Martes de la octava de Pascua
Hechos
2,36-41
REFLEXIÓN
Dios lo ha
constituido Señor y Mesías
Se pueden ver ciertas pistas del itinerario de una
cristología primitiva, a través de los títulos que se le van dando, y desde un
enfoque ascendente.
Según esto, Jesús se confiesa como Señor, título del Dios
hebreo, quien para la casa de Israel es un Dios único e indiscutible, sin
competencia, y sin tener que competir.
A este Jesús se le confiere el mismo tratamiento, del
Dios único. Y también se confiesa que ha sido hecho tal.
Es el enfoque de un hombre que ha ascendido al rango de
Señor, equiparable al Dios ùnico.
Para él es la suma gloria y glorificación. Pero además es
un ministerio.
Se hace de él un Dios ejecutivo, a cargo del dominio, en
control de unas funciones. No es para descansar y dejar de hacer. Como un
demiurgo
les traspasaron
el corazón
El anuncio por la fuerza del Espíritu del mismo Jesús,
ahora Señor, logra la ablandamiento del corazón de los escuchas
"¿Qué
tenemos que hacer, hermanos?"
De ahí la pregunta que surge de la conversión. Expresa la
disponibilidad a la gracia. Es la tierra abonada por la palabra para iniciar el
cambio.
Convertíos y
bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y
recibiréis el don del Espíritu Santo
Es el estreno del flamante nuevo Dios: Jesucristo. El
bautizo es también un reconocimiento de que él perdona los pecados:las
conductas que manifiestan el desvío de Dios.
Un fruto del Espíritu en esta Pascua sería la mayor
penetración en el conocimiento de Jesucristo. Su revelación más intensa. Un
mayor despliegue de su significación propia y única, como novedad de dominio
sobre el mundo.
Anunciar
palabras que lleguen al corazón de la persona, y muevan a una pregunta
fundamental sobre el sentido de su vida. Entonces se da la oportunidad para
anunciar a Jesús como el sentido nuevo de la vida nueva.
Son
palabras con fuerza de Espíritu que hacen sentir su potencia, en una conversión
al designio del Padre en su Hijo.
Esta es
la misión del apóstol. Su principio y fundamento. Todo lo demás es tanto
cuanto.
Salmo
responsorial: 32
REFLEXIÓN
La palabra del Señor es sincera,
A dónde iremos? Tienes
palabras de vida inagotable.
Los ojos del
Señor están puestos en sus fieles, / en los que esperan en su misericordia, /
para librar sus vidas de la muerte / y reanimarlos en tiempo de hambre
Seguir nutriendo la confianza de que bendecirá el Señor
continuamente a quienes padecen, no sin propia responsabilidad, calamidades y
ruinas humanas.
Tener responsabilidad en el propio descalabro puede ser
un lastre por la culpa que hunde la esperanza de la rehabilitación.
Pero también puede ser el logro de un nivel de madurez y
compromiso con la ascensión de la propia historia, por propia mano.
Juan
20,11-18
REFLEXIÓN
se asomó al
sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y
otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús
Un hecho
desolador y mudo que requiere sentido: no estaba el cuerpo.
Para
unos fue robado, para otros en la conversión de su vida será presencia gozosa
de una novedad inagotable.
El
relato del sepulcro vacío confunde a los estudiosos, que o lo estiman como un
gran argumento de la resurrección, o lo menosprecian como un detalle sin
importancia. A ésta última postura pertenecen aquellos que quieren estar
preparados para mantener su fe por si aparecen en los hallazgos arqueológicos
los huesos de Jesús, como ya se ha intentado.
Parece
que no se aprecia el significado que puede tener este relato en el contexto de
la cultura bíblica de las sagradas escrituras, que declaró sólo a ciertos
personajes eminenciales en la historia de israel: Enoch, Moisés, Elías como de
quienes no se conocía la tumba, como un signo del arrebato, hasta en su cuerpo,
hacia la habitación del Señor Dios.
no sabia que era Jesús.
Una
dimensión de vida presente entre nosotros a la que no reaccionamos porque no la
distinguimos la más de las veces.
Necesitamos
ojos de fe y esperanza y amor para entrar en contacto con ella y vivir el gozo.
Ella se vuelve y
le dice: "¡Rabboni!", que significa: "¡Maestro!"
"Suéltame,
que todavía no he subido al Padre.
Se continúa la catequesis que insiste sobre el efecto de
la resurrección de Jesús sobre el conocimiento que se tenía y ahora se tiene
sobre él.
Hay que ver con otros ojos y entender en otra forma a
Jesús.
Igualmente la revelación de aspectos que implica esta
nueva vida: tenemos como Padre al Padre de Jesús, quien es Dios.
El
consuelo de la presencia y su gozo son para comunicarse y compartir.
María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He
visto al Señor y ha dicho esto."
En
realidad Él se dejó ver para que sea anunciado.
Hoy
necesitamos enfatizar que es una mujer la que anuncia a los apóstoles.
Como el
discípulo amado, la intuición de la fe es un don para muchos en diversidad.
Su
reconocimiento oficial es también don de
autoridad para servicio a la fraternidad.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1379388391314231297?s=20
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