miércoles, 14 de septiembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Miércoles, XXIV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,6-7

Ya que hemos hablado de lo que quiere decir beberse la leche, veamos ahora lo que significa cubrirse con su lana. El que ofrece la leche ofrece el sustento, y el que ofrece la lana ofrece el honor. Éstas son las dos cosas que esperan del pueblo los que se apacientan a sí mismos en vez de apacentar a las ovejas: la satisfacción de sus necesidades con holgura y el favor del honor y la gloria. Desde luego, el vestido se entiende aquí como signo de honor, porque cubre la desnudez. Un hombre es un ser débil. Y, el que os preside, ¿qué es sino lo mismo que vosotros? Tiene un cuerpo, es mortal, come, duerme, se levanta; ha nacido y tendrá que morir. De manera que, si consideras lo que es en sí mismo, no es más que un hombre. Pero tú, al rodearle de honores, haces como si cubrieras lo que es de por sí bien débil. Ved qué vestidura de esta índole había recibido el mismo Pablo del buen pueblo de Dios, cuando decía: Me recibisteis como a un mensajero de Dios. Porque hago constar en vuestro honor que, a ser posible, os habríais sacado los ojos por dármelos. Pero, habiéndosele tributado semejante honor, ¿acaso se mostró complaciente con los que andaban equivocados, como si temiera que se lo negaran y le retiraran sus alabanzas si los acusaba? De haberlo hecho así, se hubiera contado entre los que se apacientan a sí mismos en vez de a las ovejas. En ese caso, estaría diciendo para sí: «¿A mí qué me importa? Que haga cada uno lo que quiera; mi sustento está a salvo, lo mismo que mi honor: tengo suficiente leche y lana; que cada un tire por donde pueda».

REFLEXIÓN

Dádivas quebrantan peñas, dice el dicho, lo cual es sabiduría popular para ganar buena voluntad y abrir puertas. Sin embargo el que ministra en orden a los valores evangélicos, no obstante se vea favorecido y agasajado, no puede hipotecar su sinceridad a la hora de señalar lo que no está de acuerdo con ese evangelio. Incluso se puede equivocar de más o de menos al hacerlo. Pero se dispone a pronunciarse aunque ponga en peligro el favor de quienes le regalan. La corrupción se hace desde las corruptelas, pequeñas traiciones a la verdad de las cosas. Distanciarse por el servicio para todos y los más desfavorecidos implica quedarse solo eventualmente.

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