miércoles, 14 de junio de 2023

BEATO CARLO

 

De las Homilías de Orígenes, presbítero, sobre el libro de Josué
(Homilía 4, 1: PG 12, 842-843)


EL PASO DEL JORDÁN

En el paso del río Jordán, el arca de la alianza guiaba al pueblo de Dios. Los sacerdotes y levitas que la llevaban se pararon en el Jordán, y las aguas, como en señal de reverencia a los sacerdotes que la llevaban, detuvieron su curso y se amontonaron a distancia, para que el pueblo de Dios pudiera pasar impunemente. Y no te has de admirar cuando se te narran estas hazañas relativas al pueblo antiguo, porque a ti, cristiano, que por el sacramento del bautismo has atravesado la corriente del Jordán, la palabra divina te promete cosas mucho más grandes y excelsas, pues te promete que pasarás y atravesarás los mismos aires.
Oye lo que dice Pablo acerca de los justos: Seremos arrebatados entre nubes al encuentro del Señor por los aires, y así estaremos siempre con el Señor. Nada, pues, ha de temer el justo, ya que toda la creación está a su servicio.
Oye también lo que Dios promete al justo por boca del profeta: Cuando pases por el fuego, la llama no te abrasará, porque yo soy el Señor tu Dios. Vemos, por tanto, cómo el justo tiene acceso a cualquier lugar, y cómo toda la creación se muestra servidora del mismo. Y no pienses que aquellas hazañas son meros hechos pasados y que nada tienen que ver contigo, que los escuchas ahora: en ti se realiza su místico significado. En efecto, tú, que acabas de abandonar las tinieblas de la idolatría y deseas ser instruido en la ley divina, eres como si acabaras de salir de la esclavitud de Egipto.
Al ser agregado al número de los catecúmenos y al comenzar a someterte a las prescripciones de la Iglesia, has atravesado el mar Rojo y, como en aquellas etapas del desierto, te dedicas cada día a escuchar la ley de Dios y a contemplar la gloria del Señor, reflejada en el rostro de Moisés. Cuando llegues a la mística fuente del bautismo y seas iniciado en los venerables y magníficos sacramentos, por obra de los sacerdotes y levitas, parados como en el Jordán, los cuales conocen aquellos sacramentos en cuanto es posible conocerlos, entonces también tú, por ministerio de los sacerdotes, atravesarás el Jordán y entrarás en la tierra prometida, en la que te recibirá Jesús, el verdadero sucesor de Moisés, y será tu guía en el nuevo camino.
Entonces tú, consciente de tales maravillas de Dios, viendo cómo el mar se ha abierto para ti y cómo el río ha detenido sus aguas, exclamarás: ¿Qué te pasa, mar, que huyes, y a ti, Jordán, que te echas atrás? ¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros; colinas, que saltáis como corderos? Y te responderá el oráculo divino: En presencia del Señor se estremece la tierra, en presencia del Dios de Jacob; que transforma las peñas en estanques, el pedernal en manantiales de agua

martes, 13 de junio de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Martes 10 de tiempo ordinario

Año Impar

2Corintios 1,18-22



REFLEXIÓN

¡Dios me es testigo!

No es suficiente hoy en la era de la incredibilidad apelar a Dios como testigo, si no se goza mediáticamente de buena fama.

Así, quienes son gente de trastienda oscura y de sombra, pero de buena imagen, son más creíbles que un criminal regenerado.

En el mundo antiguo y en el actual la imagen era primero, si no que lo digan los fariseos retratados en los evangelios y a quienes Jesús de Nazareth llamaba “hipócritas!, ”sepulcros blanqueados!”.

en él todo se ha convertido en un "sí"; en él todas las promesas han recibido un "sí".

Cómo negar que envidiamos esa fe paulina en el aporte del mensaje de Jesús de Nazareth, muerto y resucitado.

Considerar que se ha cumplido la promesa antigua de la felicidad, de la salvación personal y de los pueblos.

Y así descansar en la convicción de fe sobre la fidelidad del Padre, cuyo sí no tiene sombra ni eclipse, y cuyo hijo es la evidencia histórica.

Y por él podemos responder "Amén" a Dios, para gloria suya

Así nuestro Amén es el grito honesto y profundo de corazón, que expresa la acción de gracias por el Sí en Jesús de Nazareth.

Realmente no necesitamos muchas más oraciones y devociones. Sólo Amén en los labios, en el corazón y en la acción.

O será que la super oferta de devociones manifiesta que no tenemos el Amén expresión de fe?

Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu

La pastoral de diversas creencias pugna y se esfuerza por proclamarle a las jóvenes generaciones de bautizados la buena nueva, para que se confirmen en la fe primera.

Es obligante ante la masiva inducción por el bautismo de infantes.

Pero se estará colaborando con la Palabra que nos dice que es Dios el que confirma?

Salmo responsorial: 118



REFLEXIÓN

 

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo

Necesitamos por tanto, a nivel de persona, resonar con la experiencia de la fidelidad del Padre, para vivenciarnos confirmados en su sí de la promesa, y así remontar lo que a nuestros ojos parece incumplimiento en el sufrimiento del mundo.

Mateo 5,13-16



REFLEXIÓN

 

Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?

Por nuestra fe somos sal para la tierra-mundo-cosmos-culturas-pueblos-sociedades.

Por la fe aportamos una credibilidad: la del Padre, que sí cumple en Jesús de Nazareth. Y nuestra credibilidad no es por imagen, sino por verdad.

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa

Se trata de una fe visibilizada, no privada ni privativa. Una fe transmisible, no aislada ni refundida. Una fe que se deje sentir, y produzca, hasta encandile, por su luminosidad.

Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras

Es el objetivo definitivo y final: que se vean las buenas obras. Ellas han de convencer a la corta o a la larga. Porque en el intermedio pueden ser sometidas, por la mentalidad de la sospecha, a escrutinio tenaz.

La fe-luz debe ser lo suficientemente potente para resistir el intento de las tinieblas de oscurecer las buenas obras.

En la comunión de los santos se da una sociedad nueva construída por la colaboración con la buena obra.

En ella destacan muchas mujeres en quienes no falló su intuición para restituir su dignidad de hijas de Dios haciendo bien.

Y hacer bien no es fácil, es muy sencillo tergiversarlo, pensar mal de su intención y motivación, sobre todo en nuestra paranoica cultura de la sospecha.

Hacer el bien por amor al reino llega hasta el extremo de hacer frente a la tentación de la duda sobre la bondad del propio acto, para lo cual hay que luchar contra el naufragio de la propia obra buena, al verse uno contaminado por los motivaciones egoístas, conscientes e inconscientes.

El enemigo busca desalentarnos a seguir adelante en la obra buena. Esta es la finalidad.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1668575626586910725?s=20

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2Corintios 1,18-22

La inconsistencia del apóstol, por causas fuera de su control, como no visitar las comunidades en tiempo acordado, no debe defraudar la fe de los creyentes. La verdadera consistencia radica en el Si de Jesús dócil al plan de Salvación del Padre, y de ese Sí debemos participar todos, con el Espíritu concedido en prenda.

Salmo responsorial: 118

Haz brillar tu rostro, para que en alguna forma te veamos cercano y amoroso. Así guardar tus mandatos se nos facilitará, y te podemos alabar.

Mateo 5,13-16

La desconexión entre el dicho y el hecho le quita eficacia a la predicación del discípulo. Por eso la responsabilidad de no perder el poder de salar, ni de iluminar, ni de ser visto como luna ciudad edificada en lo alto