martes, 17 de enero de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Martes 2 de tiempo ordinario

Año Impar

Hebreos 6,10-20



REFLEXIÓN

con fe y perseverancia, consiguen lo prometido

No nos acabamos de convencer en lo profundo de los repliegues de nuestro ser: se requiere tiempo para aquilatar. El entusiasmo y la brillantez son efímeros, porque no reemplazan la convicción labrada y mantenida en la duración del tiempo.

Se oye que nuestros jóvenes en esta generación soportan mal la frustración del choque con los puntos de vista fijos de su mayores y desesperan.

Es una pena que así sea. Y haríamos mal en abandonar nuestras convicciones para dar gusto a esa desesperación.

Ojalá más bien nos preocupemos por hallar la pedagogía adecuada y el ejemplo para que se fortalezca la fe y la perseverancia sobre todo en los jóvenes.

se comprometió con juramento

Dios se obligó a sí mismo con juramento. Empeñó su autoridad, su identidad, que estabiliza al universo en el camino a su plenitud, en una promesa.

No necesitaba hacerlo porque en Él no hay sombra de duda, ni engaño, como ser todo transparencia que es.

Lo hizo por un sentido salvífico, por nosotros, para nuestro aprendizaje y guía.

asiéndonos a la esperanza que se nos ha ofrecido. La cual es para nosotros como ancla del alma, segura y firme

La esperanza como ancla fijada en la fidelidad del Señor, es el contrapeso que nos permite la estabilidad en medio de las corrientes que pudieran hacernos zozobrar.

Los mayores a los más jóvenes, para que resistan su frustración de un mundo que toma tiempo en cambiar, hemos de legar esperanza.

Es nuestra responsabilidad compartida que estas nuevas generaciones no la hayan desarrollado tanto.

No mirar atrás, no apartarse del derrotero, no hacer mudanza, no ser veleta, mantenerse en la huella, guardar la memoria, hacer memoria constante.

Salmo responsorial: 110



REFLEXIÓN

recordando siempre su alianza

Si alguien no olvida que prometió salvarnos es el Señor. Salvarnos en todo el sentido de lo que significa una existencia humana plena: un shalom.

Marcos 2,23-28



REFLEXIÓN

los discípulos iban arrancando espigas

En el orden social israelita la tradición que favorecía a los pobres, permitía que se dejaran sobras de la cosecha para que ellos obtuvieran alimento.

Un sábado atravesaba el Señor un sembrado

Pero el motivo de la confrontación es el sábado, no la propiedad. Actualmente se cambia la prioridad. Lo que nos interesa es la propiedad privada, privada más bien de función social.

Un sábado como tiempo dedicado a hacer espacio a la memoria del Señor, no parece tener lugar en una ciudad secular. Ni es problema.

cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre?

Jesús vuelve al espíritu de la ley, que es favorecer al hombre en sus necesidades humanas. Antes hay que comer que observar una prohibición de trabajo en sábado, que en este caso no se aplica, porque no es un trabajo sino una actividad lo que hacen los discípulos.

Jesús se muestra tomar partido por la necesidad sentida de hombres y mujeres. Eso vale más que una regulación prevista para momentos diferentes.

Son muchos los que claman por necesidad sentida y merecen atención por encima de legislaciones y sistemas que no los contemplan.

También se da los que levantan las necesidades como bandera de partidos para pugnar por el poder.

Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros"

En el ejemplo que plantea Jesús el contraste es más extremo: un lugar sagrado, unos panes consagrados, un privilegio sacerdotal. Todo esto cayó en segundo plano ante la necesidad de alimentarse.

Jesús los refiere a un relato que se relaciona a algo considerado tan sagrado como el sábado: el templo y sus ofrendas.

Si la necesidad del ser humano requiere respuesta, no hay excusa para atenderla. Ni siquiera una en nombre de lo santo.

Es congruente con la ética judeocristiana de la objeción de conciencia. No hay mandato humano, ni siquiera divino formulado por humanos, que no sea posible confrontar en nombre de Dios, ante una necesidad humana apremiante.

Los pobres son los portadores de esas necesidades apremiantes y ellos reescriben las prioridades de los mandatos, dados a conocer en nombre de Dios.

En el ejemplo que plantea Jesús el contraste es más extremo: un lugar sagrado, unos panes consagrados, un privilegio sacerdotal. Todo esto cayó en segundo plano ante la necesidad de alimentarse.

"El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado."

El sábado es importante, o su equivalente como tiempo para la memoria y acción de gracias al Señor. Pero el propio Señor hay momentos que antepone la necesidad sentida, como prioritaria según su voluntad.

Hemos de estar abiertos a esas señales de los tiempos para adecuarnos a su inspiración y seguirla.

Igual habrá que proceder a desenmascarar las pretensiones de poder de quienes utilizan las necesidades sentidas de las personas.

No sólo Jesús, Hijo de hombre, es Señor, sino que todo hombre/mujer hijo de hombre es señor de toda estructura que ordena la convivencia para servicio de él/ella.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1615320540180357120?s=20&t=7JR_GpSblKuE1ExDSKd2aA

BEATO CARLO



 De la carta de san Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a los Efesios
(Cap. 13--18, 1: Funk 1, 183-187)
 
TENED FE Y CARIDAD PARA CON CRISTO

 

Procurad reuniros con más frecuencia para celebrar la acción de gracias y la alabanza divina. Cuando os reunís con frecuencia en un mismo lugar, se debilita el poder de Satanás, y la concordia de vuestra fe le impide causaros mal alguno. Nada mejor que la paz, que pone fin a toda discordia en el cielo y en la tierra.

 Nada de esto os es desconocido si mantenéis de un modo perfecto, en Jesucristo, la fe y la caridad, que son el principio y el fin de la vida: el principio es la fe, el fin la caridad. Cuando ambas virtudes van a la par se identifican con el mismo Dios, y todo lo demás que contribuye al bien obrar se deriva de ellas. El que profesa la fe no peca, y el que posee la caridad no odia. Por el fruto se conoce el árbol; del mismo modo, los que hacen profesión de pertenecer a Cristo se distinguen por sus obras. Lo que nos interesa ahora, más que hacer una profesión de fe, es mantenernos firmes en esa fe hasta el fin.

 Es mejor callar y obrar que hablar y no obrar. Buena cosa es enseñar, si el que enseña también obra. Uno solo es el maestro, que lo dijo, y existió; pero también es digno del Padre lo que enseñó sin palabras. El que posee la palabra de Jesús es capaz de entender lo que él enseñó sin palabras y llegar así a la perfección, obrando según lo que habla y dándose a conocer por lo que hace sin hablar. Nada hay escondido para el Señor, sino que aun nuestros secretos más íntimos no escapan a su presencia. Obremos, pues, siempre conscientes de que él habita en nosotros, para que seamos templos suyos y él sea nuestro Dios en nosotros, tal como es en realidad y tal como se manifestará ante nuestra faz; por esto tenemos motivo más que suficiente para amarlo.

 No os engañéis, hermanos míos. Los que perturban las familias no poseerán el reino de Dios. Ahora bien, si los que así perturban el orden material son reos de muerte, ¿cuánto más los que corrompen con sus falsas enseñanzas la fe que proviene de Dios, por la cual fue crucificado Jesucristo? Estos tales, manchados por su iniquidad, irán al fuego inextinguible, como también los que les hacen caso. Para esto el Señor recibió el ungüento en su cabeza, para infundir en la Iglesia la incorrupción. No os unjáis con el repugnante olor de las enseñanzas del príncipe de este mundo, no seaa que os lleve cautivos y os aparte de la vida que tenemos prometida. ¿Por qué no somos todos prudentes, si hemos recibido el conocimiento de Dios, que es Jesucristo? ¿Por qué nos perdemos neciamente, no reconociendo el don que en verdad nos ha enviado el Señor?

 Mi espíritu es el sacrificio expiatorio de la cruz, la cual para los incrédulos es motivo de escándalo, mas para nosotros es la salvación y la vida eterna.