Viernes 32 de tiempo ordinario
2Juan 4-9
4Mucho me alegré al encontrar algunos de tus hijos andando en la verdad,
tal como hemos recibido mandamiento del Padre. 5Ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino
el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. 6Y éste es el amor: que andemos conforme a Sus mandamientos. Este es el
mandamiento tal como lo han oído desde el principio, para que ustedes anden en
él.
7Pues muchos engañadores han salido al mundo que no confiesan que
Jesucristo ha venido en carne. Ese es el engañador y el anticristo. 8Tengan ustedes cuidado para que no pierdan lo que hemos logrado, sino que
reciban abundante recompensa. 9Todo el que se desvía y no
permanece en la enseñanza (doctrina) de Cristo, no tiene a Dios. El que
permanece en la enseñanza tiene tanto al Padre como al Hijo.
REFLEXIÓN
tus hijos
caminan en la verdad
Caminar
más en el Espíritu que en el Ego. El ego es insustituíble, necesitamos su
función para asumir la facultad de responsabilidad de nuestras acciones, de
nuestro destino. Pero si se desvía y no sabe trabajar en cooperación con el
Espíritu, si no logra mantenerse a distancia del propio amor, querer e interés,
se entorpecerá y confundirá lo propio con lo del Espíritu, para beneficio del
Maligno.
No pienses que escribo para mandar algo
nuevo, sino sólo para recordaros el mandamiento que tenemos desde el principio,
amarnos unos a otros
Por el
hábito de la fe, insertada en el todo de nuestro existir, nos manifestamos
dispuestos al seguimiento mediante el memorial del designio del Padre: amarnos
unos a otros, huyendo de la volatilidad y el hambre de novedades constantes.
Hay que
reconocer que esta época actual como nunca, está abierta a los cambios, sobre
todo los publicitados en los medios de comunicación.
Y por lo
tanto las generaciones actuales son más proclives a la dispersión de la
concentración por efecto de la novedad, sobre todo placentera.
El
placer es una criatura más, bendecida por el Señor de la Creación y por lo
tanto es buena, y buscarlo no es malo, como otras generaciones anteriores se
culparon.
Pero en
la práctica del discernimiento, que es un modo de amar sólido y realista, hemos
de ir aprendiendo a detectar que por lo bueno y santo entra el enemigo del
designio para la construcción del Reino de Dios.
Por eso
amar no es sinónimo de placer sino que converge, aunque también desvía.
Por eso
en el cambio que puede ser bueno, y en el placer buscado, también puede entrar
ese enemigo, para obstaculizar el reino.
El asunto trascendente, el sentido de la existencia, es el de
amarnos unos a otros, y éste es seguir los mandamientos de Dios.
Cómo estoy amando a otros? Es el examen conclusivo de mi
existencia. Este es el proceso fundamental que se juzga cada día hasta el
final.
Y
entonces con Ignacio podré verificar las señales del buen proceso y sus
riesgos, tretas y heridas.
amar significa
seguir los mandamientos de Dios
Siempre
y cuando esta carne se reconozca y confiese como salvífica, estamos en el buen
camino.
Es que han salido en el mundo muchos
embusteros, que no reconocen que Jesucristo vino en la carne
No
parece nuestro signo actual, porque hoy hacemos énfasis en la carne del Jesús
histórico.
Solo que
al hacerlo nos proyectamos desde nuestra carne, y no aceptamos que la carne de
Jesús una vez histórica ahora es gloriosa.
Con ello
nos obstaculizamos a ascender y a transformarnos por recrearnos en un ídolo
hecho a nuestra imagen y semejanza.
Así esta
Palabra también es para nosotros y para toda generación, más allá de cualquier
cambio que busque justificar nuestra interpretación.
También
podemos engrosar las filas de los embusteros, por no confesar la verdadera
carne de Jesús, que es la que salva.
Todo el que se propasa y no permanece en la doctrina de Cristo no
posee a Dios; quien permanece en la doctrina posee al Padre y al Hijo
La
confesión de la doctrina de Cristo por la fe es una etapa de cristalización de
nuestra conversión.
Cuando
se llega a esa definición, sin embargo, no se trata de un punto de inmovilismo,
sino de un baluarte que hay que defender y custodiar.
La
confesión de la fe mientras peregrinamos en la escatología es un bien precario,
sometida a presiones y pruebas de sentido.
Para
custodiarla requerimos de la asistencia constante del Espíritu Paráclito quien
ayuda nuestro proceso de examen y autocrítica, por el que se mantiene la
confesión fresca y viva.
Salmo responsorial:
118
REFLEXIÓN
no
consientas que me desvíe de tus mandamientos.
En mi
corazón escondo tus consignas
No
consientas que nos convirtamos en embustero de la carne glorificada de Jesús de
Nazareth
En lo
profundo de la identidad, donde somos más auténticamente nosotros y desde donde
brota la totalidad de nuestra vitalidad, como en un Santo de los Santos están
tus consignas.
Lucas 17, 26-37
26"Tal como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días
del Hijo del Hombre. 27"Comían, bebían, se
casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y
vino el diluvio y los destruyó a todos. 28"Fue lo mismo que ocurrió
en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; 29pero el día en que Lot salió
de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos. 30"Lo mismo acontecerá el
día en que el Hijo del Hombre sea revelado. 31"En ese día, el que esté
en la azotea y tenga sus bienes en casa, no descienda a llevárselos; y de igual
modo, el que esté en el campo no vuelva atrás. 32"Acuérdense de la mujer
de Lot. 33"Todo el que procure
preservar su vida (alma), la perderá; y todo el que la pierda, la conservará. 34"Les digo que en aquella
noche dos estarán en una cama; uno será tomado y el otro será dejado. 35"Dos mujeres estarán
moliendo en el mismo lugar; una será tomada y la otra será dejada. 36"Dos estarán en el campo;
uno será tomado y el otro será dejado." 37Respondiendo ellos, Le
dijeron: "¿Dónde, Señor?" Y El les dijo: "Donde esté el cuerpo,
allí también se juntarán los buitres."
REFLEXIÓN
Así sucederá el día que se manifieste el
Hijo del hombre
El
lenguaje apocalíptico habla de irrupción violenta e imprevista en la vida
humana, y hace memoria de momentos míticos que aparecen en el Génesis, como imágenes
del último día.
Aquel día, si uno está en la azotea y tiene
sus cosas en casa, que no baje por ellas; si uno está en el campo, que no
vuelva
También
en momentos de siniestro y desgracia vale lo mismo para conservar la vida, no
volverse a buscar nada, y preguntarse por qué unos sí fallecen mientras otros
sobreviven.
Es
posible que las fuentes del evangelista estén reflejando una realidad posterior
a Jesús, pero más cercana a la comunidad de Lucas: la invasión romana bajo Tito
a Jerusalén para poner fin a la resistencia del gobierno Zelota.
Y para
los creyentes cristianos, dentro y fuera de ese teatro de horror sangriento,
significara la catástrofe un acontecimiento relacionado con el rechazo de
Jesús.
Hoy nos
cuesta hacer ese tipo de relación, porque de la bondad del evangelio del Reino
nos hace suponer que no se puede desprender un daño pretendido para nadie.
Aunque
del evangelio no, pero de su interpretación por los seres humanos sí.
El que pretenda guardarse su vida la
perderá; y el que la pierda la recobrará.
De cuál
pérdida de vida se trata? De la que se gasta por el Reino. Es la que más hay
que cuidar.
Hay algo superior a la muerte y por eso hay que relativizarla
y trascenderla.
Todo
esto nos invita en el Espíritu a solicitar sobretodo la misericordia del Todo
Amor.
Vivir es
una bendición, que solo tiene un sentido, y llegado el momento esa vida logra
un acceso a una mejor calidad, entregándola por fe en quien la entrego antes:
Jesús de Nazareth.
"Donde se reunen los buitres, allí está
el cuerpo."
Una
frase enigmática, que hay que mirar en el contexto de la desolación de la
guerra y la muerte.
Los
escuchas sienten la inquietud del aviso y la ubicación del desastre.
La
respuesta puede querer significar que tal acontecimiento será notorio en su
mortandad y se darán cuenta, como cuando los buitres se amontonan sobre los
despojos.
Esta es
una imagen muy fuerte para la cultura judía de entonces, porque un cadáver
habría que sepultarlo para hacer una obra buena, con alguien que merece su descanso
en el sheol.
Y en la
guerra y los seísmos, con una mortandad generalizada, no hay muchas
posibilidades de proceder al entierro de los cadáveres.
Por lo
tanto se da una profanación generalizada, un escándalo. Tantos y tantas vagan
buscando, escarbando, para encontrar a sus relativos desaparecidos.
Los
creyentes cristianos dan al Hijo de hombre, Jesús, el significado del final de
la historia. Después de él la muerte y la vida tienen otro sentido.
Cuando
suceda nos daremos cuenta. Y la única preparación posible es preocuparse de
salvar la vida que no termina, salvar el Reino.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1327224463319031808?s=20
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