jueves, 30 de junio de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Jueves, XIII semana

San Jerónimo Homilía a los recién bautizados, sobre el salmo 41

Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. Como la cierva del salmo busca corrientes de agua, así también nuestros ciervos, que salido de Egipto y del mundo, y han aniquilado en las aguas del bautismo al Faraón con todo su ejército, desde haber destruido el poder del diablo, buscan las fuentes de la Iglesia, que son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Que el Padre sea fuente, lo hallamos escrito en el libro de Jeremías: Me abandonaron a mi fuente de agua viva y cavaron aljibes, aljibes agrietados, que no retienen el agua. Acerca del Hijo, leemos en otro lugar: Abandonaron la fuente de la sabiduría. Y del Espíritu Santo: El que bebe del agua que yo le daré, nacerá dentro de él un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna, palabras cuyo significado nos explica luego el evangelista, cuando nos dice que el Salvador se refería al Espíritu Santo. De todo lo cual se deduce con toda claridad que la triple fuente de la Iglesia es el misterio de la Trinidad. Esta triple fuente es la que busca el alma del creyente, el alma del bautizado, y por eso dice: Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. No es un tenue deseo el que tiene de ver a Dios, sino que lo desea con un ardor parecido al de la sed. Antes de recibir el bautismo, se decían entre sí: ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Ahora ya han conseguido lo que deseaban: han llegado a la presencia de Dios y se han acercado al altar y tienen acceso al misterio de salvación. Admitidos en el cuerpo de Cristo y renacidos en la fuente de vida, dicen confiadamente: Pasaré al lugar del tabernáculo admirable, hacia la casa de Dios. La casa de Dios es la Iglesia, ella es el tabernáculo admirable, porque en él resuenan los cantos de júbilo y alabanza, en el bullicio de la fiesta. Decid, pues, los que acabáis de revestiros de Cristo y, siguiendo nuestras enseñanzas, habéis sido extraídos del mar de este mundo, como pececillos con el anzuelo: «En nosotros, ha sido cambiado el orden natural de las cosas.

REFLEXIÓN

La Trinidad operativa en los creyentes, comparada con una fuente originaria, con un ojo de agua que mana sin cesar, y cuya agua es pura siempre, sin contaminación posible, porque brota de lo profundo de la montaña, ladera abajo. Los peces, imagen también de los creyentes, subvierten la imagen natural, del pez que muere fuera del agua, más bien para vivir en un nuevo contexto. El misterio de Dios comunicado trinitariamente como fuente, y las salvación encontrada fuera del mar, en la luz.

miércoles, 29 de junio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

San Pedro y San Pablo apóstoles(29 de junio)

Hechos 12,1-11




REFLEXIÓN

oraba insistentemente a Dios por él

Orar insistentemente no equivale a desconfiar de la intervención del Señor. Es una mudanza contra la propia desconfianza, para que no se apodere de nuestra profundidad.

Mantiene despierta la esperanza. Nos ubica en el misterio de la libertad del Señor, y en la aceptación creciente de su amor salvífico, al que hemos sido llamados a servir.

Orar con insistencia, como la viuda al juez injusto, como el desesperado a quien tiene la solución. Esa insistencia e intensidad en la oración es una de las manifestaciones de la comunidad fraterna operativa. Rompe su inercia, sus límites propios y confinados, y exterioriza solidaridad espiritual. El mayor bien está en expresar -los orantes- el amor transformador que caracteriza sus existencias.

se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda

El ángel del Señor es el Señor que nos ilumina como ninguno. El ángel que se disfraza de luz intenta engañarnos como si fuera el Señor.

Nuestro itinerario es caminar entre luces, unas del Señor y otras de su imitador. Si caminamos buscando el

bien, el amor, la justicia, la fraternidad.

Ignacio de Loyola en sus ejercicios espirituales nos provee de criterios para ayudarnos a distinguir con ayuda del Espíritu la autenticidad de la iluminación del Señor.

Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad.

La intervención salvífica del Señor en nuestra historia puede ser de tal magnitud que la realidad que estamos acostumbrados a gestionar pierde sus límites y consistencia, y somos invitados a entrar en otra dimensión de las cosas, personas y acontecimientos.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

Bendigo al Señor en todo momento, / su alabanza está siempre en mi boca; / mi alma se gloría en el Señor: / que los humildes lo escuchen y se alegren

Los humildes son aquellos cuya actitud de fe los hace capaces de esperanza a pesar de la adversidad y vivir al límite de sus defensas.

Yo consulté al Señor, y me respondió, / me libró de todas mis ansias

La fe orante nos va calmando y serenando a su tiempo para darnos perspectivas alternas a las que nos llevan a la desesperación. El sujeto orante se va transformando en sujeto creyente.

Un beneficio más que sicológico, una serenidad basada en su conducción, un abandono surgido del dejarse llevar.

2Timoteo 4,6-8.17-18



REFLEXIÓN

Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente

El último momento de cualquier circunstancia mortal es propicio para recoger nuestras débiles y últimas fuerzas en el esfuerzo de la entrega de fe y esperanza, tal como Jesús nos enseñó en el Huerto.

He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe

Es el momento de sabernos fieles en el sentido de que hemos luchado por el reino de amor y justicia que inició Jesús de Nazareth.

Y que deploramos no haber sido más íntegros.

Por lo que pedimos de su misericordia que nos perdone.

Mateo 16,13-19



REFLEXIÓN

Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.

El sondeo muestra diversidad de opiniones y expectativas. Es la mirada desde afuera y sin mayor compromiso.

"Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

La confesión de Pedro es la expresión de un conocimiento diferente, formado al calor de la convivencia y el Espíritu.

Se nos insta a personalizar y trascender en la confesión que hagamos en nuestra existencia sobre Jesús de Nazareth.

Porque muchos pueden decir, pero es importante que yo diga, que yo confiese, que rubrique con mi energía vital mi adhesión a Jesús.

Con una fuerza tal que deposite en ella el peso de lo absoluto, hasta donde un yo contingente es capaz.

Por lo tanto con una confesión contingente declaro mi adhesión a Jesús como un absoluto radical, un radical trascendente.

Esa fuerza, cuando se da en la existencia, es proclamada y bendita como inspirada por el amor del Espíritu de Dios en nosotros.

porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo

Más que una confesión dogmática y antes de ella es una confesión de fe, que se construye desde la vivencia humana de Pedro sobre su maestro.

Si la confesión dogmática de un credo aleja sus raíces de esta convicción vivencial, se convierte en una fórmula institucional equiparable a una ley que no salva.

sobre esta piedra edificaré

En eso es líder Pedro: en la vivencia y la convivencia de la fe,que proclama en una confesión a Jesús como Hijo del Dios vivo.

Un verdadero Pedro es el que resiste el embate de la discrepancia contra la fe,tal como                                                                       es expresada.Puede no ser popular pero cuenta                                                                                                  con la fortaleza del Señor.

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