padre.
Jesús
es el mediador en su carne de esta reestructuración.
"Levántate y ponte ahí en medio"
Jesús
muestra así que el ser humano, pobre y pecador en cuanto la justificación, es
el centro del Designio.
¿Qué está
permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre
o dejarlo morir?
Una
pregunta crucial que ataca la yugular de la hipocresía religiosa y moral. En
muchas formas se repite en la historia inquietando el conformismo del
establishment.
Solo
que los inquietos de un momento son establishment más adelante y se endurecen,
nos endurecemos, en nuestros supuestos logros.
Es
un círculo fatídico de derrota para la humanidad? Más bien es la falla de la
autocrítica: el reconocimiento oportuno que el espíritu se va convirtiendo en
ley, el sábado va impidiendo curar al necesitado.
Es
una cuestión fundamental. Es la base de la ética. Qué es lo permitido en un
contexto de prohibición. La cultura judía contemporánea a Jesús hace del
sábado-tiempo y lugar, un tabú. Jesús deshace el tabú.
Y
corre el acento a lado humano en su vida y calidad de vida.
Echando
en torno una mirada de ira y dolido de su obstinación
Es
la subjetivación de Jesús frente al endurecimiento.La ira al servicio de la
justicia de Dios, no de la destrucción y el daño.
los fariseos
se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él
El
establishemt fariseo y el herodiano se odiaban entre sí y se descalificaban.
Pero a la hora de un enemigo común se alían. Nada nuevo.
Desde
temprano la seguridad de Jesús estuvo en riesgo. Su mensaje concitaba fuerzas
que aunque enemigas entre sí, se aliaban para derrotar un enemigo mayor de su
establecimiento.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1483771552961335306?s=20