Martes 25 de tiempo ordinario
Proverbios 21, 1-6. 10-13
1Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del SEÑOR; El lo
dirige donde le place.
2Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, Pero el SEÑOR sondea los
corazones.
3El hacer justicia y derecho Es más deseado por el SEÑOR que el sacrificio.
4Los ojos altivos y el corazón arrogante, Y la lámpara de los impíos son
pecado.
5Los proyectos del diligente ciertamente son ventaja, Pero todo el que se
apresura, ciertamente llega a la pobreza.
6Conseguir tesoros con lengua mentirosa Es un vapor fugaz, es buscar la
muerte. 10El alma del impío desea el mal; Su prójimo no halla favor a sus ojos.
11Cuando el insolente es castigado, el simple se hace sabio; Pero cuando se
instruye al sabio, adquiere conocimiento.
12El justo observa la casa del impío, Llevando al impío a la ruina.
13El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará y no
recibirá respuesta.
COMENTARIO
Practicar
el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios
Un proverbio en la literatura bíblica es un mashal: un dicho que tiene
impacto y nos persuade a una acción. Es como una consigna.
Es como un llamado al que nos sometemos con docilidad y emprendemos el
camino del objetivo señalado.
La fuerza del impacto no se le tiene que atribuir, ni en este ni en
otros casos de la Palabra, exclusivamente a la inspiración del Espíritu de Dios,
sino también a la fuerza y la belleza de la expresión humana.
Así se comprende que literatura no religiosa, meramente literaria o de
autoayuda pueda inspirar acciones nobles. Y no sólo literatura, sino toda obra
de arte que brota de la inspiración humana y no está contaminada por el burdo
interés comercial.
Sin embargo, para la visión profunda y de largo alcance de la fe bíblica,
es el Señor quien tiene los hilos del tejido vital de la existencia humana. Y
en una y otra forma somos de él, no como marionetas, sino con la dignidad de
hijos, co-propietarios, colaboradores.
En el dicho que se seleccionó se remarca la justicia y el derecho, que
este proverbio trae de la literatura profética, con ecos de Amós, Jeremías y
otros.
Eso quiere decir que la insistencia de esas voces de la Palabra en
palabra humana habían calado lo suficiente para que se entendiera en la vida
común y corriente, cuál es el verdadero sacrificio agradable al Señor.
Justicia y derecho es una endiadis: figura retórica por la que se hace
un solo concepto de dos nombres, aunque los matices se pueden mantener. Así
miro el derecho desde la justicia y la justicia desde el derecho, pero ambos
configuran una competencia de la persona justa.
Salmo responsorial: 118
COMENTARIO
Enséñame
a cumplir tu voluntad / y a guardarla de todo corazón
Caemos en cuenta mientras vamos viviendo que esa competencia es ardua de
mantener y que requerimos ser enseñados constantemente a ser justos para
guardar la justicia y el derecho.
Porque es un aprendizaje que hay que hacer con el corazón, no con un
concepto teórico. Y el corazón humano es volátil.
Lucas 8, 19-21
19Entonces la madre y los hermanos de Jesús llegaron a donde El estaba, pero
no podían acercarse a El debido al gentío. 20"Tu madre y Tus hermanos están afuera y Te quieren ver," Le
avisaron. 21Pero El les respondió: "Mi madre y Mis hermanos son éstos que oyen la
palabra de Dios y la hacen."
COMENTARIO
vinieron
a ver a Jesús su madre y sus hermanos,
pero con
el gentío no lograban llegar hasta él
No parece que ser familia de Jesús fuera o muy reconocido entre los que
lo rodeaban o Jesús mismo no les diera tanta importancia.
Podríamos considerar a Jesús como un ingrato y hasta falto de piedad
porque no guardaba para su madre en concreto el afecto debido.
Mi madre
y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por
obra."
Pero no se
trata de consideraciones familiares sino de prioridades en el mensaje
evangélico.
La ocupación
primordial es el Reino del Padre, el único familiar permanente y perdurable más
allá de esta existencia y desde ella misma.
Y nuestro
Padre Dios que nos enseña justicia y derecho, para que lo practiquemos, ubicará
en su sitio nuestros lazos familiares.
La nueva familia, la nueva humanidad, el nuevo
parentezco: son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.
Eso vivía Jesús de Nazareth.
La nueva
familia y los nuevos lazos de parentezco surgen para los seguidores de Jesús de
su contacto y aceptación vital de la Palabra.
No es ya
el sacrificio del Templo el fundamento, sino la Palabra de Dios.
Otro
tanto habría que re-pensar para la variada concepción familiar del presente.
Sin un
fundamento del Espíritu, más allá de lo legal normativo, cualquier modelo de
familia puede volverse disfuncional.