lunes, 28 de septiembre de 2020

PALABRA COMENTADA

 

 

Lunes 26 de tiempo ordinario

Job 1, 6-22

6Un día, cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑOR, Satanás (el adversario) vino también entre ellos. 7Y el SEÑOR preguntó a Satanás: "¿De dónde vienes?" Entonces Satanás respondió al SEÑOR: "De recorrer la tierra y de andar por ella." 8Y el SEÑOR dijo a Satanás: "¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra; es un hombre intachable (íntegro) y recto, temeroso de Dios y apartado del mal." 9Satanás respondió al SEÑOR: "¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10"¿No has hecho Tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la tierra. 11"Pero extiende ahora Tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no Te maldice en Tu misma cara." 12Entonces el SEÑOR dijo a Satanás: "Todo lo que él tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él." Y Satanás salió de la presencia del SEÑOR.
13
Y aconteció que un día en que los hijos y las hijas de Job estaban comiendo y bebiendo en la casa del hermano mayor, 14vino un mensajero a Job y le dijo: "Los bueyes estaban arando y las asnas paciendo junto a ellos, 15y los Sabeos atacaron y se los llevaron. También mataron a los criados a filo de espada. Sólo yo escapé para contárselo a usted." 16Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: "Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió; sólo yo escapé para contárselo a usted." 17Mientras éste estaba hablando, vino otro y dijo: "Los Caldeos formaron tres cuadrillas, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Sólo yo escapé para contárselo a usted." 18Mientras éste estaba hablando, vino otro y dijo: "Sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor, 19y entonces vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y ésta cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contárselo a usted."
20
Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró,
21
y dijo: "Desnudo salí del vientre de mi madre Y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; Bendito sea el nombre del SEÑOR."
22
En todo esto Job no pecó ni culpó a Dios.

COMENTARIO

Pero extiende la mano, daña sus posesiones, y te apuesto a que te maldecirá en tu cara

Una figura útil para entender algo las calamidades que sobrevienen en la existencia como pruebas para acrisolar la fe y la confianza.

Estoy en un momento para creerlo y aceptarlo como realidad en mi vida: pruebas. Aunque sin embargo han llegado por mi complicidad, como consecuencias de mis decisiones torcidas, y de las decisiones de otros que también sufrimos en nuestra red de vida.

"Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré a él. EL SEÑOR ME LO DIO, EL SEÑOR ME LO QUITÓ, BENDITO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR."

Una expresión que nos provoca como una actitud diversa a la desesperación.

Un reconocimiento al Misterio del Señor por una acción de gracias a su bondad sobre toda duda, contra la gran tentación de la malignidad del contra-reino, que busca apartarnos de Él.

Salmo responsorial: 16

COMENTARIO

que en mis labios no hay engaño

Eres quien nos purifica para estar en tu presencia y alcanzarte con nuestro ruego

Aunque sondees mi corazón, / visitándolo de noche

Tu prueba nocturna cuando vivo el terror y la inseguridad y clamo por tu apoyo

no encontrarás malicia en mí

No puedo, no me atrevo a decir igual, porque hay malicia en mí. Si no es pecado, es afecto desordenado, no puramente ordenado para tu gloria,servicio y alabanza.

Yo te invoco porque tú me respondes

Lo he sentido de noche cuando busco pacificarme en el ruego

Muestra las maravillas de tu misericordia

Que se muestre y sepa es don del Misericordioso que abre nuestra visión para Él.

Lucas 9, 46-50

46Y comenzó una discusión entre ellos, sobre quién de ellos sería el mayor. 47Entonces Jesús, sabiendo lo que pensaban en sus corazones, tomó a un niño y lo puso a Su lado. 48"El que reciba a este niño en Mi nombre," les dijo, "Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, recibe a Aquél que Me envió; porque el que es más pequeño (humilde) entre todos ustedes, ése es grande."
49
Y Juan respondió: "Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con nosotros." 50Pero Jesús le dijo: "No se lo impidan; porque el que no está contra ustedes, está con ustedes."

COMENTARIO

los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante

Si no discutimos, por lo menos nos afanamos anhelando el reconocimiento de nuestra importancia.

A veces llegamos a excesos penosos por la búsqueda de gloria.

No es que no importe como un estímulo de nuestros talentos.

Pero es muy frecuente que encallemos en una obsesión y ambición ansiosa por ser reconocidos más que otros.

Hemos vivido constantemente esta competencia y celotipia envidiosa. Nos creemos merecedores del más alto sitial, y nos deprimimos cuando nos ignoran.

El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante

Un niño es un ser vulnerable y en su visión lúdica de la existencia no sobresale, aunque pueda existir como semilla de mala hierba, la ambición por la importancia sobre los demás.

El mundo al revés.

Un niño en ese contexto de competitividad qué significa: ausencia de ambición conscientemente pretendida.

El niño es pequeño, eso se ve.

El niño, entonces más que ahora, no cuenta en la sociedad como el adulto.

Traerlo al medio de la conversación es como un acto profético de Jesús, que evidencia la pequeñez física y social, para proyectarse a la otra pequeñez: la que importa en el reino.

Las caricaturas de la pequeñez dañan el significado profundo que se quiere transmitir, incluso la que distorsiona la infancia espiritual de Santa Teresita del niño Jesús.

Pero no se trata de pusilanimidad, que contraria otros textos de la Palabra, sino de una identidad de cara al reino donde el protagonismo es del Espíritu, y la lucha por el poder se reemplaza con el esfuerzo de la solidaridad fraterna.

Ignacio de Loyola funda su Compañía de Jesús como mínima, en el sentido de la dependencia del Espíritu Santo, de quien depende el ágape discernido, más que del número de participantes.

No se lo impidáis; el que no está contra vosotros, está a favor vuestro.

Más bien nos debemos gozar que la obra se vaya haciendo, aunque sea con la gloria de otros.

La obra del Señor es lo importante.

 

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1310551139809734656?s=20

 

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