jueves, 30 de diciembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

día 6 de la octava de Navidad

1Juan 2,12-17



REFLEXIÓN

se os han perdonado vuestros pecados

Si hemos sido perdonados, quiénes somos para negar el perdòn.

Será el perdón constante dañino para la dignificación de alguien?

No el perdón de los pecados porque ellos están dirigidos a la redención, que es decir renovación del espíritu, y no debe confundirse con un perdón sicológico, o manipulado, o arrebatado a quien está cansado de luchar.

El perdón de los pecados altera la propia memoria del mal recibido y alivia la sed de retaliación, dando paso a la buena fe y la esperanza en la conversión y transformación por el Espíritu del Señor.

No améis al mundo ni lo que hay en el mundo

No sabemos de cierto cuán efectivo en la gracia ha sido nuestro testimonio, para edificar la salvación de otra persona y la nuestra propia.

Si ya fuéramos conscientes de nuestra  debilidad, quizás no entendiéramos la debilidad de otros.

Pero podemos distinguir entre lo que no se justifica y lo que se compadece.

Si esta debilidad es cruz del Señor, Él seguirá dando energía, capacidad de aguante y amor discreto, para llegar hasta el final.

el mundo pasa, con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

El mundo es apasionamiento, aferramiento, apego a lo relativo en ficción de absoluto. La verdadera sabiduría que desciende de arriba consiste en amar al mundo en la verdad de su relatividad, guardando la libertad de los hijos de dios.

Salmo responsorial: 95



REFLEXIÓN

aclamad la gloria y el poder del Señor

No es el poder lo que se experimenta de Dios tantas veces.

Si confesáramos nuestra percepción dijéramos más bien, que Dios es experimentado como silente y renuente.

Pero nos sustentamos en una adhesión, una espera, una conformidad, una cierta serenidad que confia en que el Señor intervendrá, o que va interviniendo y que debemos estar abiertos a las señales, para cooperar.

Lucas 2,36-40



REFLEXIÓN

hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén

Era una liberación esperada como se daban las liberaciones sociales y políticas: por el esfuerzo de las armas y los ejércitos.

Pero anuncia un niño, algo desproporcionado a la expectativa, como respuesta.

Qué frustración, pero qué desafío a nuestra sabiduría. Se nos ofrece otra distinta.

se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba

Jesús es el maestro del camino al crecimiento y su madre es igualmente la maestra.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1476515193056342021?s=20

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