Viernes 4 de Cuaresma
Sabiduría 2,1a.12-22
REFLEXIÓN
se gloría de tener por padre a Dios
La
reflexión teológica del evangelio no brota espontáneamente de la nada, sino que
viene preparándose, tiene su antecedente, en la reflexión teológica de la tora,
los profetas y los escritos.
Pero en
Jesús encuentran su asidero y concreción historizada y humanizada.
Se dijeron los impíos
razonando equivocadamente
La
autosuficiencia de criterios para juzgar es un género de impiedad. Creer que se
sabe todo y atenerse exclusivamente a su propia evidencia, sin otro análisis,
sin consulta.
No se
trata necesariamente de una muestra de irreverencia, o de la poca frecuencia en
muestras de piedad religiosa.
Lo
básico de la piedad es la identificación con el mensaje de salvación, con la
Palabra, con el Reino: amar a Dios y al prójimo aunque sea enemigo. Y no
exclusivamente, pero sí preferencialmente, a los excluídos.
Los
pensamientos y juicios que brotan de esa impiedad yerran, aun cuando las
apariencias ofrezcan alguna imagen de éxito.
Veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el
desenlace de su vida
El desenlace
es una prueba, porque se muere como se vive. Jesús sin embargo no fue librado y
murió apelando a su Padre; y fue resucitado.
Está en
nuestras manos cómo queremos pasar esa prueba: viviendo coherentemente nuestra
fe cada día.
En las
escrituras se da un bosquejo, un perfil de competencias, de quién asumirá un
rol mesiánico, salvífico y redentor.
Surge la
duda sobre hasta dónde lo narrado sobre Jesús es historia o midrash:
actualización de la escritura en un momento concreto. Y cuanto de
acontecimiento histórico le sirve de base.
no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la
virtud ni valoran el galardón de una vida intachable.
La
mentalidad escèptica, agnóstica e iconoclasta de algunos hoy, pareciera
provenir, entre otras, de causas como la impaciencia,desilusión, frustración,
intolerancia.
En todo
caso son como soldados que se fatigan de luchar, de vivir la tensión del
combate, y desertan. Todos los creyentes activos debemos ver en ellos un alerta
a nuestra propia tentación de deserción.
Pero
también podría tratarse de mejores combatientes que pasaron a una lucha
distinta: creer desde la increencia, sin apoyos dogmáticos, doctrinales,
magisteriales. Un olimpo de hidalguía y nobleza, que no espera el placebo de la
vida eterna.
Es una
rebeldía, hermosa de contemplar, pero con grandes riesgos de afrontar una
muerte casi suicida. Porque creer desde la increencia puede ganar más para la
incredulidad que para la fe auténtica.
Quizás
la llamada soberbia de los ángeles caídos es su buena fe en creer que podían
actuar algo mejor con su rebeldía, para servicio de la gloria del verdadero
Dios, y no como los demás que creian en la obediencia de la fe.
Cuánto
influye en nuestra existencia la fe en un último estadio junto al Señor.?
Sólo así
lo que Jesús ha vivido y testificado por nosotros tendrá significación.
Sólo así
escaparemos al reproche sobre la alienación que nos acarrea creer en este fin,
porque nos desconecta del curso de este mundo.
Si
nuestra conducta es justa porque está animada por la esperanza del Señor,
entonces contribuirá a un mundo mejor y mantendrá la fortaleza en las pruebas
de la vida.
Salmo responsorial: 33
REFLEXIÓN
Cuando uno grita, el Señor lo escucha / y lo libra de sus
angustias
No
siempre es cuestión de gritar: pero la esperanza está en el clamor que sube al
cielo, por parte de los sometidos a alguna forma de opresión, aun venida de
propia mano.
El Señor está cerca de los atribulados, / salva a los
abatidos.
El
evangelio es buena noticia porque abre el compás de ésta cercanía de Dios.
Es
emmanuel porque se acerca a los pecadores oprimidos, no sólo a los justos.
La
experiencia de la iniquidad, sin un fin previsible, en la que podemos
–queriendo o no- ser cómplices, es la oportunidad salvífica para experimentar
el mal del mundo, su pecado, y abrirnos a la sanación y perdón.
Se
acerca a los que tienen verdadera necesidad, como el enfermo del médico.
Aunque el justo sufra muchos males, / de todos lo librará el
Señor
En el
giro ordinario de una historia particular el justo o el pío, vive librado de
muchos males por la protección del Señor.
Eso no
excluye las pruebas, que pueden sobrevenir, como oportunidades de amor y
crecimiento en el Señor.
Ni se
trata de una protección garantizada a prueba de fallo, hagamos lo que hagamos,
porque nuestras malas decisiones son las que acarrean malas consecuencias con
frecuencia.
Él cuida de todos sus huesos, / y ni uno solo se quebrará.
Mencionarlo
en los evangelios muestra que Jesús llena el perfil de la Palabra y que su
suerte está en manos del Señor que cuida de él.
Juan 7,1-2.10.25-30
REFLEXIÓN
En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería
andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo.
No
estaba en el ánimo de Jesús dejarse atrapar en cualquier momento, sino cuando
su Padre lo decidiera.
yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz;
a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha
enviado
Jesús
muestra que conoce, mientras quienes lo conocen, muestran desconocer al veraz.
Es una
tomografía computarizada del conocimiento ignorante del mundo, frente al
verdadero conocimiento que nos aporta la Palabra por fe.
Por eso
los creyentes cuando se fían del conocimiento que viene del Espíritu, leen los
acontecimientos con una visión contemplativa donada por el Espíritu Santo.
Esa
lectura es todo un estilo de vida piadoso, pío en el sentido antes mencionado
en la primera lectura.
Sus
efectos son la esperanza, la serenidad, la paciencia, y sobre todo, el anhelo
de la mayor gloria de Dios.
Cuando
el ejercitante, con la gracia del Señor, ha profundizado en los ejercicios
ignacianos, emerge con ese estilo de vida contemplativo del ágape, que acarrea
la mirada iluminada de la historia corriente.
En lo
sicológico nos podremos perturbar, pero por la fe vivenciamos un fondo de
conocimiento del Misterio.
En Jesús
de nazaret creemos obtener el acceso al Dios desconocido y desconcertante. No
es más una divinidad ambivalente, entre amor y odio, sino todo amor, como un
Padre único.
Una
madre animaba a su hijo en agonía. Le afirmaba el amor de Dios, mayor que el de
ella, quien lo había acompañado en todo el proceso de su enfermedad y lo
animaba a entregarse confiado a ese amor. La propia madre era mensajera de un
mejor amor que el suyo.
Si
alguien sabe cómo amar a un hijo es la madre. Que ella salga voluntariamente del
foco del protagonismo, para que la gloria del amor de Dios resplandezca,
significa un testimonio relevante.
todavía no había llegado su hora.
Se
mostraba unido al designio del Padre, de quien depende la hora postrera.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1509856629495406592?s=20&t=xmOJA17HqjDLDmNlq6Dv4w
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