Domingo 1 de Adviento C
Jeremías 33, 14-16
REFLEXIÓN
suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la
tierra
Volvemos a iniciar otro año o ciclo litúrgico.
Una forma de guardar y vivir la Palabra en el tiempo cronológico.
Se empieza por las realidades que siempre dan que
pensar y por eso se les llama misterios, relacionadas con la expectativa de la
venida en carne de la Palabra: Jesús de Nazareth.
Por lo tanto se trata de una preparación, de una
ilusión, de un anhelo de que ahora sí se hará realidad nuestro sueño.
Se trata nuevamente de ir aprendiendo a visualizar,
en las aproximaciones que nos da la realidad por señas, la plenitud de la
promesa.
Qué duda cabe: en nuestro mundo gemimos por tener
una mejor dirección y liderazgo de todo tipo. Político, educativo,
eclesiástico, familiar, empresarial.
La Palabra nos conmina, más que invitarnos, a
creer que es posible un mejor liderazgo si contribuimos a construirlo.
Vemos cómo las sociedades, los pueblos cuando se
organizan logran cambios en sus dirigentes, sin necesidad de llegar a la
anarquía y la destrucción. Más bien éstas son señales de desesperanza.
Pero desde ahora somos invitados a la esperanza
activa.
Salmo responsorial: 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14
REFLEXIÓN
hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes
El humilde se deja enseñar sin cansarse. Siempre
dispuesto a aprender.
Ignacio de Loyola encomendaba a sus compañeros
que formaban parte de la Compañía el examen constante. Una estrategia que se
aprendía desde el mes de ejercicios.
Por examen entendía una revisión de la oración y
del día, para tomar conciencia de las mociones del Espíritu y de las fallas en
escucharlas. Y así aprender.
Nosotros aprendamos la esperanza.
1Tesalonicenses 3, 12-4, 2
REFLEXIÓN
habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues
proceded así y seguid adelante
Porque Pablo resaltaba a sus comunidades que se
mantuvieran en lo aprendido. Y proceder para agradar al Señor cada día es
mantenerse aprendiendo la sabiduría de la espera.
Esperar en esperanza es algo activo, militante y
combativo. Es una lucha que puede atentar contra nuestra humildad, porque en
algún punto tiendo a creerme suficiente y graduado, sin tener que aprender más.
Lucas 21, 25-28. 34-36
REFLEXIÓN
Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está
por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre
Vivimos en un tiempo de mezcla de trigo y cizaña,
de maíz y hierba mala, que nos obliga a mantenernos alertas sin concluir nada
definitivo, sino guíandonos por el hálito del Espíritu.
No nos compete el juicio definitivo, sino uno
temporal, provisional, de probabilidad. Y en eso debemos manifestar nuestra
humildad de aprendizaje constante.
El resultado que se debe ir afianzando es una
fortaleza para esperar en pie la venida del Señor.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1464916972664242187?s=20
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