domingo, 12 de junio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo de la Santísima Trinidad C

Proverbios 8, 22-31



REFLEXIÓN

El Señor me estableció al principio de sus tareas

Por qué o para qué la necesidad de alguien junto a Dios? Como despliegue de la riqueza divina? Pero por qué personificada?

La conveniencia de una comunidad divina y no un solitario divino, sin que afecte la divinidad se aprecia mejor en nuestra realidad social optimizada, si funcionan las comunidades de fraternidad entre los hombres y mujeres.

Se trata de una solidaridad que no empobrece sino que aporta calidad de vida.

Se nos ofrece un nicho por el que un individuo deviene persona libre y digna.

Salmo responsorial: 8



REFLEXIÓN

¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder?

Sólo la Sabiduría puede ubicar al hombre en su justa dimensión, a pesar del poder que tiene.

Romanos 5, 1-5



REFLEXIÓN

Más aún, hasta nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce constancia, la constancia, virtud probada, la virtud, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado

Nuestro modelo es la Sabiduría que junto a Dios aprendía.

Como ella aprendemos la esperanza que se gesta en un proceso de tribulaciones con su secuela de superación.

La vida íntima del Señor se nos asoma así como una escuela de transformación, si nos dejamos educar y aportamos nuestra disposición.

Juan 16, 12-15

REFLEXIÓN

no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena

Sucede diferente que con la verdad escandalosa, cuyo objetivo primordial es revelar un secreto que nos libere de una ignorancia y satisfaga una curiosidad, con frecuencia morbosa y malsana.

La verdad salvífica tiene otra gestión, porque es liderada por un Espíritu que procede del Padre y del Hijo, para lograr una plenitud, y su despliegue tiene su propio tiempo.

La verdad del crecimiento del reino, se nos dice es silenciosa, como el crecimiento de una pequeña semilla, cuyo progresión no se detiene ni aun cuando dormimos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1535955265446719491?s=20&t=xcH6lp4fEul9wnYGW6xhXA

Doctores de la Iglesia

 


DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

LA SANTÍSIMA TRINIDAD Solemnidad

De las Cartas de san Atanasio, obispo 

(Carta 1 a Serapión, 28-30: PG 26, 594-595. 599)

Luz, resplandor y gracia en la Trinidad y por la Trinidad .

Siempre resultará provechoso esforzarse en profundizar el contenido de la antigua tradición, de la doctrina y la fe de la Iglesia católica, tal como el Señor nos la entregó, tal como la predicaron los apóstoles y la conservaron los santos Padres. En ella, efectivamente, está fundamentada la Iglesia, de manera que todo aquel que se aparta de esta fe deja de ser cristiano y ya no merece el nombre. Existe, pues, una Trinidad, santa y perfecta, de la cual se afirma que es Dios en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que no tiene mezclado ningún elemento extraño o externo, que no se compone de uno que crea y de otro que es creado, sino que toda ella es creadora, es consistente por naturaleza y su actividad es única. El Padre hace todas las cosas a través del que es su Palabra, en el Espíritu Santo. De esta manera queda a salvo la unidad de la santa Trinidad. Así, en la Iglesia se predica un solo Dios, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Lo trasciende todo, en cuanto Padre, principio y fuente; lo penetra todo, por su Palabra; lo invade todo, en el Espíritu Santo. San Pablo, hablando a los corintios acerca de los dones del Espíritu, lo reduce todo al único Dios Padre, como al origen de todo, con estas palabras: Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. El Padre es quien da, por mediación de aquel que es su Palabra, lo que el Espíritu distribuye a cada uno. Porque todo lo que es del Padre es también del Hijo; por esto, todo lo que da el Hijo en el Espíritu es realmente don del Padre. De manera semejante, cuando el Espíritu está en nosotros, lo está también la Palabra, de quien recibimos el Espíritu, y en la Palabra está también el Padre, realizándose así aquellas palabras: El Padre y yo vendremos a fijar en él nuestra morada. Porque donde está la luz, allí está también el resplandor; y donde está el resplandor, allí está también su eficiencia y su gracia esplendorosa. Es lo que nos enseña el mismo Pablo en su segunda carta a los Corintios, cuando dice: La gracia de Jesucristo el Señor, el amor de Dios y la participación del Espíritu Santo estén con todos vosotros. Porque toda gracia o don que se nos da en la Trinidad se nos da por el Padre, a través del Hijo, en el Espíritu Santo. Pues así como la gracia se nos da por el Padre, a través del Hijo, así también no podemos recibir ningún don si no es en el Espíritu Santo, ya que hechos partícipes del mismo poseemos el amor del Padre, la gracia del Hijo y la participación de este Espíritu.

REFLEXIÓN
La fórmula Trinitaria es un producto posterior, definido entre los siglos III y V d.C., en el contexto político de la Pax Constantiniana, una vez la Iglesia Católica Cristiana fue reconocida oficialmente y dejo de ser perseguida. Se origina en la definidición de Jesús el Cristo, la Cristología, en siglos anteriores, porque en Jesús se redefine la Teología de cuño judeo-cristiano. Pero una cosa son las fórmulas y los títulos, que más tienen que ver con la identidad de la verdadera Iglesia, y otra las sustancia y realidad de las misma, para lo cual siempre se ha apelado a las Sagradas Escrituras, para verificar la presencia de un Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. En unidad y diversidad , tal como da y debe dar testimonio la Iglesia auténtica.