MARTES 31 DE TIEMPO ORDINARIO
Año Impar
Romanos 12,5-16ª
REFLEXIÓN
Nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros
El aporte de la Palabra consiste en inspirar una lectura que, con su sencillez, revela criterios para la calidad de vida, fáciles de asimilar y observar, con una lógica devastadora.
Un conjunto, un cuerpo, un organismo, una estructura, un todo, una sociedad, está constituída de partes diversas entre sí, con diferentes perspectivas, intereses, ambiciones, proyectos, intenciones.
Cristalizar la unión de tal diversidad en la unidad, sólo es posible si las partes sirven unas a otras para lograr sus fines.
Lograr la unidad mediante el mutuo servicio es indispensable, para sobrevivir como un todo.
Por qué hoy vivimos tanta suspicacia sobre la credibilidad en una parte para servir el todo?
Porque en la historia reciente y antigua hemos vivido casos frecuentes de engaño y perjuicio de las partes que propusieron servir, pero se sirvieron.
La experiencia de haber sido utilizados y perjudicados nos ha hecho ariscos.
la profecía, teniendo en cuenta a los creyentes; si es el servicio, dedicándose a servir; el que enseña, aplicándose a enseñar; el que exhorta, a exhortar; el que se encarga de la distribución, hágalo con generosidad; el que preside, con empeño; el que reparte la limosna, con agrado.
No menos importa que se de la sabiduría suficiente para que las partes identifiquen y acepten su aporte propio al conjunto.
Porque se da un problema adicional en la integración de la unidad, cuando las partes están inconformes con el carisma donado y el servicio específico al que ha sido llamado.
El enemigo del reino suscita inconformidad bajo el argumento que tal conformidad es un determinismo que limita la libertad de crecer y desarrollarse, caiga quien caiga.
Y así son muchos los que sucumben a la tentación de hacer del carisma un recurso para el propio provecho, no para el servicio que logre la unidad.
no tengáis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde
El mundo de las celebridades, alimentado por las publicaciones dedicadas a ellas, y el mundo del narcotráfico, exhibido mediáticamente en titulares de sangre, nos han mecido en el sueño de la fama y las ganancias rápidas y exorbitantes.
Este mundo no tiene nada que ver con las aspiraciones del humilde, muchas veces a nivel de subsistencia.
Vivimos intoxicados con pretensiones desproporcionadas a nuestras fuerzas y méritos reales.
Salmo responsorial: 130
REFLEXIÓN
Señor, mi corazón no es ambicioso, / ni mis ojos altaneros; / no pretendo grandezas / que superan mi capacidad
Se trata de una oración que surge del seno de la identidad del pueblo elegido y se hace plena en Jesús de Nazareth.
Un pueblo pequeño, en el que Yavé Dios concentró la riqueza de su revelación por su Palabra, y por lo mismo se hizo capaz de mantener la misión, no obstante los fracasos recurrentes y las rebeldías.
Sino que acallo y modero mis deseos, / como un niño en brazos de su madre
La Palabra viene en auxilio de la tentación constante que sufrimos por infatuarnos con pretensiones desmedidas.
Nos anima a calmar nuestra ansia y ambición en Él, que todo lo llena.
REFLEXIÓN
Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: "Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos."
En esto consiste la justicia del reino: abrirse como festín a quienes menos dignidad tienen a los ojos del mundo.
Los que son como ellos tiene las entrañas preparadas para entender el sentido del reino, como la dicha de un banquete que estrecha lazos entre los dispuestos a compartir.
https://x.com/motivaciondehoy/status/1721855607999725934?s=20
COMPARTIR LA PALABRA
Romanos 12,5-16a
Participar en el festín de la bienaventuranza conlleva un código de conducta que propicia la fraternidad, y en este proceso morimos para resucitar y dar paso al hombre nuevo y la vida nueva. Nos crucificamos en pos de Jesucristo Crucificado para resucitar diariamente conél . Hacemos valer el bautismo cada día.
Salmo responsorial: 130
Hay actitudes que favorecen el trabajo de fe y caridad a favor de la bienaventuranza del festín inclusivo, como serían aquella que modera sus ambiciones de grandeza, riqueza para enfatizarla en los vulnerables.
Lucas 14,15-24
Compartir la mesa con el Señor es una bienaventuranza en proceso. No se plenifica sin crucifixión, mirando por aquellos más allá que no han sido convidados y viven en vulnerabilidad económica, social, cultural, familiar, laboral. Si hay esa obediencia de fe a la voluntad misericordiosa de Dios, el festín de Jesús es una bienaventuranza que desde ya podemos vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario