Lunes, XXIV semana
San Agustín Sermón sobre los pastores 46,3-4
Oigamos, pues, lo que la palabra divina,
sin halagos para nadie, dice a los pastores que se apacientan a sí mismos en
vez de apacentar a las ovejas: Os coméis su enjundia, os vestís con su lana;
matáis las más gordas y, las ovejas, no las apacentáis. No fortalecéis a las
débiles, ni curáis a las enfermas, ni vendáis a las heridas; no recogéis a las
descarriadas, ni buscáis las perdidas, y maltratáis brutalmente a las fuertes.
Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras del campo. Se
acusa a los pastores que se apacientan a sí mismos en vez de a las ovejas, por
lo que buscan y lo que descuidan. ¿Qué es lo que buscan? Os coméis su enjundia,
os vestís con su lana. Pero por qué dice el Apóstol: ¿Quién planta una viña, y
no come de su fruto? ¿Qué pastor no se alimenta de la leche del rebaño?
Palabras en las que vemos que se llama leche del rebaño a lo que el pueblo de
Dios da a sus responsables para su sustento temporal. De eso hablaba el Apóstol
cuando decía lo que acabamos de referir. Ya que el Apóstol, aunque había
preferido vivir del trabajo de sus manos y no exigir de las ovejas ni siquiera
su leche, sin embargo, afirmó su derecho a percibir aquella leche, pues el
Señor había dispuesto que los que anuncian el Evangelio vivan de él. Y, por
eso, dice que otros de sus compañeros de apostolado habían hecho uso de aquella
f facultad, no usurpada sino concedida. Pero él fue más allá y no quiso recibir
siquiera lo que se le debía. Renunció, por tanto, a su derecho, pero no por eso
los otros exigieron algo indebido: simplemente, fue más allá.
REFLEXIÓN
Cuando un testimonio de vida se hace un modelo, los que no alcanzan a serlo, aunque trabajen bien, son comparados por lo que dejan de hacer, no por lo que hacen. Una crítica que mide por el mismo rasero a todos, se apodera de la opinión común. El colectivismo mental está agazapado en cualquiera, y no permite la unidad en la diferencia. Pero el evangelio nos habla de diferencias, aun como buena tierra.
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