Jueves 2 de Pascua
Hechos 5,27-33
REFLEXIÓN
queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre
Por más
pacífico y lleno de amor cristiano que se proceda, decir una verdad puede
resultar un detonante político.
Aunque
la intención sea sólo exponer una visión, la misma puede resultar a otros una
provocación a su poder.
No se
sabe en qué momento algo así emerge, pero hay que estar dispuestos a vivir
apegado a lo que se cree con sinceridad y honestidad.
Esta
libertad que genera adversidades es un compromiso con la fe que se vivencia y
asume en la existencia y tanto más libre es mientras menos ataduras tiene con
propios y extraños.
Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres
Seguramente
hemos conocido personas con temple para mostrse coherentes con sus convicciones
políticas o religiosas.
Nos
llama en ellos la atención su energía para defender lo que consideran justo, la
que viene de su centro personal, de su consistencia indomable.
Esas
posturas recuerdan la fuerza con la que el Señor asiste a sus voceros cuando
han optado por su causa.
El Dios de nuestros
padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero
El mismo
Padre al intervenir a favor del justo ajusticiado, su hijo, hizo sentir un
juicio en el que los acusadores y verdugos resultaban desacreditados.
Esto en
el plano histórico tuvo consecuencias políticas porque dejo ver
responsabilidades de los poderes terrenales.
Predicar
al justo Jesús resucitado implica ponerse del lado de esa intervención, vivir
de ella y para ella, integralmente: con sus consecuencias en todos los órdenes.
Y para
vivirlo hay que estar dispuestos a proceder con libertad en cuanto a esta
verdad incluso contra los propios intereses y prejuicios.
No son
los únicos responsables. En el camino a la decisión de esa muerte hubo varios
que pudieron oponerse y no lo hicieron, por cobardía.
Y eso
nos debe hacer pensar y sentir que en el proceso de tanto mal e injusticia que
asuela el mundo, somos co-responsables y cómplices porque no hacemos lo que
debemos hacer. Unos más que otros.
Sin
embargo hay quienes son más activos en reaccionar contra la injusticia y luchar
por impedirla. A ellos debemos mucha de nuestra paz.
para otorgarle a Israel
la conversión con el perdón de los pecados.
La
diferencia del anuncio evangèlico y la denuncia polìtica es la llamada a la
conversión para todos: tirios y troyanos.
que Dios da a los que le obedecen
El Espíritu
de Jesús es el que nos despierta de nuestra cómoda cobardía y nos mueve a
involucrarnos más y más en la lucha por un amor y su justicia.
Esta respuesta los
exasperó, y decidieron acabar con ellos
De
momento no llegó esa conversión, no entonces, y por lo que vemos tampoco ahora,
temporalmente al menos.
La
catarata y el torrente de injusticia y crimen parece imparable y omnipotente.
El
Espíritu de Jesús exaltado interviene en nosotros para reaccionar contra ese
automatismo.
Salmo responsorial: 33
REFLEXIÓN
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
El
esfuerzo por el anuncio coherente del reino de Jesús conlleva una experiencia
de gozo y sentido. Sentido de vida y de designio.
El Señor está cerca de
los atribulados, / salva a los abatidos
Aunque
no sean justos, precisamente para purificarlos de su injusticia.
El Señor
sigue siendo el vengador de los suyos immersos en la fatiga del reino, pero ha
cambiado la simbología de venganza y violencia por la persuasión del Espíritu.
Juan 3,31-36
REFLEXIÓN
El que acepta su
testimonio certifica la veracidad de Dios
Nosotros al
aceptar por fe el testimonio del Hijo hacemos veraz a Dios.
Somos sus
inclusores históricos, sus encarnadores en el tiempo, los prolongadores de la
encarnación de su Hijo.
El Señor
requiere de nuestra aceptación para ser certificado en este mundo.
Somos
como sus validadores históricos.
El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano
En la
misión de Jesús se observa el amor que caracteriza al Señor.
El que cree en el Hijo
posee la vida eterna
Desde la
fe en Jesús asumida vivencial y existencialmente poseemos una vida nueva que
atraviesa la consumación final.
El
orgasmo sexual no es un fenómeno solitario y brillante al final de la actividad
erótica, sino que se ha ido anunciando en espasmos placenteros que podemos
identificar como pequeños o micro orgasmos.
La existencia
humana del creyente en el Reino apunta a una brillante consumación final, que
se va anticipando en el gozo cotidiano del ágape y la fraternidad.
Son como
oasis en nuestro peregrinar por el desierto.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1519649798688804865?s=20&t=ulmZXcjdPkbwJX3AYgxr6A
No hay comentarios:
Publicar un comentario