viernes, 29 de abril de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA



 Del Diálogo de santa Catalina de Siena, virgen, Sobre la divina providencia
(Cap. 167, Acción de gracias a la Santísima Trinidad: edición latina, Ingolstadt 1583, ff. 290v-291)

 

GUSTÉ Y VÍ

 

¡Oh Divinidad eterna, oh eterna Trinidad, que por la unión con tu divina naturaleza hiciste de tan gran precio la sangre de tu Hijo unigénito! Tú, Trinidad eterna, eres como un mar profundo, en el que cuanto más busco más encuentro, y cuanto más encuentro más te busco. Tú sacias el alma de una manera en cierto modo insaciable, ya que siempre queda con hambre y apetito, deseando con avidez que tu luz nos haga ver la luz, que eres tú misma.

 

Gusté y vi con la luz de mi inteligencia, ilustrada con tu luz, tu profundidad insondable, Trinidad eterna, y la belleza de tus creaturas: por esto, introduciéndome en ti, vi que era imagen tuya, y esto por un don que tú me has hecho, Padre eterno, don que procede de tu poder y de tu sabiduría, sabiduría que es atribuida por apropiación a tu Unigénito y el Espíritu Santo, que procede de ti, Padre, y de tu Hijo, me dio una voluntad capaz de amar.

 

Porque tú, Trinidad eterna, eres el hacedor, y yo la hechura: por esto he conocido con la luz que tú me has dado, al contemplar cómo me has creado de nuevo por la sangre del Hijo único, que estás enamorado de la belleza de tu hechura.

 

¡Oh abismo, oh Trinidad eterna, oh Divinidad, oh mar profundo!: ¿qué don más grande podías otorgarme que el de ti mismo? Tú eres el fuego que arde constantemente sin consumirse; tú eres quien consumes con tu calor todo amor del alma a sí misma. Tú eres, además, el fuego que aleja toda frialdad, e iluminas las mentes con tu luz, esta luz con la que me has dado a conocer tu verdad.

 

En esta luz, como en un espejo, te veo reflejado a ti, sumo bien, bien sobre todo bien, bien dichoso, bien incomprensible, bien inestimable, belleza sobre toda belleza, sabiduría sobre toda sabiduría: porque tú eres la misma sabiduría, tú el manjar de los ángeles, que por tu gran amor te has comunicado a los hombres.

 

Tú eres la vestidura que cubre mi desnudez, tú sacias nuestra hambre con tu dulzura, porque eres dulce sin mezcla de amargor, ¡oh Trinidad eterna!

jueves, 28 de abril de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 2 de Pascua

Hechos 5,27-33



REFLEXIÓN

queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre

Por más pacífico y lleno de amor cristiano que se proceda, decir una verdad puede resultar un detonante político.

Aunque la intención sea sólo exponer una visión, la misma puede resultar a otros una provocación a su poder.

No se sabe en qué momento algo así emerge, pero hay que estar dispuestos a vivir apegado a lo que se cree con sinceridad y honestidad.

Esta libertad que genera adversidades es un compromiso con la fe que se vivencia y asume en la existencia y tanto más libre es mientras menos ataduras tiene con propios y extraños.

Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres

Seguramente hemos conocido personas con temple para mostrse coherentes con sus convicciones políticas o religiosas.

Nos llama en ellos la atención su energía para defender lo que consideran justo, la que viene de su centro personal, de su consistencia indomable.

Esas posturas recuerdan la fuerza con la que el Señor asiste a sus voceros cuando han optado por su causa.

El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero

El mismo Padre al intervenir a favor del justo ajusticiado, su hijo, hizo sentir un juicio en el que los acusadores y verdugos resultaban desacreditados.

Esto en el plano histórico tuvo consecuencias políticas porque dejo ver responsabilidades de los poderes terrenales.

Predicar al justo Jesús resucitado implica ponerse del lado de esa intervención, vivir de ella y para ella, integralmente: con sus consecuencias en todos los órdenes.

Y para vivirlo hay que estar dispuestos a proceder con libertad en cuanto a esta verdad incluso contra los propios intereses y prejuicios.

No son los únicos responsables. En el camino a la decisión de esa muerte hubo varios que pudieron oponerse y no lo hicieron, por cobardía.

Y eso nos debe hacer pensar y sentir que en el proceso de tanto mal e injusticia que asuela el mundo, somos co-responsables y cómplices porque no hacemos lo que debemos hacer. Unos más que otros.

Sin embargo hay quienes son más activos en reaccionar contra la injusticia y luchar por impedirla. A ellos debemos mucha de nuestra paz.

para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados.

La diferencia del anuncio evangèlico y la denuncia polìtica es la llamada a la conversión para todos: tirios y troyanos.

que Dios da a los que le obedecen

El Espíritu de Jesús es el que nos despierta de nuestra cómoda cobardía y nos mueve a involucrarnos más y más en la lucha por un amor y su justicia.

 

Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos

De momento no llegó esa conversión, no entonces, y por lo que vemos tampoco ahora, temporalmente al menos.

La catarata y el torrente de injusticia y crimen parece imparable y omnipotente.

El Espíritu de Jesús exaltado interviene en nosotros para reaccionar contra ese automatismo.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

 

Gustad y ved qué bueno es el Señor,

El esfuerzo por el anuncio coherente del reino de Jesús conlleva una experiencia de gozo y sentido. Sentido de vida y de designio.

El Señor está cerca de los atribulados, / salva a los abatidos

Aunque no sean justos, precisamente para purificarlos de su injusticia.

El Señor sigue siendo el vengador de los suyos immersos en la fatiga del reino, pero ha cambiado la simbología de venganza y violencia por la persuasión del Espíritu.

Juan 3,31-36



REFLEXIÓN

 

El que acepta su testimonio certifica la veracidad de Dios

Nosotros al aceptar por fe el testimonio del Hijo hacemos veraz a Dios.

Somos sus inclusores históricos, sus encarnadores en el tiempo, los prolongadores de la encarnación de su Hijo.

El Señor requiere de nuestra aceptación para ser certificado en este mundo.

Somos como sus validadores históricos.

El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano

En la misión de Jesús se observa el amor que caracteriza al Señor.

El que cree en el Hijo posee la vida eterna

Desde la fe en Jesús asumida vivencial y existencialmente poseemos una vida nueva que atraviesa la consumación final.

El orgasmo sexual no es un fenómeno solitario y brillante al final de la actividad erótica, sino que se ha ido anunciando en espasmos placenteros que podemos identificar como pequeños o micro orgasmos.

La existencia humana del creyente en el Reino apunta a una brillante consumación final, que se va anticipando en el gozo cotidiano del ágape y la fraternidad.

Son como oasis en nuestro peregrinar por el desierto.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1519649798688804865?s=20&t=ulmZXcjdPkbwJX3AYgxr6A