miércoles, 2 de marzo de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Miércoles, VIII semana

San Agustín Confesiones 10,26,37—29,40

Señor, ¿dónde te hallé para conocerte –porque ciertamente no estabas en mi memoria antes que te conociese–, dónde te hallé, pues, para conocerte, sino en ti mismo, lo cual estaba muy por encima de mis fuerzas? Pero esto fue independientemente de todo lugar, pues nos apartamos y nos acercamos, y, no obstante, esto se lleva a cabo sin importar el lugar. ¡Oh Verdad!, tú presides en todas partes a todos los que te consultan y, a un mismo tiempo, respondes a todos los que te interrogan sobre las cosas más diversas. Tú respondes claramente, pero no todos te escuchan con claridad. Todos te consultan sobre lo que quieren, mas no todos oyen siempre lo que quieren. Optimo servidor tuyo es el que no atiende tanto a oír de ti lo que él quisiera, cuanto a querer aquello que de ti escuchare.

REFLEXIÓN

La Verdad de Dios es un Tú, que buscamos y cuestionamos más que lo que escuchamos. Aplicamos nuestro uso común ordinario, que es decir, opinar, hablar sin casi descanso. Pero menos el escuchar y asimilar lo que se nos pueda decir. Dios ama el silencio y es silencio, en el cual se nos comunica, si estamos abiertos a escuchar.

¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti.

REFLEXIÓN

El Señor pasa de incógnito, pero no se queda anónimo, porque quien lo experimenta, sabe que es Él y que Él es. Es un Amor primero, posicionado en nuestro centro, quizá olvidado pero disponible.

 Cuando yo me adhiera a ti con todo mi ser, ya no habrá más dolor ni trabajo para mí, y mi vida será realmente viva, llena toda de ti. Tú, al que llenas de ti, lo elevas, mas, como yo aún no me he llenado de ti, soy todavía para mí mismo una carga. Contienden mis alegrías, dignas de ser lloradas, con mis tristezas, dignas de ser aplaudidas, y no sé de qué parte está la victoria. ¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! Contienden también mis tristezas malas con mis gozos buenos, y no sé a quién se ha de inclinar el triunfo. ¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! Yo no te oculto mis llagas. Tú eres médico, y yo estoy enfermo; tú eres misericordioso, y yo soy miserable. ¿Acaso no está el hombre en la tierra cumpliendo un servicio? ¿Quién hay que guste de las molestias y trabajos? Tú mandas tolerarlos, no amarlos. Nadie ama lo que tolera, aunque ame el tolerarlo. Porque, aunque goce en tolerarlo, más quisiera, sin embargo, que no hubiese qué tolerar. En las cosas adversas deseo las prósperas, en las cosas prósperas temo las adversas. ¿Qué lugar intermedio hay entre estas cosas, en el que la vida humana no sea una lucha? ¡Ay de las prosperidades del mundo, pues están continuamente amenazadas por el temor de que sobrevenga la adversidad y se esfume la alegría! ¡Ay de las adversidades del mundo, una, dos y tres veces, pues están continuamente aguijoneadas por el deseo de la prosperidad, siendo dura la misma adversidad y poniendo en peligro la paciencia! ¿Acaso no está el hombre en la tierra cumpliendo sin interrupción un servicio? Pero toda mi esperanza estriba sólo en tu muy grande misericordia.

REFLEXIÓN

Más que el espacio, la temporalidad se hace sentir en la existencia humana. Y así se va construyendo nuestra inestabilidad, aunque disfrutemos largamente de las bondades de la vida. Y por eso la misericordia del Señor, que es su comprensión y compensación a nuestra inestabilidad, nos comparte su permanente solidez.

martes, 1 de marzo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Martes 8 de tiempo ordinario

1Pedro 1,10-16



REFLEXIÓN

La salvación fue el tema que investigaron y escrutaron los profetas

El aspecto soteriológico o de salvación es el básico o fundamental para que una teoría religiosa se presente como relevante y pertinente para la humanidad.

Una revelación o promesa venida de cualquier divinidad o ser superior que no afecte el destino definitivo de los humanos no tendrá sentido.

En el concurso para captar la atención, interés y devoción de ellos se incluyen las diferentes filosofías orientales y occidentales del mundo conocido.

O sea, que fuera de Israel y sus profetas se dieron también propuestas de salvación.

El Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, les declaraba por anticipado los sufrimientos de Cristo y la gloria que seguiría

Esta lectura de los profetas de Israel es la particular de los creyentes cristianos, que debemos reconocer no es la única ni se afirma unánimemente. Sostenerla es una consecuencia de la fe decidida con un mínimo de libertad y autodeterminación.

Eso significa que incluso aquellos que se identifican con una tradición de fe cristiana, han de ejercer oportunamente tal decisión de fe, para que sea libre, autónoma y humana.

Y ahora se os anuncia por medio de predicadores que os han traído el Evangelio con la fuerza del Espíritu enviado del cielo

Tal declaración es justo reconocerlo, puede ser leída con docilidad y aceptación desde esa fe madura, pero no necesariamente desde otras posturas que otorgan asentimiento a otras ideas no cristianas.

Porque mirada con neutralidad es una declaración que tiene que hacer todo aquel que pretenda que se tome en serio su mensaje. Ese ahora de la salvación pulula en diferentes momentos y escenarios, y es reclamado por muchos mesías y grupos.

Se impone por tanto una fundamentación que sostenga y consolide la convicción del ahora de la salvación en Jesús de Nazareth, el Cristo exaltado.

Pero nuestro tiempo quizá cansado de tanta retórica reclama como argumento más creíble la práctica que aporta salvación histórica y transforma a los humanos en hermanos.

No es que este énfasis ortopráctico no existiera desde antiguo, pero es que el cúmulo de decepciones de las instituciones salvíficas es como un combustible para la búsqueda de salvación en la buena voluntad tangible.

Salmo responsorial: 97



REFLEXIÓN

porque ha hecho maravillas

Es propio del Señor obrar en nuestra realidad con desproporción a nuestra expectativa y conocimiento.

Él es como un amante que gusta sorprendernos y asombrarnos.

Marcos 10,28-31



REFLEXIÓN

Pedro se puso a decir a Jesús: "Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido."

Pedro le recuerda a Jesús que nuestras relaciones cargan con una expectativa o interés, que anhela ser recompensado o reconocido.

recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna.

Jesús le recuerda a Pedro que efectivamente hay reconocimiento y recompensa en esta relación, pero va más allá de cualquier cálculo:incluye persecuciones y eternidad.

El santo cristiano se preocupa de la justicia de Dios y esto le acarrea persecuciones.

La recompensa en este mundo al seguimiento y la entrega a la causa de Jesús es un proceso de realización y sufrimiento. Por eso es pasión. Es muerte. Y es resurrección.

Esa recompensa va apareciendo oportunamente en la comunidad fraterna que se construye como un reino de ágape.

En ella nuestras vidas se van acercando, entrecruzando y la solidaridad mutua va creando fuertes vínculos de lealtad y apoyo.

Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros.

Pedro como animoso y entusiasta se apunta de primero pero se le advierte: puede quedar de último.

Nuevamente: el cálculo que hagamos puede no ser el adecuado.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1498631500908146692?s=20&t=nVNFcCj1bEwEQsRNNVvy2Q