[62] TERCERO EXERCICIO ES REPETICION DEL 1º Y 2º EXERCICIO, HACIENDO
TRES COLOQUIOS.
Después de la oración preparatoria y dos preámbulos, será repetir el
primero y 2 exercicio, notando y haciendo pausa en los punctos que he sentido
mayor consolación o desolación o mayor sentimiento espiritual; después de lo
qual haré tres coloquios de la manera que se sigue:
[63] 1º coloquio. El primer coloquio a nuestra Señora, para que me
alcance gracia de su Hijo y Señor para tres cosas: la primera, para que sienta
interno conoscimiento de mis peccados y aborrescimiento dellos; la 2ª, para que
sienta el dessorden de mis operaciones, para que, aboresciendo, me enmiende y
me ordene; la 3ª, pedir conoscimiento del mundo, para que, aboresciendo, aparte
de mí las cosas mundanas y vanas; y con esto un Ave María.
2º coloquio. El segundo, otro tanto al Hijo, para que me alcance del
Padre; y con esto el Anima Christi.
3º coloquio. El tercero, otro tanto al Padre, para que el mismo Señor
eterno me lo conceda; y con esto un Pater noster.
REFLEXIÓN
[62] [63] La
actividad espiritual avanza hacia una relación dialogante como oración. La
intermediación de María, Jesús y el Padre pone el énfasis en un diálogo de alto
nivel en el que se tramitan situaciones de suma importancia para nuestra
existencia espiritual. Así la repetición del material ya visto busca enfocarse
en lo más pertinente que ha ido apareciendo en nuestra vivencia de oración. Ya
sea por el consuelo o por el desconsuelo. Las señales van a ir apareciendo,
sólo hay que estar atentos a ellas. El sosiego y la serenidad y no la
crispación es el ambiente más recomendable.
[64] CUARTO EXERCICIO ES RESUMIENDO ESTE MISMO TERCERO. Dixe resumiendo,
porque el entendimiento sin divagar discurra assiduamente por la reminiscencia
de las cosas contempladas en los exercicios passados, y haciendo los mismos
tres coloquios.
[65] QUINTO EXERCICIO ES
MEDITACION DEL INFIERNO; CONTIENE EN SI, DESPUES DE LA ORACION PREPARATORIA Y
DOS PREAMBULOS, CINCO PUNTOS Y UN COLOQUIO.
Oración. La oración preparatoria sea la sólita.
1º preámbulo. El primer preámbulo composición, que es aquí ver con la
vista de la imaginación la longura, anchura y profundidad del infierno.
2º preámbulo. El segundo, demandar lo que quiero: será aquí pedir
interno sentimiento de la pena que padescen los dañados, para que si del amor
del Señor eterno me oluidare por mis faltas, a los menos el temor de las penas
me ayude para no venir en pecado.
[66] 1º puncto. El primer puncto será ver con la vista de la imaginación
los grandes fuegos, y las ánimas como en cuerpos ígneos.
[67] 2º El 2º: oír con las orejas llantos, alaridos, voces, blasfemias
contra Christo nuestro Señor y contra todos sus santos.
[68] 3º El 3º: oler con el olfato humo, piedra azufre, sentina y cosas
pútridas.
[69] 4º El 4º: gustar con el gusto cosas amargas, así como lágrimas,
tristeza y el verme de la consciencia.
[70] 5º El 5º: tocar con el tacto, es a saber, cómo los fuegos tocan y
abrasan las ánimas.
[71] Coloquio. Haciendo un coloquio a Christo nuestro Señor, traer a la
memoria las ánimas que están en el infierno, unas, porque no creyeron el advenimiento,
otras, creyendo, no obraron según sus mandamientos, haciendo tres partes: 1ª
parte. La 1ª, antes del advenimiento.
La 2ª en su vida.
La 3ª después de su vida en este mundo; y con esto darle gracias, porque
no me ha dexado caer en ninguna destas, acabando mi vida. Asimismo, cómo hasta
agora siempre a tenido de mí tanta piedad y misericordia, acabando con un Pater
noster.
[72] Nota. El primer exercicio se hará a la media noche; el 2, luego en
levantándose a la mañana; el 3, antes o después de la misa, finalmente que sea
antes de comer; el 4, a la hora de vísperas; el quinto, una hora antes de
cenar. Esta repetición de horas, más o menos, siempre entiendo en todas las 4
semanas, según la edad, disposición y temperatura, ayuda a la persona que se exercita,
para hacer los cinco exercicios o menos.
REFLEXIÓN
[64]
[65] [66] [67] [68] [69] [69] [70] [71] [72] Sin
pena hay que admitirlo, no hay sensibilidad actual -excepto en ciertos bolsones
culturales tradicionalistas- para admitir una realidad así planteada. No es
compatible con la imagen que se quiere enfatizar de Dios: misericordioso,
amoroso, padre pródigo del hijo dilapidador. Sin embargo, sería una buena
dialéctica retener la consideración sobre la posible unilateralidad de nuestra
concepción, que no da espacio al silencio de Dios, abandono de Dios, odio de
Dios por nuestra parte, bajo nuestra responsabilidad. Casos como el de personas
que en su vida viven el estigma del desamor por parte de la sociedad,
fundamentado en algún prejuicio: Sida, Cáncer, Prostitución, Homosexualidad,
Pedofilia, Desequilibrio mental, Miseria física, económica o moral …Nos pueden
sensibilizar a la pérdida del amor y la misericordia, porque nosotros no somos
Dios y en nuestras manos no está la última palabra sobre la salvación o perdición.
Son palabras mayores que no ha pronunciado nunca en la historia ningún iglesia
o confesión, porque ni la excomunión es la última palabra. Frente al Misterio
Absoluto de Dios, toda nuestra producción es relativa, dicho sea de paso desde
una afirmación relativa. Y esta oración nos podría ayudar a corregir la
perspectiva.
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