jueves, 2 de febrero de 2023

BEATO CARLO


 
De las Disertaciones de san Sofronio, obispo
(Disertación 3, Sobre el Hipapanté, 6. 7: PG 87, 3, 3291-3293)
 
ACOJAMOS LA LUZ CLARA Y ETERNA

 

Corramos todos al encuentro del Señor los que con fe celebramos y veneramos su misterio, vayamos todos con alma bien dispuesta. Nadie deje de participar en este encuentro, nadie deje de llevar su luz.

Llevamos en nuestras manos cirios encendidos, ya para significar el resplandor divino de aquel que viene a nosotros -el cual hace que todo resplandezca y, expulsando las negras tinieblas, lo ilumina todo con la abundancia de la luz eterna-, ya, sobre todo, para manifestar el resplandor con que nuestras almas han de salir al encuentro de Cristo.

 En efecto, del mismo modo que la Virgen Madre de Dios tomó en sus brazos la luz verdadera y la comunicó a los que yacían en tinieblas, así también nosotros, iluminados por él y llevando en nuestras manos una luz visible para todos, apresurémonos a salir al encuentro de aquel que es la luz verdadera.

 Sí, ciertamente, porque la luz ha venido al mundo, para librarlo de las tinieblas en que estaba envuelto y llenarlo de resplandor, y nos ha visitado el sol que nace de lo alto, llenando de su luz a los que vivían en tinieblas: esto es lo que nosotros queremos significar. Por esto avanzamos en procesión con cirios en las manos, por esto acudimos llevando luces, queriendo representar la luz que ha brillado para nosotros, así como el futuro resplandor que, procedente de ella, ha de inundarnos. Por tanto, corramos todos a una, salgamos al encuentro de Dios.

 Ha llegado ya aquella luz verdadera que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre. Dejemos, hermanos, que esta luz nos penetre y nos transforme.

 Ninguno de nosotros ponga obstáculos a esta luz y se resigne a permanecer en la noche; al contrario, avancemos todos llenos de resplandor; todos juntos, iluminados, salgamos a su encuentro y, con el anciano Simeón, acojamos aquella luz clara y eterna; imitemos la alegría de Simeón y, como él, cantemos un himno de acción de gracias al Engendrador y Padre de la luz, que ha arrojado de nosotros las tinieblas y nos ha hecho partícipes de la luz verdadera.

 También nosotros, representados por Simeón, hemos visto la salvación de Dios, que él ha presentado ante todos los pueblos y que ha manifestado para gloria de nosotros, los que formamos el nuevo Israel; y, así como Simeón, al ver a Cristo, quedó libre de las ataduras de la vida presente, así también nosotros hemos sido liberados del antiguo y tenebroso pecado.

 También nosotros, acogiendo en los brazos de nuestra fe a Cristo, que viene desde Belén hasta nosotros, nos hemos convertido de gentiles en pueblo de Dios (Cristo es, en efecto, la salvación de Dios Padre) y hemos visto, con nuestros ojos, al Dios hecho hombre; y de este modo, habiendo visto la presencia de Dios y habiéndola aceptado, por decirlo así, en los brazos de nuestra mente, somos llamados el nuevo Israel. Esto es lo que vamos celebrando año tras año, porque no queremos olvidarlo.


miércoles, 1 de febrero de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 4 de tiempo ordinario

Año Impar

Hebreos 12,4-7.11-15



REFLEXIÓN

ningún castigo es agradable en el momento de recibirlo, sino que duele; pero si uno aprende la lección, obtiene la paz como premio merecido

Sólo en un contexto de amor desinteresado puede el castigo, la reprensión, la censura, la supresión, llegar a ser una lección que aprendida aporte paz.

Para ello los que aplican el castigo deben depurar su móvil buscando un bien común, y los que reciben deben esforzarse en la aceptación humilde de la propia culpa.

Quizá hoy en día el joven se resiste al castigo y se enardece, por presentir que se queda corto el amor desinteresado del que lo aplica.

Y se aferra más a su ego estropeado que a la objetividad del señalamiento de su error.

buscad el camino derecho, para que sane el pie que está cojo y no se tuerza más

Se trata de una responsabilidad compartida: el que dirige debe buscar caminos asequibles y viables; el que sigue, debe caminar por el camino apto para que su dolencia, debilidad o afecto desordenado sane.

Porque el desvío y error es un asunto de previsión y cálculo, en el que entra un discernimiento para elegir lo que más conduce a la realización-salvación.

Procurad que nadie se quede sin la gracia de Dios y que ninguna raíz amarga rebrote y haga daño, contaminando a muchos

Por gracia de Dios se debe entender un acompañamiento tal del Señor que permita tal vigilancia para evitar incurrir en el desvío, y ayude a aprender la lección de manera que no haya rebrote de la mala hierba.

Porque es una responsabilidad para con uno mismo y para con los hermanos, a fin de no echarles a perder.

Salmo responsorial: 102



REFLEXIÓN

Como un padre siente ternura por sus hijos, / siente el Señor ternura por sus fieles; / porque él conoce nuestra masa, / se acuerda de que somos barro

Echamos a perder la imagen de Padre si proyectamos una paternidad paternalista, permisiva, que deja ser para no incomodarse con la corrección.

Marcos 6,1-6



REFLEXIÓN

¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?" Y esto les resultaba escandaloso

Difícil de tragar que éste, igual a nosotros, resulte más sabio que nosotros.

Cantidad de veces procedemos en la misma forma, invalidando una propuesta acertada por la insignificancia del proponente.

Por el contrario se requiere de mucha humildad aceptar una propuesta así y tomarla de referente.

Cuántas veces los que protestan sugieren soluciones que las autoridades desdeñan porque no son especialistas: trabajadores, amas de casa, estudiantes, indígenas.

Es que esas propuestas no sólo son sabias como las de Jesús de Nazaret, sino amenazantes porque piden una conversión a otras actitudes y valores: renunciar a la acumulación de riqueza, compartir con el que tiene menos, darle apoyo al enemigo.

Definitivamente es otro mundo, otra realidad.

El estrato socioeconómico al que Jesús semeja pertenecer no daría las oportunidades para una preparación como la que él mostraba en público.

Los poderes curativos que exhibía no se compadecían con una vida de aldea y una familia que por conocida no hacía suponer nada especial ni extraordinario.

Un cualquiera de santón, en quien se suponen los mismos vicios de los demás.

Como  el film de Passolini en su época.

Un Jesús no idealizado sino vulgarizado.

Jesús era del común.

Pero es una mirada externa, superficial, sin relación personal, íntima o seducida por el ethos de Jesús.

En qué nos puede edificar todo esto a sus seguidores? Quizás en captar que Jesús en su vida ostenta un poder del Espíritu de Dios, derramado con abundancia para beneficio de muchos.

Su decir y hacer es la plastificación de un Padre amoroso y responsable de la plenitud de vida de sus hijos.

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe

La fe es aquella libertad humana que accede abrir al Señor el espacio y la oportunidad para que intervenga en la historia.

Qué de extraño tiene que sus milagros nos parezcan tan escasos hoy en día?

Un Padre necesita del amor de sus hijos para influir en sus vidas y no ser mirado como un extraño o intruso.

Qué hacemos cuando una generación pierde el sentido de Dios como Padre y Jesús como su signo más fehaciente, fidedigno.?

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