San Felipe y Santiago apóstoles
1Corintios 15,1-8
REFLEXIÓN
el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y
en el que estáis fundados, y que os está salvando
El
evangelio, la buena noticia de la salvación a los pobres y pecadores, se
mantiene activa salvando.
La
salvación, más allá de una liberación de cualquier tipo inmanente e
intramundana, es una tránsito a la vida que no termina y que nadie nos puede
quitar.
Toda
experiencia de vida nos colma en el momento, por gloriosa que sea, pero deja o
no deja un algo, un sentido permanente, estable.
Ese es
nuestro dispositivo para comprender que vivimos una realidad más allá, no
localizable, sin evidencias, confundida con el subjetivismo.
Por eso
la fe en la buena nueva, inspira, alienta un estilo de vida, pero no lo
demuestra, ni puede aportar evidencias sino señales para otra fe. De fe en fe.
La
salvación en todos los ámbitos de la creación y la persona se mantiene como un
generador activo, como fuente de energía limpia, pero puede ser malograda la fe
que sostiene su fuerza, a menos que se conserve el evangelio puro, como fue
transmitido y entregado.
El
decaimiento que observamos en la vida actual, su desolación, decepción y
desesperanza que se comunican con multitud de gemidos y protestas, como la del
pueblo itinerante en el desierto bajo el liderazgo de Moisés, denota
decaimiento de la fe, por impureza del evangelio.
Es
importante a la luz de la Palabra revisar constante y humildemente qué hace
impuro el evangelio para que nuestra fe se muestre tan mortecina y poco
alentadora.
que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras
En la
cultura del judaísmo del primer siglo se leían las escrituras antiguas,
testimonio de un pueblo creyente en Yavé.
Para
ellos el verdadero obstáculo para la fe en Yavé era el pecado, manifiesto en
secuelas de injusticias y desviaciones de lo recto.
Decir
que Jesús muerto en cruz fue un sacrificio por el pecado tenía sentido porque
la cultura que escuchaba el mensaje le hallaba sentido.
Quizá
para los no judíos, los helenos o helenizados la significación de pecado debía
ser explicada y profundizada.
Así
también nosotros que la mayoría del tiempo nos entretenemos con la denuncia de
las injusticias pero no nos convertimos del pecado. Porque al pecado no le
encontramos sentido actual.
Hasta
que no abramos nuestra compresión a la injusticia que radica en la negación del
Señor, no seremos radicales en nuestra conversión y por ende no podremos
remontar la corriente de injusticias, pobrezas e inequidades.
El credo
al que Pablo se adhiere y que transmite es muestra de su fidelidad y fe pura.
Una fórmula que nos puede dejar fríos porque nuestras culturas a través del
tiempo han reasignado significados a una palabras y desgastado otras.
Es así
que “pecados” no sugiere de por sí algo que deba ser evitado, perdonado,
convertido, purificado. No parece una realidad cotidiana que nos afecta
existencialmente.
Salmo responsorial: 18
REFLEXIÓN
Sin que hablen, sin que pronuncien, / sin que resuene su
voz, / a toda la tierra alcanza su pregón, / y hasta los límites del orbe su
lenguaje
Estamos
en excelentes manos, las del Señor, porque el nos mantiene como a la creación,
acompañados de su Espíritu, quien susurra la buena nueva sin desmayo.
El Señor
en su amor generoso nos asocia a la misión de proclamar su designio.
Aunque
no estemos a la altura, por muchas maneras el hace llegar su mensaje.
Porque
hoy en diversas latitudes y escenarios los anhelos humanos y creaturales que
parecen ensordecernos, tienen sintonía con el evangelio del Reino.
La
tierra se ha ido llenando de sus exigencias. Y debemos escuchar y actuar
discerniendo sus demandas.
Juan 14,6-14
REFLEXIÓN
El Padre, que permanece en mí, hace sus obras
Muchos
Felipes se encuentran en nuestro camino. Son aquellos que no reconocen al Señor
porque nuestro estilo de vida, nuestras obras lo opacan.
Difícilmente
podrá el mundo llegar a confesar al Señor al unísono, si no cambiamos nuestro
estilo de vida, y los Felipes vean al Padre en nosotros, cuerpo de Cristo.
La
comunión de Jesús y su misión que manifiesta es del Padre, transmite al Padre,
en su voluntad de salvación.
Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí.. Si no,
creed a las obras.
Hoy la
experiencia de manipulación y demagogia enardece la mentalidad de sospecha y
las obras no se creen porque se sospecha de la intención.
Sin
embargo esta puede ser otra treta del anti-reino. No hacer para no ser mal
juzgado o mal reconocido. Más bien hay que hacer, discerniendo y en prudencia.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1653710626617798659?s=20
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1Corintios 15,1-8
Buena nueva, Evangelio, es la misión encarnándose
generacionalmente apostólicamente para alcanzar hasta donde debe ir. Una
corriente imparable de Espíritu Santo viabilizando, moviendo, traspasando
corazones, levantando débiles, consolando apachurrados, otorgando contemplación
de lo profundo en la historia, otorgando la paciencia con el tiempo del Señor.
Salmo responsorial: 18
La transmisión de la buena nueva con menos palabras
y más escucha, con menos discursos y más solidaridad.
Juan 14,6-14
Creer es
asunto de amplio espectro que abarca toda las dimensiones de la persona. La
persona debe transparentarse en lo que hace, mientras más mejor. La persona
hijo de Dios, identificada con Jesús y su misión, pone su intención y obrar al
ese servicio. Si es así el logro de la buena nueva irá más lejos de lo pensado.
Será Dios todo en todos.
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