[11] 11ª La undécima: al que toma
exercicios en la 1ª semana, aprovecha que no sepa cosa alguna de lo que ha de
hacer en la 2ª semana; mas que ansí trabaje en la 1ª para alcanzar la cosa que
busca, como si en la 2ª ninguna buena sperase hallar.
REFLEXIÓN
[11] Enfocarse en lo que se busca para evitar
distracciones pasa por una regla general en todo quehacer humano a fin de
educar la atención y la concentración para garantizar mejores resultados en los
ejercicios intelectuales. Pero no estamos exclusivamente en un asunto de
facultades intelectuales, aunque todo pasa por esa mediación de la conciencia.
Hoy estamos más informados sobre la actividad psíquica del inconsciente y cómo
procesa el pensamiento resultante en la conciencia, y por lo tanto cierto tipo
de distracciones, ansiedades, curiosidades deben ser dialogadas con el
acompañante por las posibles pistas que puedan estar aportando en la dimensión
espiritual.
[12] 12ª La duodécima: el que da los
exercicios, al que los rescibe ha de advertir mucho, que como en cada uno de
los cinco exercicios o contemplaciones, que se harán cada día, ha de estar por
una hora, así procure siempre que el ánimo quede harto en pensar que a estado
una entera hora en el exercicio, y antes más que menos. Porque el enemigo no
poco suele procurar de hacer acortar la hora de la tal contemplación,
meditación o oración.
REFLEXIÓN
[12] En el desarrollo de la oración o ejercicios
o contemplación se hace un como laboratorio de conocimiento de espíritus, que
será materia propia del examen de la oración. La medida de tiempo es un modo de
definirse en la entrega de lo que se busca, porque unas veces será fácil o
llevadero el tiempo, pero otra costará llegar a completar la hora, y habrá que
entablar la lucha consigo mism@ para no sólo cumplir sino hasta ir más allá
como un vencimiento de la dificultad. En estas resistencias puede encontrarse
encapsulado un bien, un mensaje, una iluminación, una gracia especial que sólo
con generosidad se abrirá para ser compartida.
[13] 13ª La terdécima: asimismo es
de advertir, que como en el tiempo de la consolación es fácil y leve estar en
la contemplación la hora entera, assí en el tiempo de la dessolación es muy
difícil complirla; por tanto, la persona que se exercita, por hacer contra la desolación
y vencer las tentaciones, debe siempre estar alguna cosa más de la hora
complida; porque no sólo se avece a resistir al adversario, mas aún a
derrocalle.
REFLEXIÓN
[13] Un principio de ascesis que recorrerá todos
los ejercicios y se proyectará en la vida corriente: derrocar la adversidad, el
obstáculo, el impedimento, cualquier síntoma de empantanamiento,
desmovilización, apatía o pasividad. En la oración, como si fuera un
laboratorio, se fortalecerá una evidencia: el que no se usa la oración sólo
cuando estamos de buenas sino siempre, estemos o no de buenas, como una forma
de experimentar nuestra lealtad al diálogo con el Señor. O también como una
forma de apreciar nuestra debilidad y necesidad de ayuda, aún en los malos
momentos. Para quien aprende de todas las circunstancias de la vida, inclusive
las espirituales, sentir dificultad y desgano es un tema de oración honesta
frente a Dios.
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