viernes, 16 de septiembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 24 de tiempo ordinario Año Par

1Corintios 15, 12-20



REFLEXIÓN

 

Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos

 

Un anuncio no debe ser solo una proclamación oral sino también vivencial, existencial, experiencial.

 

Desde los mártires recibimos la muestra de un anuncio radical, con el ofrecimiento de la propia vida.

 

Pero también desde los confesores, que gastan la existencia en la dedicación a lo valores del evangelio, con intensidad y coherencia aun con debilidad. Con opción fundamental que significa una persistencia que viene desde el Espíritu, para mantenerse en la

 

lucha y en el caminar, no obstante nuestras constantes deficiencias.

 

Es aquí donde se hace comprensible lo que es pecar contra el Espíritu: derrotarse definitivamente. Como el binario del talento que lo soterró por miedo al amo.

 

si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo.

 

No sólo carece de sentido, que es como una cosmovisión, un ordenamiento irrebasable. Sino que carece de verdad, la que se constituye como roca que resiste los embates.

 

resultamos unos embusteros, porque en nuestro testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado a Cristo

 

Ser mentirosos hoy, desde un punto de vista mediático y político, tiene mucho relieve y suscita gran escándalo, a veces fariseo porque está más atento al espectáculo que a la esencia del suceso.

 

seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido

 

En el disco duro del universo creado, sin posibilidad de trascender.

 

somos los hombres más desgraciados

 

Gastados en un estilo de vida contracorriente

 

¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos

 

Como un grito que cohesiona desde los huesos, los afirma, los confirma, les da fortaleza, los mantiene erguidos, y anima a caminar hacia delante, y aun con miedos pero sin temor.

 

Como en el ojo del huracán donde la calma es un contraste asombroso con la furia que se va desatando en los bordes.

 

Salmo responsorial: 16



REFLEXIÓN

 

Señor, escucha mi apelación, / atiende a mis clamores, / presta oído a mi súplica, / que en mis labios no hay engaño

 

Al menos nos has hecho más conscientes de los engaños que mantengo y no desecho.

 

tú que salvas de los adversarios

 

Que son más de los que uno pensaba.

 

yo con mi apelación vengo a tu presencia

 

 

Porque nos vas enseñando a llamarte y esperar, a entender la espera en tu dominio, a apreciar la transformación que sigilosamente operas desde nuestro centro, y preferir lo trascendente que eres tú, a lo provisional que son todos los bienes deseables.

 

Es como buscar el Reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura.

 

Lucas 8, 1-3



REFLEXIÓN

 

Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo

 

Itinerando como algunos políticos han descubierto que hay que hacer para enterarse de primera mano de los problemas y dar a conocer sus personas y propuestas.

 

A diferencia de algunos de ellos, Jesús conmovía por la credibilidad que despedía su persona y atraía, como un tesoro que se encuentra sorpresivamente.

 

predicando el Evangelio del reino de Dios

 

Mostrando más bien, porque Jesús de Nazareth no prodigaba discursos demagógicos con promesas inciertas para quedar bien.

 

El ofrecía signos que provocaban fe y reflexión. Provocaban cambio de vida.

 

Un fenómeno de comunicación masiva de una buena noticia.

 

No podemos decir algo así hoy, con tanta mala noticia del anti-reino.

 

Una profusa divulgación sádico-masoquista que martilla obstinadamente lo malo del mundo y su cúmulo de pobrezas y carencias.

 

Un mundo así no parece que valga la pena vivirlo. Eso muestra la estadística de suicidios y deprimidos.

 

Parece como la agenda envidiosa de una fuerza que detesta la buena nueva. Un dominio fatigante, como un imperio que resiste la obra buena, la buena palabra, la buena intención y busca desarmar con críticas aniquiladoras su proceso de bienaventuranza.

 

María la Magdalena

 

Quien es hoy la matriarca de las feministas y las activistas de género.

 

A ellas le debemos por su reflexión e investigación, el énfasis en figuras que el sistema patriarcal no deja brillar suficientemente.

 

En este logro también se cuela quien ya sabemos, para dañar por su extremismo la buena obra.

 

otras muchas que le ayudaban con sus bienes

 

Jesús es un modelo de libertad: se deja colaborar además con bienes, con dinero, pero sin apegarse, ni dejarse atar o manipular.

 

Sin ese patrocinio quizá hubiera sido casi imposible la misión de Jesús por el Reino.

 

Pero tampoco tergiversó el sentido de una existencia que se mantenía lejos de la codicia.

 

Era el signo del Reino, donde el valor del dominio de Dios superaba todo inmediatismo y logro efímero.

 

La intervención de Jesús mediante sanación y respuesta a ciertas necesidades de la población más pobre, no era para hacer un reino en este mundo, sino desde este mundo.

 

Sino para abrirle paso a la comprensión del Reino del Padre y provocar una vida en armonía con él.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1570745101990924289?s=20&t=yyBWbBZFV0WybMH8Xc0uHQ

DOCTORES DE LA IGLESIA


 

Viernes, XXIV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,10-11

Ya habéis oído lo que los malos pastores aman. Ved ahora lo que descuidan. No fortalecéis a las débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas, es decir, a las que sufren; no recogéis a las descarriadas, ni buscáis a las perdidas, y maltratáis brutalmente a las fuertes, destrozándolas y llevándolas a la muerte. Decir que una oveja ha enfermado quiere significar que su corazón es débil, de tal manera que puede ceder ante las tentaciones en cuanto sobrevengan y la sorprendan desprevenida. El pastor negligente, cuando recibe en la fe a alguna de estas ovejas débiles, no le dice: Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente. Porque quien dice tales cosas, ya está confortando al débil, ya está fortaleciéndole, de forma que, al abrazar la fe, dejará de esperar en las prosperidades de este siglo. Ya que, si se le induce a esperar en la prosperidad, esta misma prosperidad será la que le corrompa; y, cuando sobrevengan las adversidades, lo derribarán y hasta acabarán con él. Así, pues, el que de esa manera lo edifica, no lo edifica sobre piedra, sino sobre arena. Y la roca era Cristo. Los cristianos tienen que imitar los sufrimientos de Cristo, y no tratar de alcanzar los placeres. Se conforta a un pusilánime cuando se le dice: «Aguarda las tentaciones de este siglo, que de todas ellas te librará el Señor, si tu corazón no se aparta lejos de él. Porque precisamente para fortalecer tu corazón vino él a sufrir, vino él a morir, a ser escupido y coronado de espinas, a escuchar oprobios, a ser, por último, clavado en una cruz. Todo esto lo hizo él por ti, mientras que tú no has sido capaz de hacer nada, no ya por él, sino por ti mismo». ¿Y cómo definir a los que, por temor de escandalizar a aquellos a los que se dirigen, no sólo no los preparan para las tentaciones inminentes, sino que incluso les prometen la felicidad en este mundo, siendo así que Dios mismo no la prometió? Dios predice al mismo mundo que vendrán sobre él trabajos y más trabajos hasta el final, ¿y quieres tú que el cristiano se vea libre de ellos? Precisamente por ser cristiano tendrá que pasar más trabajos en este mundo. Lo dice el Apóstol: Todo el que se proponga vivir piadosamente en Cristo será perseguido.

REFLEXIÓN

Ni se debe, mucho menos se puede, permanecer en la permanente gratificación; ni en la permanente depresión, por malestar constante Frente a sube y baja de la vida, o se forra uno como un estoico, inmune a lo bueno y lo malo, para no desviarse de su propio poder, o se afianza uno en el más fuerte, para con él no enajenarse con la gloria, ni sucumbir con la desgracia. Ese más fuerte es Jesús Cristo.