jueves, 15 de junio de 2023

BEATO CARLO


 
De las Homilías de Orígenes, presbítero, sobre el libro de Josué.

(Homilía 6, 4: PG 12, 855-856)
LA CONQUISTA DE JERICÓ


Los israelitas ponen cerco a Jericó, porque ha llegado el momento de conquistarla. ¿Y cómo la conquistan? No sacan la espada contra ella, ni la acometen con el ariete, ni vibran los dardos; las únicas armas que emplean son las trompetas de los sacerdotes, y ellas hacen caer las murallas de Jericó.
Hallamos con frecuencia en las Escrituras que Jericó es figura del mundo. En efecto, aquel hombre de que nos habla el Evangelio, que bajaba de Jerusalén a Jericó y que cayó en manos de unos ladrones, sin duda era un símbolo de Adán, que fue arrojado del paraíso al destierro de este mundo. Y aquellos ciegos de Jericó, a los que vino Cristo para hacer que vieran, simbolizaban a todos aquellos que en este mundo estaban angustiados por la ceguera de la ignorancia, a los cuales vino el Hijo de Dios. Esta Jericó simbólica, esto es, el mundo, está destinada a caer. El fin del mundo es algo de que nos hablan ya desde antiguo y repetidamente los libros santos.
¿Cómo se pondrá fin al mundo? ¿Con qué medios? Con la voz —dice— de las trompetas. ¿De qué trompetas? El apóstol Pablo te descubrirá el sentido de estas palabras misteriosas. Oye lo que dice: Resonará la trompeta y los muertos en Cristo despertarán incorruptibles, y el Señor mismo, a una orden, a la voz del arcángel y al sonido de la trompeta divina, bajará del cielo. Será entonces cuando Jesús, nuestro Señor, vencerá y abatirá a Jericó, salvándose únicamente aquella prostituta de que nos habla el libro santo, con toda su familia. Vendrá —dice el texto sagrado— nuestro Señor Jesús, y vendrá al son de las trompetas.
Salvará únicamente a aquella mujer que acogió a sus exploradores, figura de todos los que acogieron con fe y obediencia a sus apóstoles y, como ella, los colocaron en la parte más alta, por lo que mereció ser asociada a la casa de Israel. Pero a esta mujer, con todo su simbolismo, no debemos ya recordarle ni tenerle en cuenta sus culpas pasadas. En otro tiempo fue una prostituta, mas ahora está unida a Cristo con un matrimonio virginal y casto. A ella pueden aplicarse las palabras del Apóstol: He hecho lo posible por desposaros con un solo Esposo, y por llevaros a Cristo con la pureza propia de una doncella inocente. El mismo Apóstol, en su estado anterior, puede compararse a ella, ya que dice: También nosotros fuimos en un tiempo insensatos, rebeldes a Dios, descarriados, esclavos de toda suerte de pasiones y placeres.
¿Quieres ver con más claridad aún cómo aquella prostituta ya no lo es? Escucha las palabras de Pablo: Y en verdad que eso erais algunos; pero fuisteis lavados, fuisteis santificados, fuisteis justificados en el nombre de Jesucristo, el Señor, por el Espíritu de nuestro Dios. Ella, para poder salvarse de la destrucción de Jericó, siguiendo la indicación de los exploradores, colgó de su ventana un cordón de hilo escarlata, como signo eficaz de salvación. Este cordón representaba la sangre de Cristo, por la cual es salvada actualmente toda la Iglesia, en el mismo Jesucristo nuestro Señor, al cual sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 14 de junio de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 10 de tiempo ordinario

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2Corintios 3,4-11



REFLEXIÓN

nos ha capacitado para ser ministros de una alianza nueva: no de código escrito, sino de espíritu; porque la ley escrita mata, el Espíritu da la vida

Servir un alianza del Espíritu, no es negar la norma, sino relativizarla y mantenerla viva en el Espíritu.

Por eso la comunidad de creyentes se va haciendo reino de los cielos en la medida que gestiona y logra un consenso, lo cual requiere relativizar la norma, para encontrarnos en el Espíritu.

La Palabra de Dios no se reduce a leer la Biblia, aunque con fe reconozcamos que una se da en la otra. Sino en leerla en comunidad que busca el consenso fraterno, mediante el ágape.

No se trata de que cada uno se alce con su propia interpretación, que estima acorde con la letra, sino que converjamos en un mismo sentir, en un mismo Espíritu.

el ministerio del Espíritu resplandecerá de gloria

La gloria resplandecerá en una comunidad creyente fraterna donde unos se aman a los otros, de modo que desde fuera se les pueda distinguir por cómo se aman.

cuánto más resplandecerá el ministerio del perdón

Aunque la interpretación de la letra de la Palabra lleve a la discrepancia, no debe llevar a la discordia.

Nuestras diferencias mutuas no deben llegar a la caída del sol, sino que el perdón debe restaurar la gloria de esta alianza del Espíritu.

Salmo responsorial: 98



REFLEXIÓN

Dios les hablaba desde la columna de nube; / oyeron sus mandatos y la ley que les dio. Señor, Dios nuestro, tú les respondías, / tú eras para ellos un Dios de perdón, / y un Dios vengador de sus maldades

El Señor de la Palabra les dio una ley, pero en su peregrinar el pueblo sustituyó la Palabra viva por la ley, y aun en su creencia monoteísta, hizo de ella un ídolo. Porque el escrito es un producto humano, inspirado, pero humano.

Jesús es por tanto un esquema nuevo de Dios y su Palabra, porque en él la Palabra de Dios toma carne, se humaniza.

Y aunque por necesidad cultural y comunicacional, se escriba de él posteriormente, su Espíritu es la norma de todo escrito y la manifestación de este Espíritu es una comunidad fraterna.

Mateo 5,17-19



REFLEXIÓN

"No creáis que he venido a abolir la Ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.

La ley como parte del designio no se puede abolir. Sería un delirio anárquico vano. Eso sí, hay que perfeccionarla.

Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.

Porque no nos predicamos a nosotros, aunque sí predicamos a la autonomía de la conciencia libre humana.

Por la conciencia que Jesús transmite, que tal pequeñez aparente, pertenece al designio de su Padre. Y la dinámica frecuente en la Palabra historizada, que de lo pequeño el Señor construye su gloria.

 Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los cielos."

El servicio de la nueva Alianza en Jesús es un cumplimiento de la ley en plenitud.

La plenitud de la ley no la dan los esfuerzos interpretativos humanos, sino el Espíritu de Jesús que es el del Padre, y se muestra en el consenso que produce el ágape fraterno.

Hoy sentimos con dolor y pesar cómo dentro de la comunidad creyente se enfrentan unas sectas o segmentos de creyentes por interpretaciones de la Palabra escrita.

Esta segmentación se da dentro y fuera de las diferentes confesiones cristianas.

Tal fenómeno sigue siendo un déficit de Espíritu de fraternidad y perdón. Todavía no vivimos el amor de manera que se pueda decir que nos distinguimos por cómo nos amamos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1668952209185296385?s=20CO

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2Corintios 3,4-11

El ministerio de la nueva alianza es el del Espíritu. Servimos al Espíritu en favor de los hermanos, muchas veces luchando por conseguir el consenso entre hermanos, que se sienten tentados a encerrados en la letra que mata.

Salmo responsorial: 98

El hablar de Dios desde una zarza que no se consume por el fuego, puede llamar nuestra atención, sobre el fenómeno espiritual que consiste en mantener en la fragua permanente de la llama del Espíritu la instituciones humanas, para que no se hagan rígidas y pierdan su vitalidad.

Mateo 5,17-19

Como Iglesia de Cristo nuestro ministerio de Nueva Alianza es mantenter la fragua de Dios que es el Espíritu Santo viviente, que anima constantemente al consenso como reflejo de la unidad en Él. Aun lo más pequeño que se nos ocurra con la intención de llevar adelante el seguimiento en el Reino, debe mantenerse en esa fragua que ayuda a evitar la rigidez y nos permite la flexibilidad para vivir el gozo de nuestra fraternidad eclesial.