lunes, 28 de marzo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 4 de Cuaresma

Isaías 65,17-21



REFLEXIÓN

"Mirad: yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva: de lo pasado no habrá recuerdo ni vendrá pensamiento, sino que habrá gozo y alegría perpetua por lo que voy a crear. Mirad: voy a transformar a Jerusalén en alegría, y a su pueblo en gozo; me alegraré de Jerusalén y me gozaré de mi pueblo, y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos; ya no habrá allí niños malogrados ni adultos que no colmen sus años, pues será joven el que muera a los cien años, y el que no los alcance se tendrá por maldito. Construirán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán sus frutos."

Qué proclama política de líderes contemporáneos, por decir algunos, vivos o muertos, puede equipararse ínfimamente a la propuesta espectacular de la Palabra?

Porque la novedad- no la innovación que nos ufanámos en etiquetar a nuestras obras cuando las queremos remozar- del Señor es tabula rasa de cualquier germen de antigëdad, vejez u obsolescencia que pueda contaminar lo nuevo.

Se trata de algo inédito, sin estrenar- sin que nada mediático pueda perforarlo por alguna filtración- para comunicar la primicia de la Palabra de Dios.

El gozo igualmente nace de la contemplación que esta misma revelación nos otorga con su comunicación, porque se  trata de un contraste agudo con nuestra cansada y rutinaria realidad envejecida, donde todo nos parece ya visto.

Nuestro lenguaje humano no está hecho por defecto para transmitir tal realidad, a menos que recurra la negación de nuestras tristes realidades: gemidos y lágrimas, enfermedad de niños, muerte prematura.

La contemplación silente de la novedad de la Palabra es la única capaz de inspirar el conocimiento adecuado a nuestra comprensión.

Como en el momento de postración de Israel, durante su ruina en el destierro, cuando todo lo acumulado se perdió, el consuelo de su Dios, el que nos ha elegido para amarnos, desafía la sabiduría que brota del sentido común ordinario, y llama a un horizonte consolador.

Se requiere una fe profunda, animada por el Espíritu, para aceptar esa promesa en medio del dolor. La cual también es don del mismo Espíritu y hay que solicitarla.

Salmo responsorial: 29



REFLEXIÓN

al atardecer nos visita el llanto; / por la mañana, el júbilo

Cuando llega su liberación, cuando llega su consolación, toda la noche oscura queda atrás y casi parece que no existió.

Cambiaste mi luto en danzas

Es el único que transforma, no cambia simplemente.

Porque un cambio puede ser una sencilla re-distribución de lo que siempre hay, una reforma.

La transformación del Señor va más allá de la venerada revolución para muchos, que termina siendo en un cambio de unos por otros.

Lo que está en juego para la Palabra, su desafío es el siguiente: creemos en esta novedad?

Juan 4,43-54


REFLEXIÓN

El hombre creyó en la palabra de Jesús

Se propuso este modulo de creyente porque como funcionario real tenía un nivel de poder, como alguien al que no se le podía echar cuentos y fantasear.

Y éste termina creyendo en la novedad de Jesús de Nazareth, en su palabra sobre la curación de su hijo.

Porque eso es creer en Jesús: abrirse y contemplar la novedad de la creación que nos transmite. En ella no subsiste contaminación alguna de lo antiguo nuestro.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1508406379224219661?s=20&t=H2o9Y50JXpV6IWf0CvhknA

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