Viernes 34 de tiempo ordinario
Año Impar
Daniel 7,2-14
REFLEXIÓN
Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Reino, gobierno, poder, orden, economía global, G20, FMI, Banco Mundial, Fifa...
Todas palabras de organizar, que se asume, unos organizan y otros son organizados, en jerarquía, en niveles.
En todos, la historia viene diciendo que se dan abusos, explotación, mal uso, corrupción.
Frente a todos se han dado rebeldías, revueltas, protestas, huelgas, revoluciones.
Sin embargo el ciclo no se detiene, sino que las cenizas de un orden anterior dan pie a las expectativas del orden naciente, que muchas veces nacen viejos porque son estratagemas para cambiar de manos el poder.
La historia muestra que el ejercicio del poder se ha comportado lo mismo siempre: servirse en vez de servir, pero haciendo creer que sirve, dando esperanza.
El discernimiento evangélico aconseja mirar bien la propuesta de esperanza de cualquier poder, para determinar la clase de espíritu que la convoca.
Manipulación, simulación y mentira son estrategias para mantenerse el poder en su corrupción.
Frente a esta perspectiva la Palabra promete para algún momento un Reino nuevo, que según Jesús requiere conversión, y que ya está dentro de nosotros.
No hay que buscarlo muy lejos, ni hay que anhelarlo demasiado entre los poderes que vamos conociendo.
Sólo pide que queramos servir, porque hay más felicidad en dar que en recibir.
Interleccional: Daniel 3,75-81
REFLEXIÓN
bendecid al Señor
Hemos de seguir bendiciendo al Señor en todo momento y en todo lugar, ya que el poder de su servicio de amor y justicia es el único que perdurará.
Lucas 21,29-33
REFLEXIÓN
cuando echan brotes, os basta verlos para saber que la primavera está cerca
Sólo para quienes no han perdido la habilidad de observar las señales, que se ofrecen en todo el conjunto de la existencia.
cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios
Podríamos pensar que en vez de atisbar el cielo y la tierra por señales terribles, terroríficas y portentosas, que pueden llamar a temer por el fin del mundo como lo conocemos, las calamidades son un llamamiento a la solidaridad con las víctimas y damnificados.
Entonces vemos un reino de fraternidad servicial en funcionamiento.
De esta manera se puede entender que el Reino está a la mano en cualquier momento.
El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán
Si queremos experimentar la vigencia de la Palabra y la contundencia del Reino de los cielos, no tenemos más que abrir nuestras entrañas a la voz que clama por ayuda en la necesidad.
Las palabras de Jesús siempre resuenan para advertir en las señales, en las obras, el juicio, la cercanía del Reino.
Las señales del fin del mundo pueden perfectamente referirse al mundo decadente de la falta de solidaridad, fraternidad y sororidad.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1464189938354864131?s=20
https://x.com/motivaciondehoy/status/1730542607762178049?s=20
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Daniel 7,2-14
Los poderes del mundo, representados en imperios y reinos, van cayendo después de un esplendor que no es eterno. Para abrirnos a esperar al que sí es Eterno: Dios, hombre nuevo, pueblo nuevo, cielos nuevos.
Interleccional: Daniel 3,75-81
Su aliento nos persuade a continuar bendiciendo todo como don y signo de los bueno que es para con nosotros.
Lucas 21,29-33
Jesús nos insta a creer y esperar y seguir amando lo que está en nuestras manos, pero alertas ante los que está apareciendo y da signos, visos de irse presentando: el Reinar de Dios. Somos suficientemente inteligentes para ver señales de cambio, y para aceptar en su Palabra y signos que permanecen más allá de los cambios del mundo que pasa.
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