jueves, 10 de junio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 10 de tiempo ordinario

Año Impar

2Corintios 3,15-4,1.3-6



REFLEXIÓN

El Señor del que se habla es el Espíritu; y donde hay el Espíritu del Señor hay libertad

Hay dos extremos. Que se hable sólo de la norma o la ley o lo prohibido. Y que se hable sólo de libertad o liberación y del Espíritu.

Por un lado la fe que se apoya exclusivamente en la literalidad y en el cuerpo legal.

Por otro la fe que no reconoce autoridad sino sólo la inspiración subjetiva o el movimiento espontáneo de la masa.

Parece entonces prudente y sensato, vista las consecuencias perjudiciales para personas y sociedades que acarrean esos extremos, apegarse al ágape discernido, la discreta caridad que el Espíritu Santo derrama en los corazones de los fieles.

nos vamos transformando en su imagen con resplandor creciente; así es como actúa el Señor, que es Espíritu

Sarx(carne) pneumatizada, carne y sangre transformada en espíritu, es la meta del seguidor de Jesús y su reino.

La carne no es para adorar ni para vilipendiar, sino para transformar.

Como un cuerpo opaco que a fuerza de ser bombardeado por la luz se vuelve resplandenciente y transparente.

La creciente insatisfacción de las gentes de todas las edades por las condiciones de vida precarias que nos trae una ruina económica, indican sobretodo la impaciencia por la carne que no se hace transparente.

Pero es una meta miope aspirar a la transparencia que sólo consiste en el conocimiento de la información oculta.

La transparencia radical es la del Espíritu en el corazón humano, y en el seno de las culturas, por su misión de transformarse en novedad.

La novedad es aquella realidad personal y social de la que esperamos no vuelva a caer en la opacidad y tinieblas de la carne.

el dios de este mundo ha obcecado su mente para que no distingan el fulgor del glorioso Evangelio de Cristo, imagen de Dios

El rechazo o desprestigio de la buena nueva del reino no depende únicamente de un testimonio mediocre de la comunidad de  creyentes, sino también de la decisión responsable de quienes no se quieren abrir a la luz.

No todo rechazo es excusable o justificable por determinismos de cualquier clase.

para que nosotros iluminemos, dando a conocer la gloria de Dios, reflejada en Cristo

Aunque el Señor nos llama a cooperarle en la transformación de la gran materia hacia el punto omega.

Salmo responsorial: 84



REFLEXIÓN

"Dios anuncia la paz / a su pueblo y a sus amigos."

Nuestro modo sólito de actuar es por la guerra para obtener la paz.

En eso consisten todas las negociaciones de paz que se desarrollan sobre la faz de la tierra.

Es preciso hacer la guerra para obtener dominios que representen ventajas en el momento de la negociación para la paz.

La buena nueva del reino no trabaja por medio de guerras, excepto contra la injusticia y la iniquidad.

Pero ésta no utiliza la estrategia de acumular ventajas para una negociación, porque no negocia con la injusticia.

Mateo 5,20-26



REFLEXIÓN

merece la condena del fuego.

Se refiere al fuego escatológico del final que lo consumirá todo. No es necesariamente una condenación, sino que se califica el merecimiento apropiado para una actitud poco fraterna. Porque de lo que se trata es de la construcción de la fraternidad humana, crucificada por divisiones sin término hasta el presente. Y Jesús insiste en el centro de decisiones personales, el interior, lo profundo, donde se cocinan los malos deseos e intenciones.

si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda

Si utilizamos la distinción de algunos hermanos evangélicos pentecostales sobre la diferencia entre ofrenda y diezmo, que significa que la ofrenda es algo que nace de la buena voluntad, podríamos sentir la radicalidad en la exigencia de Jesús.

Porque según eso antes que la iniciativa más buena que se nos pueda ocurrir en honor del Señor, se encuentra la reconciliación con el hermano.

Por eso usualmente tanta resolución de conflictos consiste en dejar preparada una nueva confrontación, porque no arranca de raíz la causa, que es el odio de corazón al hermano.

te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti

Los seguidores del camino de Jesús ofrecen su ofrenda desde sí mismos, en su quehacer. Allí deben actuar la reconciliación como un aspecto fundamental de la fraternidad. Para ello es imprescindible acordarse si alguien tiene algo en contra, es decir, poco se puede hacer sin autocrítica, sin una actitud egosintónica que siente el mal que puede haber ocasionado.

procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino

La reconciliación está en nuestras manos, como señal de liberación hacia la libertad del Espíritu.

Lo que llega al juicio sale de nuestras manos y queda en las del juez. Y las cosas se pueden complicar.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1402957579534352385?s=20

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