Sábado III semana de Cuaresma
San
Gregorio Nacianceno Sermón sobre el amor a los pobres 14,38.40
Dichosos
los misericordiosos –dice la Escritura–, porque ellos alcanzarán misericordia.
No es por cierto la misericordia una de las últimas bienaventuranzas. Dichoso
el que cuida del pobre y desvalido. Y de nuevo: Dichoso el que se apiada y
presta. Y en otro lugar: El justo a diario se compadece y da prestado. Tratemos
de alcanzar la bendición, de merecer que nos llamen dichosos: seamos benignos.
Que ni siquiera la noche interrumpa tus quehaceres de misericordia. No digas:
vuelve, que mañana te ayudaré. Que nada se interponga entre tu propósito y su
realización. Porque las obras de caridad son las únicas que no admiten demora.
Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, y no dejes de
hacerlo con jovialidad y presteza. Quien reparte limosna, –dice el Apóstol–,
que lo haga con agrado: pues todo lo que sea prontitud hace que se te doble la
gracia del beneficio que has hecho. Porque lo que se lleva a cabo con una
disposición de ánimo triste y forzada no merece gratitud ni tiene nobleza. De
manera que cuando hacemos el bien, hemos de hacerlo, no tristes, sino con
alegría. Si dejas libres a los oprimidos y rompes todos los cepos, dice la
Escritura; o sea, si procuras alejar de tu prójimo sus sufrimientos, sus
pruebas, la incertidumbre de su futuro, toda murmuración contra él, ¿qué
piensas que va a ocurrir? Algo grande y admirable. Un espléndido premio.
Escucha: Entonces romperá tu luz como la aurora, te abrirá camino la justicia.
¿Y quién no anhela la luz y la justicia?
REFLEXIÓN
Es casi un dogma en algunas iglesias de tradición calvinista: creer en la bonanza material como señal de la bendición que acarrea el diezmo. Frente a eso, el mensaje del santo nos ubica en un premio de otro nivel, que en su momento no necesariamente descarta la bendición material, pero que hace énfasis en la transformación de la persona como luminosa y justa. Porque es en esta conversión hacia la justicia y la luz que se hace un nuevo mundo de paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario