Jueves 27 de tiempo ordinario
Gálatas 3, 1-5
1¡Oh, Gálatas insensatos! ¿Quién los ha fascinado a ustedes, ante cuyos
ojos Jesucristo fue presentado públicamente como crucificado? 2Esto es lo único que quiero averiguar (aprender) de ustedes ¿Recibieron el
Espíritu por las obras de la Ley, o por el oír con fe? 3¿Tan insensatos son? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿van a terminar
ahora por la carne? 4¿Han padecido tantas cosas en vano? ¡Si es que en realidad fue en vano! 5Aquél, pues, que les suministra el Espíritu y hace milagros entre ustedes,
¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe?
COMENTARIO
¿recibisteis el Espíritu por observar la ley, o por haber respondido
a la fe?
Ley, era
y es para muchos judíos, una cultura: conjunto organizado de costumbres,
tradiciones, creencias.
Ley
también era para muchos judíos devotos, la alianza con el Innombrable, por la
cual fueron elegidos para una Promesa, y en quien habían depositado su fe por
siglos, incluso con martirio.
Entendemos
que Pablo se dirige a los que detentan el primer sentido. Una creencia y
presunción horizontal como si la belleza y sabiduría de las normas, leyes,
disposiciones por el hecho de ser promulgadas, estudiadas y aun guardadas,
garantizara el reino.
Y cuando
Pablo señala esto contra la Ley judía, no se queda atrás contra las costumbres
Helenas.
Su todo
es Jesucristo crucificado, que hizo estallar la sabiduría humana, con la de
Dios.
La
presentación de Jesús crucificado fue con fe en él, por parte de Pablo. A esta
fe los creyentes respondieron con fe. La fe que asume responde a la fe que
anuncia. De fe en fe. Anuncio de fe, respuesta de fe. Transmisión.
Y la
observancia de la ley no tiene nada que hacer en esta fe. Es gratuita, no es un
pago ni un mérito observarla.
¡Empezasteis por el espíritu para terminar
con la carne! ¡Tantas magníficas experiencias en vano!
Se
empieza bien, se puede terminar mal.
En el
camino, en el proceso, se infiltra un enemigo que puede torcerlo todo.
Tantas magníficas experiencias en vano
No hay
seguridad en nada ni de nada, en nadie ni de nadie. Lo que se hizo bueno puede
no ser suficiente. Somos siervos inútiles.
Cuando Dios os concede el Espíritu y obra
prodigios entre vosotros, ¿por qué lo hace? ¿Porque observáis la ley, o porque
respondéis a la fe?
Galatas
somos todos los que incurrimos una y otra vez en la estupidez de creer que la
cultura salva, como el Espíritu.
Interleccional: Lucas 1
COMENTARIO
Nos ha suscitado una fuerza de salvación /
en la casa de David, su siervo
Jesús y
su anuncio transmitido generacionalmente
Los
verdaderos israelitas que viven más la alianza que la Ley, siguen siendo aun en
el cristianismo el pueblo elegido, porque portan la fe que salva en el Espíritu
de Jesús crucificado.
Lucas 11, 5-13
5También les dijo: "Supongamos que uno de ustedes tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: 'Amigo, préstame tres panes, 6porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle;' 7y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: 'No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme para darte nada.' 8"Les digo que aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, no obstante, por su importunidad (insistencia) se levantará y le dará cuanto necesite.
9"Así que Yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. 10"Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 11"O supongan que a uno de ustedes que es padre, su hijo le pide pan, ¿acaso le dará una piedra? O si le pide un pescado, ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado? 12"O si le pide un huevo, ¿acaso le dará un escorpión? 13"Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se Lo pidan?"
COMENTARIO
Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla, y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
La Palabra como ninguna otra comunicación celestial conocida en la
historia de las religiones muestra una divinidad con voluntad de ser
importunada.
Nosotros nos cansamos primero, y desconfiamos innecesaria y tontamente,
cuando medimos la generosidad del Señor por la nuestra, que es más bien
mezquindad.
Se dan opiniones en el sentido de pedir a Dios nada, sino confiar en Él
absolutamente, porque sabe lo que necesitamos.
Si así fuera la oración, madre de todas las oraciones, el padrenuestro
no pediría que nos diera el pan del sustento diario.
No debiéramos prejuzgar sobre lo que sí o lo que no agrade al Señor para
solicitarle en la oración, sino pedir con la actitud del niño que confía y no
se inhibe considerando por cálculo qué será mejor o qué no.
Otra
visión, otro enfoque frente al que afirma que como el Señor lo conoce todo de
nosotros, debemos confiar en que nos ayudará.
Son enfoques excluyentes
o más bien convergentes: insistir y
confiar.
¿cuanto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?"
Dar Espíritu Santo no es dar cosas. Es el Espíritu el que ora
en nosotros, con gemidos inenarrables. Pedimos el Espíritu Santo, que es el que
pide en nosotros lo que debemos pedir.
Porque
el Espíritu que nos concede el Padre es la libertad de los hijos, para pedir
sin retención.
Incluso
es el que nos ayuda a entender al buen Padre, cuando lo que pedimos no nos
conviene tanto.
Pero la
petición no es de cosas sino de Espíritu, de Reino. Lo demás viene por
añadidura.
Ese
reino ya está en nosotros, actuando.
Por eso
con frecuencia sentimos resistencia y lucha. Y por que lo hay, es señal del
reino avanzando y profundizando su transformación.
Se
perciben, se intuyen actitudes nuevas que implican dificultad.
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