Viernes 24
de tiempo ordinario Año Par
1Corintios
15, 12-20
REFLEXIÓN
Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los
muertos
Un anuncio no debe ser solo una
proclamación oral sino también vivencial, existencial, experiencial.
Desde los mártires recibimos la
muestra de un anuncio radical, con el ofrecimiento de la propia vida.
Pero también desde los confesores,
que gastan la existencia en la dedicación a lo valores del evangelio, con
intensidad y coherencia aun con debilidad. Con opción fundamental que significa
una persistencia que viene desde el Espíritu, para mantenerse en la
lucha y en el caminar, no obstante
nuestras constantes deficiencias.
Es aquí donde se hace comprensible lo
que es pecar contra el Espíritu: derrotarse definitivamente. Como el binario
del talento que lo soterró por miedo al amo.
si Cristo no
ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo.
No sólo carece de sentido, que es
como una cosmovisión, un ordenamiento irrebasable. Sino que carece de verdad,
la que se constituye como roca que resiste los embates.
resultamos
unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber
resucitado a Cristo
Ser mentirosos hoy, desde un punto de
vista mediático y político, tiene mucho relieve y suscita gran escándalo, a
veces fariseo porque está más atento al espectáculo que a la esencia del
suceso.
seguís con vuestros pecados; y los que murieron con
Cristo se han perdido
En el disco duro del universo creado,
sin posibilidad de trascender.
somos los hombres más desgraciados
Gastados en un estilo de vida
contracorriente
¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el
primero de todos
Como un grito que cohesiona desde los
huesos, los afirma, los confirma, les da fortaleza, los mantiene erguidos, y
anima a caminar hacia delante, y aun con miedos pero sin temor.
Como en el ojo del huracán donde la
calma es un contraste asombroso con la furia que se va desatando en los bordes.
Salmo
responsorial: 16
REFLEXIÓN
Señor,
escucha mi apelación, / atiende a mis clamores, / presta oído a mi súplica, /
que en mis labios no hay engaño
Al menos nos has hecho más
conscientes de los engaños que mantengo y no desecho.
tú que salvas de los adversarios
Que son más de los que uno pensaba.
yo con mi apelación vengo a tu presencia
Porque nos vas enseñando a llamarte y esperar, a entender la
espera en tu dominio, a apreciar la transformación que sigilosamente operas
desde nuestro centro, y preferir lo trascendente que eres tú, a lo provisional
que son todos los bienes deseables.
Es como buscar el Reino de Dios y su
justicia y lo demás vendrá por añadidura.
Lucas 8, 1-3
REFLEXIÓN
Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo
en pueblo
Itinerando como algunos políticos han
descubierto que hay que hacer para enterarse de primera mano de los problemas y
dar a conocer sus personas y propuestas.
A diferencia de algunos de ellos,
Jesús conmovía por la credibilidad que despedía su persona y atraía, como un
tesoro que se encuentra sorpresivamente.
predicando el Evangelio del reino de Dios
Mostrando más bien, porque Jesús de
Nazareth no prodigaba discursos demagógicos con promesas inciertas para quedar
bien.
El ofrecía signos
que provocaban fe y reflexión. Provocaban cambio de vida.
Un fenómeno de comunicación masiva de
una buena noticia.
No podemos decir algo así hoy, con
tanta mala noticia del anti-reino.
Una profusa divulgación
sádico-masoquista que martilla obstinadamente lo malo del mundo y su cúmulo de
pobrezas y carencias.
Un mundo así no parece que valga la
pena vivirlo. Eso muestra la estadística de suicidios y deprimidos.
Parece como la agenda envidiosa de
una fuerza que detesta la buena nueva. Un dominio fatigante, como un imperio
que resiste la obra buena, la buena palabra, la buena intención y busca
desarmar con críticas aniquiladoras su proceso de bienaventuranza.
Quien es hoy la matriarca de las
feministas y las activistas de género.
A ellas le debemos por su reflexión e
investigación, el énfasis en figuras que el sistema patriarcal no deja brillar
suficientemente.
En este logro también se cuela quien
ya sabemos, para dañar por su extremismo la buena obra.
otras muchas que le ayudaban con sus bienes
Jesús es un modelo de libertad: se
deja colaborar además con bienes, con dinero, pero sin apegarse, ni dejarse
atar o manipular.
Sin ese patrocinio quizá hubiera sido
casi imposible la misión de Jesús por el Reino.
Pero tampoco tergiversó el sentido de
una existencia que se mantenía lejos de la codicia.
Era el signo del Reino,
donde el valor del dominio de Dios superaba todo inmediatismo y logro efímero.
La intervención de
Jesús mediante sanación y respuesta a ciertas necesidades de la población más
pobre, no era para hacer un reino en este mundo, sino desde este mundo.
Sino para abrirle paso a la
comprensión del Reino del Padre y provocar una vida en armonía con él.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1570745101990924289?s=20&t=yyBWbBZFV0WybMH8Xc0uHQ