BEATO CARLO
Del antiguo opúsculo denominado Doctrina de los
doce (Didajé)
(Cap. 9, 1-10. 6; 14, 1-3: Funk 2, 14-22. 26)
ACERCA DE LA EUCARISTÍA
Respecto a la acción
de gracias, lo haréis de esta manera: Primeramente sobre el cáliz:
"Te damos
gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, la que nos diste
a conocer por medio
de tu siervo Jesús. A ti sea la gloria por los siglos."
Luego sobre el pan
partido:
"Te damos
gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento que nos manifestaste
por medio de tu
siervo Jesús. A ti sea la gloria por los siglos. Como este pan estaba
disperso por los
montes y después, al ser reunido, se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia
de los confines de la
tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder por Jesucristo
eternamente."
Pero que de vuestra
acción de gracias coman y beban sólo los bautizados en el nombre
del Señor, pues
acerca de ello dijo el Señor: No deis lo santo a los perros.
Después de saciaros,
daréis gracias de esta manera:
"Te damos gracias,
Padre santo, por tu santo nombre, que hiciste morar en nuestros
corazones, y por el
conocimiento y la fe y la inmortalidad que nos diste a conocer por
medio de Jesús, tu
siervo. A ti sea la gloria por los siglos. Tú, Señor omnipotente, creaste
todas las cosas por
causa de tu nombre y diste a los hombres comida y bebida para que
disfrutaran de ellas.
Pero, además, nos has proporcionado una comida y bebida espiritual
y una vida eterna por
medio de tu Siervo. Ante todo, te damos gracias porque eres
poderoso. A ti sea la
gloria por los siglos.
Acuérdate, Señor, de
tu Iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor,
y congrégala de los
cuatro vientos, ya santificada, en el reino que has preparado para ella.
Porque tuyo es el
poder y la gloria por siempre.
Que venga tu gracia y
que pase este mundo. ¡Hosanna al Dios de David! El que sea
santo, que se
acerque. El que no lo sea, que se arrepienta. Marana tha. Amén."
Reunidos cada
Domingo, partid el pan y dad gracias, después de haber confesado
vuestros pecados, a
fin de que vuestro sacrificio sea puro.
Pero todo aquel que
tenga alguna contienda con su compañero, no se reúna con
vosotros, sin antes
haber hecho la reconciliación, a fin de que no se profane vuestro
sacrificio. Porque
éste es el sacrificio del que dijo el Señor: En todo lugar y en todo tiempo
se me ofrecerá un
sacrificio puro, porque yo soy rey grande, dice el Señor, y mi nombre es
admirable entre las
naciones.
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