Jueves, XV semana
San Ambrosio Tratado sobre los misterios 29-30.34-35.37.42
Al salir de la piscina bautismal, fuiste
al sacerdote Considera lo que vino a continuación. Es lo que dice e salmista:
Es ungüento precioso en la cabeza, que va bajando por la barba, que baja por la
barba de Aarón. Es e ungüento del que dice el Cantar de los cantares: Tu nombre
es como un bálsamo fragante, y de ti se enamorar las doncellas. ¡Cuántas son
hoy las almas renovadas que llenas de amor a ti, Señor Jesús, te dicen:
Arrástranos tras de ti; correremos tras el olor de tus vestidos, atraídas por
el olor de tu resurrección! Esfuérzate en penetrar el significado de este rito,
porque el sabio lleva los ojos en la cara. Este ungüento va bajando por la
barba, esto es, por tu juventud renovada, y por la barba de Aarón, porque te
convierte en raza elegida, sacerdotal, preciosa. Todos, en efecto, somos
ungidos la gracia del Espíritu para ser miembros del reino de Dios y formar
parte de su sacerdocio. Después de esto, recibiste la vestidura blanca, como
señal de que te habías despojado de la envoltura del pecado y te habías vestido
con la casta ropa de la inocencia, de conformidad con lo que dice el salmista:
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve.
En efecto, tanto la ley antigua como el evangelio aluden a la limpieza
espiritual del que ha sido bautizado: la ley antigua, porque Moisés roció con
la sangre del cordero, sirviéndose de un ramo de hisopo; el Evangelio, porque
las vestiduras de Cristo eran blancas como la nieve, cuando mostró la gloria de
su resurrección.
REFLEXIÓN
Una forma de visualizar la
salvación redentiva que aporta el crucificado resucitado se muestra el la
categoría de regeneración: volver al punto original, sin lastre de malicia y
perversión. Volver a ser buenos! Volver al amor primero! Volver a creen en mí y
los demás! Es lo que se denota con la blancura recuperada por la luz que
nuevamente baña de Espíritu lo profundo del ser. No es blancura de piel, como
una señal de discriminación racial, porque todos de todo los colores estamos
anhelando tal blancura de regeneración. Si no que lo digan los encarcelados
quienes sueñan con una segunda oportunidad.