PALABRA COMENTADA
Jueves 31 de tiempo ordinario
Año Par
Filipenses 3, 3-8ª
REFLEXIÓN
todo eso que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparado con Cristo
Pablo en Jesús ha ganado, no perdido. La pérdida tiene el sentido de algo o que no vale la pena y ni siquiera levanta un vuelo, o que arranca con ella un trozo de la propia existencia.
Así goza y exulta quien tiene el hallazgo del reino, porque todo es poco para invertirlo en él.
más aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor
Para que la ganancia se mantenga en la vivencia del creyente es necesario penetrar más y más en el Misterio de la persona de Jesús, tanto histórica como en comunidad eclesial.
Porque la vitalidad de tal conocimiento nutrirá nuestro peregrinar y apoyará el discernimiento constante que debo hacer para no ir tras falsos mesías y profetas.
El conocimiento asiduo y tenaz de Jesús forma un sentido, sabor o sabiduría que es mi modo propio y peculiar de relacionarme con él y su reino.
El don de Cristo en la vida propia debería dejar atrás cualquier otro mérito por el cual pudiéramos jactarnos. De dónde saldrá ese conocimiento profundo de Cristo que nos permita tal priorización?
Salmo responsorial: 104
REFLEXIÓN
buscad continuamente su rostro
Si Jesús es nuestra ganancia debemos echar mano de su conocimiento, progresivamente más comprometido e involucrado.
Lucas 15,1-10
REFLEXIÓN
"Ése acoge a los pecadores y come con ellos."
Nuestro modo fenoménico de juzgar nos lleva a decir: el que anda entre la miel, algo se le pega.
Y así se pensaba de Jesús. Él también debía ser pecador.
Dime con quién andas y te diré quién eres. Es sabiduría humana y muy acertada.
Pero con Jesús la apariencia decía una cosa distinta del fondo. Una ironía tenaz y persistente la del evangelio, en medio del mundo.
Qué tendríamos que buscar como analogía para el mundo actual que nos diera una idea del escándalo que entonces representó el gesto de Jesús para una sociedad de castas?
Quizá deberíamos pensar en el efecto que tendría que Jesús conviviera con enfermos de Sida, por el estigma que llevan y la prevención que despiertan.
Y así podríamos buscar las etiquetas que nuestra sociedad coloca hoy a quienes discrimina y aleja del bien común.
va tras la descarriada hasta que la encuentra?
Porque la motivación es la diferencia. Puedo estar con pecadores, pero por su salvación.
Acaso las prostitutas pueden salvar al prójimo, con sus circunstancias que la sindican de pecadora pública? Pues si ellas logran amar con amor de ágape, efectivamente por encima del cuerpo de lujuria, pueden fraternizar.
Puedo estar con publicanos y pecadores, pero por buscar lo que se había perdido para llevarlo al rebaño. Por entrañas de misericordia a semejanza del Padre.
habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Justo es el pecador que admite que necesita convertirse continuamente. Un justo que no se convierta no puede ser justo. Porque la justicia es un proceso imparable de conversión. Fue y sigue siendo el quebradero de cabeza de la administración del sacramento del perdón, a través del tiempo. Porque no nos entra eso del setenta veces siete.
Más alegría por la conversión de lo que se había perdido, no significa que los ya convertidos no sean motivo de gozo.
Hay que tener cuidado porque el enemigo que siembra la cizaña, puede plantar malicia en el resto del rebaño que está a salvo.
Porque la conversión es renacer a una vida nueva de familiaridad con el Señor.
Los justos también se alegran porque alguien más experimenta la formidable paternidad del Dios Padre.
La alegría es mayor porque en la parábola el pastor es responsable de las ovejas y una pérdida se le toma en cuenta. Y la mujer que pierde las monedas de su dote tendría problemas con su marido.
Nosotros también por responsabilidad de dar razón de nuestros hermanos, como Caín, debemos preocuparnos por la conversión de otros. Nos salvamos en racimo.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1588138958264967169?s=20&t=LIHd0SDf3fVeenZtOtixaQ
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Jueves 31 de tiempo ordinario
Año Par
Filipenses 3, 3-8ª
Salmo responsorial: 104
Lucas 15,1-10
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