miércoles, 30 de diciembre de 2020

PALABRA COMENTADA

 

día 6 de la octava de Navidad

1Juan 2,12-17

Os escribo, hijos míos, que se os han perdonado vuestros pecados por su nombre. Os escribo, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio. Os escribo, jóvenes, que ya habéis vencido al Maligno. Os repito, hijos, que ya conocéis al Padre. Os repito, padres, que ya conocéis al que existía desde el principio. Os repito, jóvenes, que sois fuertes y que la palabra de Dios permanece en vosotros, y que ya habéis vencido al Maligno. No améis al mundo ni lo que hay en el mundo.

Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo -las pasiones de la carne, y la codicia de los ojos, y la arrogancia del dinero-, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa, con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.



REFLEXIÓN

se os han perdonado vuestros pecados

Si hemos sido perdonados, quiénes somos para negar el perdòn.

Será el perdón constante dañino para la dignificación de alguien?

No el perdón de los pecados porque ellos están dirigidos a la redención, que es decir renovación del espíritu, y no debe confundirse con un perdón sicológico, o manipulado, o arrebatado a quien está cansado de luchar.

El perdón de los pecados altera la propia memoria del mal recibido y alivia la sed de retaliación, dando paso a la buena fe y la esperanza en la conversión y transformación por el Espíritu del Señor.

No améis al mundo ni lo que hay en el mundo

No sabemos de cierto cuán efectivo en la gracia ha sido nuestro testimonio, para edificar la salvación de otra persona y la nuestra propia.

Si ya fuéramos conscientes de nuestra  debilidad, quizás no entendiéramos la debilidad de otros.

Pero podemos distinguir entre lo que no se justifica y lo que se compadece.

Si esta debilidad es cruz del Señor, Él seguirá dando energía, capacidad de aguante y amor discreto, para llegar hasta el final.

el mundo pasa, con sus pasiones. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

El mundo es apasionamiento, aferramiento, apego a lo relativo en ficción de absoluto. La verdadera sabiduría que desciende de arriba consiste en amar al mundo en la verdad de su relatividad, guardando la libertad de los hijos de dios.

Salmo responsorial: 95

Familias de los pueblos, aclamad al Señor, / aclamad la gloria y el poder del Señor, / aclamad la gloria del nombre del Señor. R.

Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas, / postraos ante el Señor en el atrio sagrado, / tiemble en su presencia la tierra toda. R.

Decid a los pueblos: "El Señor es rey, / él afianzó el orbe, y no se moverá; / él gobierna a los pueblos rectamente." R.



REFLEXIÓN

aclamad la gloria y el poder del Señor

No es el poder lo que se experimenta de Dios tantas veces.

Si confesáramos nuestra percepción dijéramos más bien, que Dios es experimentado como silente y renuente.

Pero nos sustentamos en una adhesión, una espera, una conformidad, una cierta serenidad que confia en que el Señor intervendrá, o que va interviniendo y que debemos estar abiertos a las señales, para cooperar.

Lucas 2,36-40

En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.

Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.



REFLEXIÓN

hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén

Era una liberación esperada como se daban las liberaciones sociales y políticas: por el esfuerzo de las armas y los ejércitos.

Pero anuncia un niño, algo desproporcionado a la expectativa, como respuesta.

Qué frustración, pero qué desafío a nuestra sabiduría. Se nos ofrece otra distinta.

se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba

Jesús es el maestro del camino al crecimiento y su madre es igualmente la maestra.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1344245448597504001?s=20

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