MARTES 12 DE TIEMPO ORDINARIO
Año Impar
Génesis 13,2.5-18
REFLEXIÓN
construyó un altar en honor del Señor
Es
interesante observar que el altar es, como
expresión antiquísima, un promontorio o una elevación sobre la que un
ser humano busca reverenciar la divinidad y mantenerla presente en el
territorio que se administra. Una religiosidad supersticiosa y mágica que
deberá purificarse hasta hacerse fe: relación amorosa de personas libres.
Nuestro
mundo actual sigue mostrando ritos, costumbres, protocolos, de una religiosidad
semejante, muy cercana al temor reverencial animal por lo desconocido,
asombroso e imponente.
Hay
razón por lo tanto para no entusiasmarse mucho con sobrenaturales de esa clase
y dejar de creer en “Dios”.
Igualmente
dejar de creer en la divinidad que invocan los corruptos es razonable, porque
no ofrece garantía de su poder.
Pero
aun los que no creen en Dios abiertamente, según dicta la moda, traicionan el
absoluto que se han elegido en reemplazo, porque la verdad y la congruencia
absolutas tampoco es común en ellos.
Más
bien la divinidad que se acredita en Jesús como Padre, es un Espíritu que
procesualmente guía a la verdad completa, sin dejar de punzar la autocrítica,
para que nos dejemos ayudar.
Salmo responsorial: 14
REFLEXIÓN
el que tiene intenciones leales
El
escándalo de la propia vida amenaza convencernos de la condenación.
Se
proyectan las sombras de la duda también en el entorno, y todo parece oscuro.
Sólo
parece viable la actitud de la paciencia consigo y con los demás.
El que no presta dinero a usura
Y
también ayudar a otro para que viva, servirá para recrear la esperanza de
gracia y salvación del Señor.
Mateo 7,6.12-14
REFLEXIÓN
No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas
a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros
Perros
y cerdos, como sinónimos de infidelidad e impureza en la mentalidad judía, con
la que este evangelista muestra más sintonía o mayor empeño evangelizador.
Que
los perros y cerdos para los judeocristianos no se representaran solo en los
clásicos gentiles, sino en todos aquellos resistentes a la evangelización, es
una posibilidad.
Quien
haya tenido algo de celo por compartir el evangelio del reino con otros, ha
debido hacer la experiencia de alguien resistente y empedernido, en su rechazo
y negación. Incluso con agresión
En
algún momento ha debido concluir que continuar sería una pérdida de tiempo.
Se
trata de una conclusión realista y prudente, incluso hoy, cuando existen
adversarios que atacan la santidad anunciada por las iglesias, por las señales
de corrupción que puedan mostrar, verdaderas o imaginadas.
En
el servicio por el reino hay limitaciones, y se precisa seleccionar
oportunamente quienes no muestran sujeto. Lo requiere Ignacio de Loyola en sus
ejercicios espirituales: no los deben hacer los que no muestran tener sujeto.
No llenan el perfil.
Es
un elitismo espiritual, pero evangélico: implica dar signos de la clase de
tierra que se puede ser para que la semilla fecunde.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto
consiste la Ley y los profetas
Pero
es posible un punto de encuentro para la convivencia pacífica, desde donde
abrir espacios para la evangelización.
Es
algo en la señal de los tiempos por parte del Espíritu, cuando nos convoca a la
solidaridad y la fraternidad.
Más
que las palabras santas de la evangelización, el mundo tiene sed de conductas
irreprochables, que mantengan la corrupción en descenso.
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva
a la vida! Y pocos dan con ellos
No
hay pues que extrañarse de la poca respuesta, dado el nivel de exigencia.
No
es posible sin las mociones del Espíritu.
Nuestro
sentido moderno actual de igualdad, el que nos vende la democracia globalizada,
no nos permite aceptar la discriminación. Y la vemos en cualquier selección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario