Martes 2 de tiempo
ordinario
Año Impar
Hebreos 6,10-20
REFLEXIÓN
con fe y perseverancia, consiguen lo prometido
No
nos acabamos de convencer en lo profundo de los repliegues de nuestro ser: se
requiere tiempo para aquilatar. El entusiasmo y la brillantez son efímeros,
porque no reemplazan la convicción labrada y mantenida en la duración del
tiempo.
Se
oye que nuestros jóvenes en esta generación soportan mal la frustración del
choque con los puntos de vista fijos de su mayores y desesperan.
Es
una pena que así sea. Y haríamos mal en abandonar nuestras convicciones para
dar gusto a esa desesperación.
Ojalá
más bien nos preocupemos por hallar la pedagogía adecuada y el ejemplo para que
se fortalezca la fe y la perseverancia sobre todo en los jóvenes.
se comprometió
con juramento
Dios
se obligó a sí mismo con juramento. Empeñó su autoridad, su identidad, que
estabiliza al universo en el camino a su plenitud, en una promesa.
No
necesitaba hacerlo porque en Él no hay sombra de duda, ni engaño, como ser todo
transparencia que es.
Lo
hizo por un sentido salvífico, por nosotros, para nuestro aprendizaje y guía.
asiéndonos a la esperanza que se nos ha ofrecido. La cual es
para nosotros como ancla del alma, segura y firme
La
esperanza como ancla fijada en la fidelidad del Señor, es el contrapeso que nos
permite la estabilidad en medio de las corrientes que pudieran hacernos
zozobrar.
Los
mayores a los más jóvenes, para que resistan su frustración de un mundo que
toma tiempo en cambiar, hemos de legar esperanza.
Es
nuestra responsabilidad compartida que estas nuevas generaciones no la hayan
desarrollado tanto.
No
mirar atrás, no apartarse del derrotero, no hacer mudanza, no ser veleta,
mantenerse en la huella, guardar la memoria, hacer memoria constante.
Salmo responsorial: 110
REFLEXIÓN
recordando siempre su alianza
Si
alguien no olvida que prometió salvarnos es el Señor. Salvarnos en todo el
sentido de lo que significa una existencia humana plena: un shalom.
Marcos 2,23-28
REFLEXIÓN
los discípulos iban arrancando espigas
En
el orden social israelita la tradición que favorecía a los pobres, permitía que
se dejaran sobras de la cosecha para que ellos obtuvieran alimento.
Un sábado atravesaba el Señor un sembrado
Pero
el motivo de la confrontación es el sábado, no la propiedad. Actualmente se
cambia la prioridad. Lo que nos interesa es la propiedad privada, privada más
bien de función social.
Un
sábado como tiempo dedicado a hacer espacio a la memoria del Señor, no parece
tener lugar en una ciudad secular. Ni es problema.
cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre?
Jesús
vuelve al espíritu de la ley, que es favorecer al hombre en sus necesidades
humanas. Antes hay que comer que observar una prohibición de trabajo en sábado,
que en este caso no se aplica, porque no es un trabajo sino una actividad lo
que hacen los discípulos.
Jesús
se muestra tomar partido por la necesidad sentida de hombres y mujeres. Eso
vale más que una regulación prevista para momentos diferentes.
Son
muchos los que claman por necesidad sentida y merecen atención por encima de
legislaciones y sistemas que no los contemplan.
También
se da los que levantan las necesidades como bandera de partidos para pugnar por
el poder.
Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote
Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes,
y les dio también a sus compañeros"
En
el ejemplo que plantea Jesús el contraste es más extremo: un lugar sagrado,
unos panes consagrados, un privilegio sacerdotal. Todo esto cayó en segundo
plano ante la necesidad de alimentarse.
Jesús
los refiere a un relato que se relaciona a algo considerado tan sagrado como el
sábado: el templo y sus ofrendas.
Si
la necesidad del ser humano requiere respuesta, no hay excusa para atenderla.
Ni siquiera una en nombre de lo santo.
Es
congruente con la ética judeocristiana de la objeción de conciencia. No hay
mandato humano, ni siquiera divino formulado por humanos, que no sea posible
confrontar en nombre de Dios, ante una necesidad humana apremiante.
Los
pobres son los portadores de esas necesidades apremiantes y ellos reescriben
las prioridades de los mandatos, dados a conocer en nombre de Dios.
En
el ejemplo que plantea Jesús el contraste es más extremo: un lugar sagrado,
unos panes consagrados, un privilegio sacerdotal. Todo esto cayó en segundo
plano ante la necesidad de alimentarse.
"El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para
el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado."
El
sábado es importante, o su equivalente como tiempo para la memoria y acción de
gracias al Señor. Pero el propio Señor hay momentos que antepone la necesidad
sentida, como prioritaria según su voluntad.
Hemos
de estar abiertos a esas señales de los tiempos para adecuarnos a su
inspiración y seguirla.
Igual
habrá que proceder a desenmascarar las pretensiones de poder de quienes
utilizan las necesidades sentidas de las personas.
No sólo
Jesús, Hijo de hombre, es Señor, sino que todo hombre/mujer hijo de hombre es
señor de toda estructura que ordena la convivencia para servicio de él/ella.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1615320540180357120?s=20&t=7JR_GpSblKuE1ExDSKd2aA