miércoles, 18 de enero de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 2 de tiempo ordinario

Año Impar

Hebreos 7,1-3.15-17



REFLEXIÓN

En virtud de esta semejanza con el Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

Las semejanzas o analogías ayudan la interpretación de la Palabra de Dios.

Son señales, atisbos, correlaciones que complementan, expanden, iluminan, aplican la palabra en el conjunto de la vida corriente.

Pero igual plantean límites de acceso que exigen apertura a los aspectos del mensaje que no se pueden eventualmente descifrar.

 sino en fuerza de una vida imperecedera

La vida y no el título era lo importante en el símbolo de Melquisedec, rey de justicia y de paz.

De dónde vino y dónde fue palidece en importancia frente a lo que encarna y vive.

Así es la calidad de ministerio que inaugura y consuma para sus creyentes Jesús de Nazaret.

Por eso no encaja en nada instituído ni oficial, sin negar ni destruir su existencia, sino otorgando un nuevo espíritu, una nueva perspectiva.

Nosotros vivimos un tiempo de agonía, desmantelando instituciones y cuestionando tradiciones.

Realmente la protesta por lograr la novedad no se cumple con nuevas normas, instituciones o sistemas sino con un espíritu nuevo. Mientras no cristalice seguiremos dando tumbos y tropezando.

Un espíritu nuevo, la renovación del Espíritu es un don del mismo Espíritu y urge prepararse para recibirlo, y cada uno sabe que hay que nacer de nuevo, convertirse.

Salmo responsorial: 109



REFLEXIÓN

haré de tus enemigos / estrado de tus pies

Por ser rey de paz, Melquisedec también prefigura una modalidad de lucha y combate: el perdón. El perdón hace la paz.

Nuestra tendencia a la minusvaloración de otros, bebida en la infancia, y ejercida, como un torrente que arrastra con ímpetu los buenos deseos y la buena fe, sólo puede ser remontada por una cultura de paz, en base al perdón.

el poder de tu cetro: / somete en la batalla a tus enemigos

No se entiende igual, si el poder y sometimientos es en base al perdón y la reconstrucción pacífica de la red social.

"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, / entre esplendores sagrados; / yo mismo te engendré, como rocío, / antes de la aurora."

Este versículo es de gran belleza literaria y plástica. Está al servicio del mensaje.

Y nosotros solemos quedarnos con el medio para hacerlo fin: la belleza en sí, sin importar a que fin sirva.

 "Tú eres sacerdote eterno, / según el rito de Melquisedec."

Jesús, y nosotros con él, pertenecemos a ese rito en la medida que lo vivamos en una vida que se gasta en justicia y paz.

Marcos 3,1-6



REFLEXIÓN

Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo.

La transgresión material del sábado por parte de Jesús es lo que obsesiona a sus adversarios. La escala de valores y sus prioridades no son las mismas para Jesús y sus enemigos. Es comprensible que en un sistema teocrático, con un templo magnífico como insignia de santidad y progreso material, ubique la tradición del sábado, transmitida durante cientos de años, como una piedra miliar.

La dedicación de este tiempo al Señor invisible preservó a Israel en el exilio. Es como si a los cristianos nos ofendieran en el rito sacramental del bautismo o la eucaristía.

Pero cuando estos medios se hacen fines y se olvida para quién y para qué están destinados, se trastocan los valores.

Jesús de Nazaret significa el rescate del ser humano desde su pobreza, en toda su riqueza semántica, para ponerlo como fin de los desvelos salvíficos del reino del Padre.

Jesús es el mediador en su carne de esta reestructuración.

"Levántate y ponte ahí en medio"

Jesús muestra así que el ser humano, pobre y pecador en cuanto la justificación, es el centro del Designio.

 

¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?

Una pregunta crucial que ataca la yugular de la hipocresía religiosa y moral. En muchas formas se repite en la historia inquietando el conformismo del establishment.

Solo que los inquietos de un momento son establishment más adelante y se endurecen, nos endurecemos, en nuestros supuestos logros.

Es un círculo fatídico de derrota para la humanidad? Más bien es la falla de la autocrítica: el reconocimiento oportuno que el espíritu se va convirtiendo en ley, el sábado va impidiendo curar al necesitado.

Es una cuestión fundamental. Es la base de la ética. Qué es lo permitido en un contexto de prohibición. La cultura judía contemporánea a Jesús hace del sábado-tiempo y lugar, un tabú. Jesús deshace el tabú.

Y corre el acento a lado humano en su vida y calidad de vida.

dolido de su obstinación

Es la subjetivación de Jesús frente al endurecimiento.

los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él

El establishemt fariseo y el herodiano se odiaban entre sí y se descalificaban. Pero a la hora de un enemigo común se alían. Nada nuevo.

Desde temprano la seguridad de Jesús estuvo en riesgo. Su mensaje concitaba fuerzas que aunque enemigas entre sí, se aliaban para derrotar un enemigo mayor de su establecimiento.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1615672449344978944?s=20&t=-1rJQ8z9hH_6xn0utRiRRA

BEATO CARLO



 De la Constitución dogmática Lumen géntium, sobre la Iglesia, del Concilio Vaticano segundo
(Núms. 2. 16)
 
YO SALVARÉ A MI PUEBLO

 

El Padre eterno, por un libérrimo y misterioso designio de su sabiduría y de su bondad, creó el mundo universo, decretó elevar a los hombres a la participación de la vida divina y, caídos por el pecado de Adán, no los abandonó, sino que les otorgó siempre los auxilios necesarios para la salvación, en atención a Cristo redentor, que es imagen de Dios invisible, primogénito de toda creatura. El Padre, desde toda la eternidad, conoció a los que había escogido y los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos.

 Determinó reunir a cuantos creen en Cristo en la santa Iglesia, la cual fue ya prefigurada desde el origen del mundo y preparada admirablemente en la historia del pueblo de Israel y en el antiguo testamento, fue constituida en los últimos tiempos y manifestada por la efusión del Espíritu y se perfeccionará gloriosamente al fin de los tiempos. Entonces, como se lee en los santos Padres, todos los justos descendientes de Adán, desde Abel el justo hasta el último elegido, se congregarán delante del Padre en una Iglesia universal.

 Por su parte, todos aquellos que todavía no han recibido el Evangelio están ordenados al pueblo de Dios por varios motivos.

 Y en primer lugar aquel pueblo a quien se confiaron las alianzas y las promesas y del que nació Cristo según la carne; pueblo, según la elección, amadísimo a causa de los padres: porque los dones y la vocación de Dios son irrevocables.

 Pero el designio de salvación abarca también a todos los que reconocen al Creador, entre los cuales están en primer lugar los musulmanes, que, confesando profesar la fe de Abraham, adoran con nosotros a un solo Dios, misericordioso, que ha de juzgar a los hombres en el último día. Este mismo Dios tampoco está lejos de aquellos otros que entre sombras e imágenes buscan al Dios desconocido, puesto que es el Señor quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas, y el Salvador quiere que todos los hombres se salven.

Pues los que inculpablemente desconocen el Evangelio y la Iglesia de Cristo pero buscan con sinceridad a Dios y se esfuerzan, bajo el influjo de la gracia, en cumplir con sus obras la voluntad divina, conocida por el dictamen de la conciencia, pueden conseguir la salvación eterna. Y la divina Providencia no niega los auxilios necesarios para la salvación a aquellos que, sin culpa por su parte, no han llegado todavía a un expreso conocimiento de Dios y se esfuerzan, con la gracia divina, en conseguir una vida recta.

La Iglesia considera que todo lo bueno y verdadero que se da entre estos hombres es como una preparación al Evangelio y que es dado por aquel que ilumina a todo hombre para que al fin tenga la vida.